En verano aumentan las intoxicaciones por contaminación alimentaria y una de las causas destacadas son los alimentos hechos con huevo. Vamos a contaros como cocinar los huevos con seguridad manipulándolos para hacer las preparaciones alimentarias con ellos minimizando al máximo los riesgos.
Los huevos son un alimento magnífico, con proteínas excelentes, grasas y vitaminas. No faltan en la dieta infantil y además los usamos en la elaboración de otros platos, como bizcochos o rebozados. Sin embargo, el huevo debe manipularse bien para evitar intoxicaciones.
Prevención en la compra
La posibilidad de una contaminación por salmonella se reduce ahora, ya que las gallinas son vacunadas y hay mucho control de las instalaciones y la comercialización, sin embargo, no desaparece del todo.
Lo primero es que debemos comprar los huevos en un establecimiento de confianza y observar que aparezcan en la cáscara la fecha de consumo preferente y los códigos de su origen. No debemos comprar huevos que estén resquebrajados y deberían estar limpios de heces.
Conservación del huevo en casa
De todos modos, pensando en la contaminación que pudiera haber en la cáscara debemos utilizarlos correctamente. No hay que lavarlos al guardarlos pero se aconseja tenerlos en la nevera sin que toquen otros alimentos y, una vez refrigerados, no sacarlos hasta el momento del consumo. Es preferible no lavarlos pues tienen naturalmente una capa superficial que lo protege de la entrada de microorganismos, entre ellos la salmonella.
Cascando huevos
Cuando vayamos a usarlos si hay que lavarlos bien, incluso con un poco de jabón y luego secarlos con un paño o papel de cocina limpio que desecharemos o pondremos a lavar. Cara vez que toquemos la cáscara nosotros también nos tenemos que lavar las manos, siendo muy importante hacerlo si vamos a cocinar.
Hay que evitar que el contenido del huevo toque la cáscara cuando lo hagamos, por tanto, no hay que separar clara y yema con la cáscara, ni cascarla en el mismo recipiente de preparación de los alimentos.
Para la preparación no debemos usar cucharas o tenedores de madera, por su porosidad, y los utensilios que entren en contacto con el huevo ponerlos a lavar, no usándolos nunca para tocar el alimento cocinado.
Cocinando correctamente el huevo
El huevo crudo a temperatura ambiente es caldo de cultivo para que crezcan las bacterias, por lo que, además de las precauciones de cocina y almacenamiento, no debemos dejar los huevos sin cuajar, ni las tortillas con huevo líquido en su interior por mucho que nos gusten. También es importante guardar en la nevera los alimentos ya cocinados que lleven huevo.
Huevos en la dieta infantil
Los huevos se introducen en la dieta infantil a partir del año. Aunque algunos pediatras aconsejan introducir la yema antes, lo que es más alergénico suele ser la clara y además tiene una substancia que inhibe la absorción de las proteínas. Cuando se lo demos al niño debemos observar si presenta alguna reacción alérgica, pues es uno de los alimentos que más alergia producen a los niños menores de dos años.
Al comienzo, ya que la yema cocida puede tener una textura no muy agradable para el bebé, se suele mezclar con el puré o la sopa, pero pronto podemos dárselo cocido cortadito mezclado con otras cosas, en tortilla francesa o de verduras y más adelante, revuelto o frito, cuando nos indiquen que podemos incluir más grasas en las preparaciones.
Hay que evitar la mayonesa casera, los huevos pasados por agua poco rato y las tortillas o huevos revueltos poco hechos. No debe quedar huevo crudo pues, por mucho cuidado que pongamos en la preparación, después sigue siendo propicio a la contaminación y las bacterias, con esos nutrientes y a temperatura ambiente, se multiplican.
Con estos consejos sabremos que manejamos los huevos de forma segura en la cocina y podemos prevenir contaminaciones e intoxicaciones alimentarias.
En Bebés y más | Intoxicaciones alimentarias en verano, ¿Cómo preparar y almacenar la comida?