Los cruceros tienen esta ventaja, por lo que se convierten en una buena alternativa para que tanto padres como niños pasen unos días de descanso muy entretenidos y a la vez hacer un poco de turismo.
Los cruceros de hoy, verdaderas ciudades sobre el agua, ven en los niños un cliente potencial y saben que los padres no volverán a hacer un crucero si los pequeños no se divierten, así es que han invertido mucho dinero para contentarlos, haciendo convenios con empresas como Warner, Fisher Price o Coca Cola para atraer al público infantil.
Han acertado además ofreciendo animación específica para cada grupo de edad, pues no es lo mismo el entretenimiento de bebés que el de niños de seis años.
Hay muchas cosas a tener en cuenta antes de hacer un viaje en barco con niños.
Lo principal es, lógicamente, que el crucero cuente con instalaciones para niños. Hay que informarse bien de los barcos de qué líneas cuentan con entretenimiento para niños y a partir de qué edades, pues no todos los barcos tienen instalaciones para niños, y tampoco todos los que las tienen, las tienen para niños menores de 3 años. Algunos centros infantiles abordo sólo aceptan en sus actividades niños que ya no usan pañal.
Otra cuestión importante es si el camarote es adecuado para familias y si tiene espacio para colocar una cuna, que por otro lado hay que averiguar si la alquilan, es gratis o tenemos que llevar una cuna de viaje.
Hay que tener en cuenta que no todas las navieras ofrecen animación en español en todas las salidas; es conveniente verificar antes las fechas.
También es importante contratar un seguro médico para niños que cubra la asistencia en este tipo de viajes, pues aunque cuentan con servicio médico no suele estar incluido en el precio del pasaje.
Así como llevar en el equipaje todo lo que el bebé pueda llegar a necesitar como pomadas, potitos, medicamentos, etc pues es posible que no lo encuentres abordo.
En cuanto a la comida, cuentan con menús infantiles y el régimen de todo incluido también abarca a los niños, aunque no a los bebés, por lo que deberás llevarle su propia comida.
No olvides llevar un carrito muy práctico y ligero estilo piragüitas para recorrer las ciudades, los grandes y pesados no son nada prácticos para este tipo de viaje.
Preguntar la edad mínima aceptada a bordo; en la mayoría de los cruceros no aceptan bebés menores de seis meses.
En casi todos existe el servicio de guardería y canguro, que se pagan aparte, y es conveniente contratarlos con anticipación si por ejemplo quieres acudir a alguna cena especial sin niños, que la pareja también necesita de momentos de intimidad.
Sobre las instalaciones, servicios y actividades que ofrece cada línea de cruceros puedes informarte en Crucerosymas, Babyviajes y también en Crucero10 que cuenta con mucha información y una sección muy útil de preguntas frecuentes.
O puedes acceder directamente a la web de la línea en la que quieras viajar de acuerdo al recorrido que elijas.
En Diario del Viajero | Viajar con niños (II): Cruceros