A menudo, descartamos las ensaladas de la dieta de los más pequeños, creyendo que no les resultará sabrosa o que no les alimentará.
Pero al contrario, con un poco de imaginación hay algunos trucos para convertir la ensalada en un plato sabroso y nutritivo que podemos dar al bebé a partir del año.
Puede contener todos estos ingredientes o ir probando combinaciones.
- incluir siempre un ingrediente cocido como arroz, pasta, patata, judías verdes o legumbres.
- una o dos verduras crudas como zanahoria rallada, tomate sin piel o lechuga en tiras.
- cuadraditos de queso, pavo, pollo o jamón cocido.
- un toque que les encanta: taquitos de manzana
- si ya ha pasado la prueba del huevo, un huevo duro cortadito
- unos granitos de maíz dulce.
- una cucharadita de aceite de oliva para aliñar.
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