España es el país de la Unión Europea que menos dinero invierte en potenciar el aumento de las familias, tan sólo hay que contrastar los datos, cada euro destinado a las familias en España, en el resto de Europa se dedican cinco. Sin duda, está clara la política española dirigida a la familia.
No se entendería esta situación de no ser por el aspecto económico, tan sólo hay que ver algunos factores que propician que la natalidad estuviera en auge en lugar de estar en unos mínimos, por ejemplo, el aumento de la esperanza de vida, en las mujeres se sitúa en los 83 años y en los hombres, en los 75, si contrastamos con los datos de 1900, los hombres tenían una esperanza de vida de 35 años. La mortalidad infantil estaba situada hace 100 años en 186 por cada 1.000 niños y hoy en día se sitúa en un 0,5%. Debemos tener en cuenta que la calidad de vida es tremendamente superior a la que existía entonces, vistos estos ejemplos, ¿por qué estamos en unos mínimos en cuanto a natalidad se refiere?
Hay otros ejemplos que explicarían estos mínimos, aparte del aspecto económico existen otros motivos, como la duración de la pareja, antaño la media era de 22 años, hoy en día no llega a lo 10. El retraso excesivo para iniciar la maternidad sería otra cuestión, según datos estadísticos, más de un 1/3 de las mujeres esperan a los 30 para tener su primer hijo, esto propicia además un aumento en la infertilidad. Y finalmente, otro dato que muestran las estadísticas es el tema laboral, la entrada de la mujer en el mundo laborar refleja claramente un menor índice de nacimientos. Las amas de casa tienen el doble de hijos que las que trabajan.
Es palpable que todo funciona en cuestión de los acontecimientos, pero seguro que algunos datos cambiarían si existiera una mayor ayuda por parte del gobierno, si se abarataran los gastos que se sufren con la llegada de un hijo, si dieran más facilidades para la compra de una vivienda, y así un largo etcétera. No es válido quejarse de que los españoles tienen pocos hijos, tampoco quien puede solucionar o mejor dicho paliar esta situación, se mueve para cambiarla.
Muchos son los aspectos que deben cambiar para que las estadísticas cambien, en la mano de los gobernantes está solucionarlo.
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