Una divertida idea, y sobre todo, muy sencilla, que pueden hacer ellos mismos, son unas calabazas de mandarina para decorar la mesa de Halloween.
Son tan fáciles de hacer que con un par de instrucciones pueden ponerse los peques solitos manos a la obra para convertir unas inocentes mandarinas en terroríficas calabazas.
Los elementos que se necesitan los encontramos en casa: unas mandarinas o naranjas, ojos autoadhesivos (se pueden comprar o hacerlos con papel), fieltro, goma eva negro, o cartón para la nariz y la boca, limpia pipas (o similar, lana o papel verde), tijeras y pegamento.
La realización es muy sencilla. Basta con pegar los ojos, recortar un triángulo para la nariz (los ojos también pueden ser dos triángulos) y una forma irregular para la boca y pegar todo. Por último, hacer un huequito para colocarle un rulito en la cabeza simulando el extremo de la calabaza.
Lo mejor es que luego pueden comerse la mandarina o la naranja, un postre saludable y divertido para la mesa de Halloween como alternativa a la saturación de chuches.
Vía y Foto | Amazing Moms
En Bebés y más | Sabrosas arañas como menú de Halloween, Tres terroríficos pasteles para la noche de Halloween