El pequeño Finley Burton es un bebé que ha salvado su vida gracias a una terapia de frío que ha supuesto mantenerlo vivo pero en "hibernación" durante cuatro días para estabilizar su corazón.
El bebé nació sin complicaciones pero su estado no era normal, su madre se daba cuenta de que estaba siempre agotado y apenas subía de peso. Los médicos, tras varias pruebas, descubrieron una grave malformación en su corazoncito, que estaba poniendo en serio riesgo su vida.
Aunque la operación habia ido bien Finley sufrió una taquicardia muy seria, llevando a su corazón, por el estrés de la intervención, a latir de forma muy rápida. La manera de estabilizarlo fue ponerlo en "hibernación".
Permaneció a baja temperatura, controlado por numeroso material médico que vigilaba sus constantes vitales. A 32 grados su corazón y tod su metabolismo se ralentizaron sin llegar a morir, y de este modo se evitó una situación fatal.
Posteriormente se fue aumentando la temperatura paulatinamente hasta llegar a los 37 grados normales en una persona, manteniendo al niño hospitalizado 12 días más, pero pudiendo darle el alta en buen estado después.
A mi me encanta leer novelas de ciencia ficción y una de las formas en la que las tripulaciones de naves estelares afrontan los largos viajes es esta, la baja temperatura que los preserva a un ritmo vital tan bajo que apenas envejecen. De momento eso es un sueño todavía, pero casos como el de este bebé que ha recibido terapia de frío para salvar su vida me hacen pensar que algún día veremos avances que hoy no llegamos siquiera a imaginar.
Via | Daily mail