Hoy 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos y también el Día de Muertos (en México, el día 1 y 2). Son días para honrar a los seres queridos que ya no están en el terreno físico, que murieron. Y en días como estos es normal que afloren miedos que muchos tenemos, como el miedo a la muerte.
Y es que el miedo a la muerte es una de las preocupaciones más profundas e inherentes a la condición humana. A lo largo de la historia, filósofos, religiosos y psicólogos han intentado comprender y abordar este temor universal.
En este artículo, explicamos desde un punto de vista psicológico qué hay detrás del miedo a la muerte y proporcionamos algunas estrategias para comenzar a asimilar este aspecto inevitable de la vida.
Por qué tenemos miedo a la muerte: las explicaciones psicológicas
El miedo a la muerte es una respuesta compleja y multifacética que involucra aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Algunas explicaciones clave que nos pueden ayudar a entender este miedo tan humano son:
1. Instinto de supervivencia
En un nivel básico, el miedo a la muerte está arraigado en nuestro instinto de supervivencia. A lo largo de la evolución, aquellos que temían la muerte tenían una mayor probabilidad de evitar situaciones peligrosas, lo que les permitía sobrevivir y transmitir sus genes.
2. Miedo a lo desconocido
La muerte es un territorio desconocido. No sabemos con certeza qué sucede después de morir, lo que nos llena de incertidumbre y ansiedad. El miedo a lo desconocido es una reacción natural.
Por otro lado, que la muerte sea un tema tabú en tantísimos países (y que así se lo inculquemos a los niños ya desde pequeños), no ayuda nada en este sentido, y favorece que el miedo se intensifique, porque es aún más "desconocido" y porque alimenta la idea de que es "algo malo". Por ello es tan importante hablar de este tema con naturalidad y sin mentir.
3. Pérdida de control
La muerte es un evento que escapa a nuestro control. Nos enfrenta a nuestra propia vulnerabilidad y nos recuerda que, en última instancia, no tenemos el poder de detenerla. Esta pérdida de control también puede generar ansiedad y miedo (sobre todo, en aquellas personas que "necesitan" el control en su vida).
4. Miedo al dolor o al sufrimiento
Por otro lado, el miedo a la muerte va unido al miedo al dolor o al sufrimiento. Tememos la muerte porque tememos sufrir psicológica y/o físicamente cuando lleguemos a ella, ya que hay muchas enfermedades que generan este tipo de dolor. Sin embargo, está claro que no todos sufriremos a este nivel cuando muramos, aunque no saberlo también puede generarnos incertidumbre o temor.
5. Apego a la vida y a las personas
Esta explicación puede sonarnos un poco extraña, pero es así; las personas dependientes emocionalmente, que se apegan mucho a su pareja, a su familia, etc., y también las que "se apegan" mucho a la vida, o incluso, a las cosas materiales, suelen tener más miedo a la muerte. Esto lo he visto como psicóloga en la propia consulta, con pacientes que lo manifestaban.
6. Finitud de la existencia
Por otro lado, el reconocimiento de nuestra propia finitud puede ser abrumador. La muerte nos obliga a confrontar el hecho de que nuestra vida tiene un final, lo que puede generar temor y angustia.
7. Miedo a no sentir
El miedo a no sentir nada cuando muramos, a estar en un estado "neutro", sin emociones, también va muy unido al miedo a la muerte. La sensación tan extraña que incluso nos cuesta imaginar, de no sentir nada, nos asusta, y esto también tiene que ver con aquellas personas que son muy "emocionales".
8. Experiencia traumática detrás
Muchas veces el origen de los miedos o las fobias son los traumas. Si por ejemplo hemos perdido a un ser querido de forma muy traumática y/o abrupta, o después de una larga enfermedad que ha generado mucho sufrimiento, esto también puede intensificar nuestro miedo a la muerte, porque hay un trauma detrás.
Cómo reconciliarse con la muerte
A pesar de que el miedo a la muerte es natural, existen formas en las que podemos empezar a reconciliarnos con esta realidad ineludible, "acercándonos" a ella (no de forma literal) y asimilándola poco a poco. Es decir, integrándolo como lo que es; parte de la vida.
Eso si, si el miedo persiste e incluso, se vuelve algo que interfiere en la vida de la persona, siempre podemos buscar ayuda profesional.
1. A través de la reflexión
Reconocer que la muerte es una parte inherente de la vida es el primer paso para reconciliarnos con ella. La reflexión sobre nuestra propia mortalidad puede ser incómoda, pero también puede inspirarnos a vivir una vida más auténtica y significativa.
2. Acercarnos a la muerte
Para tratar cualquier fobia o miedo, ya sea el miedo a la muerte o cualquier otro, la terapia de exposición es una terapia muy efectiva que se usa frecuentemente en terapia. ¿Cómo acercarnos a la muerte?
Por ejemplo, leyendo sobre el tema (por ejemplo, sobre los rituales que se hacen en cada país), escuchando podcast o testimonios que hablen sobre ello, yendo al cementerio, participando en los rituales cuando un ser querido fallece... En definitiva, normalizando este aspecto en nuestra vida, integrándolo y acercándonos a él con naturalidad, aunque nos abrume al principio.
3. Vivir en el presente
En lugar de preocuparnos constantemente por el futuro, podemos encontrar consuelo en vivir el presente. La práctica de la atención plena o el mindfulness nos ayuda a estar más presentes en cada momento y a disfrutar de la vida mientras dura.
4. Hablar sobre nuestros temores
Compartir nuestros miedos acerca de la muerte con amigos, familiares o un terapeuta puede ser terapéutico. Al expresar nuestras preocupaciones, podemos sentirnos menos solos en nuestra experiencia y encontrar apoyo emocional.
5. Crear un legado
Trabajar en proyectos personales, metas y contribuciones a la sociedad puede ayudarnos a sentir que estamos dejando una huella duradera en el mundo. Esto puede proporcionar un sentido de trascendencia y significado importante.
6. Explorar creencias espirituales
Para muchas personas, la religión y la espiritualidad ofrecen un marco para comprender la muerte y la vida después de la muerte. Explorar estas creencias puede brindar consuelo y apoyo en momentos de miedo.
El miedo a la muerte: algo natural
El miedo a la muerte es algo natural en el ser humano, pero hay factores que lo han intensificado, como el hecho de que se convierta en un tema tabú, del que cuesta hablar (o incluso las ideas que muchas veces se les dice a los niños que están distorsionadas). Aunque por suerte no en todos los países; en México, por ejemplo, la muerte se vive de una forma mucho más abierta y natural.
Es normal temer algo que no conocemos, y además, nadie nos ha podido contar qué hay detrás de ella, qué sucede cuando morimos. Sin embargo, podemos acercarnos a esta realidad que nos llegará a todos algún día, de forma progresiva, y entender que la muerte es la condición para vivir.
No hace falta pensar cada día que vamos a morirnos, pero sí integrar esta idea como parte de la vida, tenerla presente, porque esto nos ayudará no solo a perder (o reducir) el miedo a la muerte, sino también, a vivir más intensamente. Porque la vida es un regalo finito; recorramos el viaje con conciencia y agradecimiento.
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