Ya hemos visto que el dolor de espalda suele ser un compañero habitual durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre. Pero también en el momento del parto y en el postparto puede producirse dolor de espalda. Son varios los mecanismos que pueden causar este dolor:
Esfuerzo muscular: algunos partos pueden suponer un esfuerzo importante, que puede causar una contractura muscular en la espalda que llega a mantenerse durante varios días. Tras esos momentos de tensión y empuje extremo, descubriremos agujetas donde nunca habíamos tenido.
Alteraciones en las articulaciones de la pelvis. Durante el parto, la pelvis se dilata para permitir la salida del feto. El desequilibrio relativo entre el diámetro de la pelvis de la madre y el tamaño del niño es una de las causas que pueden producir una dilatación excesiva de la pelvis. Esta dilatación puede afectar a las articulaciones sacroilíacas, en la parte posterior de la pelvis, que son las que unen la pelvis a la columna vertebral. Si eso ocurre, puede aparecer dolor y contractura muscular en la zona lumbar baja y las nalgas.
Excepcionalmente, el esfuerzo del parto puede desencadenar una fisura, protrusión o hernia discal. En ese caso, puede aparecer dolor en la zona baja de la espalda o ciática.
Luxación del coxis. Si durante el parto el paso del feto empuja el coxis hacia atrás, estirando o rompiendo fibras del ligamento que lo une al sacro, el coxis puede quedar desplazado. Es lo que se denomina luxación del coxis y puede producir un dolor intenso en la rabadilla, al final de la columna vertebral, sobre todo al sentarse sobre una superficie dura.
El parto "de espalda" o "de riñones" es aquel en el que los dolores de las contracciones se concentran en la zona lumbar. Incluso, entre contracciones también es posible sentir las molestias en la espalda.
El reposo y descanso ayudará en la mayoría de los casos a que cese el dolor, y las molestias se resuelvan espontáneamente. Aunque en otros casos puede ser necesaria la intervención médica, pueden prescribirnos analgésicos o antiinfalmatorios compatibles con la lactancia. La cirugía podría considerarse en casos extremos de luxación de coxis, o de hernia discal, por ejemplo.
Mantener una forma física adecuada, ejercitar los músculos abdominales, hacer prácticas para los pujos y cambiar de postura durante el parto pueden ser medidas que prevengan el dolor de espalda en el parto y postparto.
Vía | Espalda.org Foto | Herkie en Flickr-CC En Bebés y más | ¿Por qué es probable que me duela la espalda en el embarazo?, El embarazo y la tonificación muscular, Ejercicio durante el embarazo: recomendaciones generales (I) y (II)