Muchos habrán creído que se trató de una exageración del guión, pero no. El hecho de que la mínima mano del bebé de 21 semanas saliera del útero materno para coger la mano del cirujano que le estaba operando no es desorbitado ni teatralidad.
El capítulo fue basado en una historia real, la historia de Samuel Armas, un bebé no nacido que fue operado dentro del útero materno para corregir un defecto en su espina bífida.
En el episodio se diagnostica a una mujer que sufre de un raro síndrome llamado "del espejo materno", por el cual un problema del bebé repercute en la salud de la madre embarazada.
La historia vuelve a poner en el tapete el eterno conflicto del aborto, si debe tratarse como paciente a un bebé no nacido y si debe priorizarse la vida de la madre a la del bebé.
Cabe decir que el insensible Dr. House estaba a favor de provocar el aborto para salvar la vida de la madre, de hecho en ningún momento llama al niño “bebé", sino “feto".
Pero luego recibe “el toque mágico" del bebé sobre su mano que deja pensando al escéptico médico, y por supuesto también a la audiencia, que un bebé de 5 meses de gestación también es persona, siente y padece.
Después del capítulo de anoche sobre la defensa de la vida, House ha escalado al primer puesto de mis series favoritas.
En Bebés y más | Samuel Armas, el bebé tocó la vida antes de nacer