En Bebés y más hemos hablado en diversas ocasiones del famoso "breast crawl", ese movimiento que parece un gateo pero que tiene lugar tras el parto, en el cual el bebé busca el pecho de su madre y repta hasta él para poder alimentarse.
Para que esto suceda, el recién nacido se guía por el olor, pero además de eso y de acuerdo con un estudio reciente, la razón biológica por la cual además es capaz de hacerlo es porque la temperatura corporal de mamá y bebé se "sincronizan" para lograr que el bebé encuentre el pecho para mamar.
Tal y como lo comentamos en ocasiones anteriores, nada más salir del útero materno y prácticamente sin poder ver, si colocamos al recién nacido sobre el abdomen de su madre, se arrastrará guiado por el olor, hasta alcanzar el pezón y empezar a succionar. ¿No es maravilloso?
Y si bien sabíamos que esto lo hacía guiado por el olor, una investigación encontró que hay otro factor que ayuda a que el bebé encuentre el pezón de su madre con mayor facilidad: un cambio sincronizado en la temperatura corporal de ambos tras el parto.
De acuerdo con este nuevo estudio, tras analizar la temperatura en puntos clave del cuerpo de la madre en las horas previas del parto y de mamá y bebé en los primeros dos días posteriores al nacimiento, encontraron que los pezones de la madre aumentaban su temperatura para que el bebé los encontrara, mientras que la temperatura de los labios del bebé descendía para hacerlos aparecer aún más cálidos.
En resumen, este cambio de temperatura que sucede en ambos al mismo tiempo, tiene la función de ayudar a que el bebé, al sentir sus labios más fríos, busque el calor de los pezones de su madre de forma natural e instintiva para comenzar a mamar.
Por ello, y por sus otros beneficios, como , es sumamente importante que tras el parto, se permita tener a madre y bebé la famosa "hora sagrada", esa primera hora de vida tan especial para su vínculo y que ayuda a establecer la lactancia y en la que tiene lugar este momento maravilloso e increíble en el que el bebé es capaz de reptar hasta el pecho de su madre.
Foto | iStock
Vía | Scary Mommy