Si eres de los que piensan que todos los helados son malos para nuestros hijos, estas recetas están pensadas para convencerte de lo contrario. Existen helados saludables y están a nuestro alcance.
Te proponemos deliciosas recetas de helados, sorbetes y polos caseros para que los prepares con tus hijos desde ya.
Eso sí, para darles lo mejor, es recomendable que evitemos los azúcares libres y utilicemos ingredientes frescos y de calidad.
Polos
De mango, plátano y frambuesas
Para esta sencilla receta solo necesitamos mango, plátano, 80 gramos de frambuesas, el zumo de media naranja y esencia de vainilla. Mejor que la fruta esté bien madura, para que nuestros polos tengan un sabor dulce.
Batiremos todos los ingredientes, congelaremos en unidades y cuando esté listo... ¡a disfrutar!
De yogur y arándanos
Otra receta fresca e igual de saludable, para que luego se diga que los polos son solo hielo. Para estos usamos un yogur natural de 190-200 gramos, 120 gramos de arándanos frescos, dos cucharadas de azúcar o edulcorantes sin calorías.
Como podrás comprobar refrescan, aunque son pobres en calorías y sacian al tener proteínas de buena calidad.
De fresa y yogur griego
La forma más sencilla de preparar unos polos es triturando nuestra fruta preferida, y si la mezclamos con un buen yogur el resultado será mucho más agradable, más cremoso y suave. La cantidad de azúcar a añadir lo ajusta cada uno a su gusto.
De plátano con chocolate
Si en casa os gusta el plátano y también os gusta el chocolate, esta receta os encantará. ¿Qué lleva? 2 plátanos grandes algo maduros, 150 gramos de chocolate negro para fundir, 30 ml de aceite de girasol, coco rallado, nueces picadas y confetti de azúcar.
Se pueden servir al momento o devolver al congelador. Eso sí, cuando estén congelados del todo, es mejor guardarlos en un recipiente hermético y consumirlos en una semana como máximo.
Bombón de vainilla y cobertura de chocolate
Una actividad perfecta para pasar una tarde de verano en compañía de los niños y disfrutar relamiendo los restos de chocolate que seguro que quedarán. Pueden hacerse sin lactosa usando un chocolate de buena calidad. En cuanto a la cantidad de azúcar: al gusto.
De sandía, chocolate y té verde
Una extraña combinación de sabores, texturas y temperaturas; un postre ideal para terminar una cena y mostrar a los niños una forma divertida de preparar y comer fruta. Solo hay que tener la precaución de sustituir el té verde por una infusión que no contenga excitantes.
De maracuyá
Estos polos son perfectos para consumir en el desayuno (para sustituir un zumo de frutas clásico), pero también como postre o en la merienda. Son ideales para que los niños prueben nuevos sabores mientras disfrutan saboreando un helado bien fresco.
Si quieres que te queden perfectos de forma, puedes optar por comprar unos moldes para polos.
De melón y pepino
Los tendremos listos en menos de cinco minutos y en solo unas horas ya los podremos disfrutar.
Para desmoldar más cómodamente, podemos meterlos unos segundos bajo el chorro de agua y así extraerlos de un modo más sencillo.
De cereza y coco
Son muy dulces y resultan de lo más refrescantes a cualquier hora del día. Ambas frutas combinan muy bien, complementándose a la perfección. Si queremos que se queden las capas de sabor bien diferenciadas hay que esperar más tiempo a que se congelen.
De arándanos
Son muy fáciles de preparar, tanto con Thermomix como sin ella. Si no tienes moldes para polos, puedes usar cualquier otro, mejor si son pequeños y de silicona, más fáciles de desmoldar.
Si optas por un molde grande de plumcake, tendrás una elegante presentación y se puede cortar en rebanadas.
De yogur griego y frambuesas
La combinación de un yogur cremoso con frutos del bosque es, sencillamente, deliciosa, además de saludable. En cuanto al yogur, mejor el de estilo griego, más cremoso. Procura escurrir bien el líquido que suele contener.
Helados
De tarta de queso con cerezas
Si usas queso fresco batido desnatado y bajo en grasas, y nata ligera sin lactosa, es apto para intolerantes que admiten el yogur y otros lácteos con probióticos. Se puede elaborar también con arándanos, fresas o frambuesas, o una mezcla de todas estas frutas.
El toque de las galletas machacadas no es imprescindible, pero al incluirlas, el sabor recuerda mucho más al de una auténtica tarta de queso.
De frutos rojos y yogur
Después de preparar alguna de las recetas que aquí te proponemos, seguro que te convences de que puedes preparar helados sin necesidad de tener heladera.
Este en concreto es un bocado refrescante y original con el que rematar una comida de verano. A causa del salvado de avena, su textura es más compacta que la de un helado tradicional, lo que evita que se derrita con rapidez. Se puede servir tal cual, sobre un cucurucho o entre obleas para helado al estilo sándwich.
Cremoso de vainilla
Tres ingredientes y diez minutos es todo lo que necesitas para tener listo este helado cremoso de vainilla que no necesita heladera. Una receta con la que despedirse de los helados industriales para siempre.
Puedes servirlo con almendras crocanti (que le aportarán un contraste de textura delicioso) o con alguna salsa para incorporar otro sabor, como salsa de toffee, de frutos rojos, de chocolate...
De plátano, mango y melón
Utilizando plátano muy maduro y mango muy aromático, tenemos una base helada perfecta para enriquecer con melón de temporada.
Refrescante, naturalmente dulce y muy cremoso, resulta delicioso a cualquier hora del día. Puedes tomarlo tal cual o añadir unos trocitos de fruta fresca, coco rallado, almendras picadas, ralladura de chocolate negro o yogur natural.
De piña y coco
Este helado es tan sencillo como preparar un batido con los ingredientes, batido que después vamos a congelar, removiendo de cuando en cuando para evitar la formación de cristales. Una forma sencillísima de disfrutar en los días calurosos.
Helado natural de fresas
Con queso fresco batido como ingrediente principal.
Para prepararlo vamos a necesitar 400 gramos de fresas, una banana de tamaño grande, medio vaso de leche o de bebida vegetal de soja o avena, el zumo de medio limón y dos tazas de queso fresco batido.
El día anterior a hacer nuestro helado, debemos congelar la fruta ya pelada y cortada en trozos. El día de la preparación debemos batir el resto de ingredientes en una licuadora y cuando esté listo incorporaremos la fruta congelada y seguiremos triturando hasta obtener una mezcla espesa.
Podemos servir con topping de frutos rojos o chocolate puro, cuyo sabor contrastará de manera irresistible con el toque ácido que aportará a nuestro helado el zumo de limón.
Mini bombones helados de fresa y yogur
Una receta estupenda para darse un caprichito fresco al terminar la comida. Además, su preparación es rapidísima y sencilla y puedes hacerlos con fresas o fresones, incluso con frambuesas, moras o cualquier otra fruta de temporada.
Melocotón y queso fresco
Este helado ligero no tiene una textura tan cremosa como los helados de yema y nata, pero es muy suave y agradable cuando se deja derretir un poco. Está muy rico acompañado de unas hojas de menta fresca, o con unas galletas machacadas por encima.
De dulce de leche
Para su elaboración solo se necesitan tres ingredientes, diez minutos y un poco de paciencia por la espera que conlleva la congelación. Si disponéis de todo ello, adelante, porque os va a encantar.
Se puede servir en un cucurucho de barquillo y espolvoreado con frutos secos o simplemente en un bol.
De arroz con leche
Muy suave y con un intenso aroma a canela, se convierte en una opción muy refrescante para finalizar cualquier comida. Además, puedes prepararlo a partir de un arroz con leche sobrante o prepararlo expresamente para hacer el helado.
De pistacho
Tiene una textura perfecta y un delicioso sabor a frutos secos tostados, nada que ver con el sabor difícil de identificar de algunos helados de pistacho comerciales.
Caramelizar los pistachos troceados logran un contraste crujiente de lo más agradable.
Sorbetes y granizados
Granizado de cerezas
Se elabora a partir de una base de cerezas deshuesadas congeladas, que se trituran con un almíbar y zumo de limón. No requiere de heladera, pero sí de una batidora potente que resista a la dureza de la fruta congelada.
Es un postre refrescante y delicioso, mucho más digestivo que los tradicionales helados.
Sorbete de plátano y fresa
Con un plátano mediano y 4 o 5 fresas puedes preparar un sabroso, saludable y refrescante sorbete. Se trata de una manera diferente de consumir fruta, ideal como postre o tentempié saludable, pues no se usa más que fruta.
Sorbete de mango y banana
Verano, fruta y bebida fría, la combinación perfecta en cuanto el calor empieza a despuntar. Este saludable sorbete incluye un mango mediano, dos bananas pequeñas, 1/2 barrita de chocolate amargo y dos cucharadas de leche semidesnatada.
Sorbete de mango y naranja
Puede hacerse con cualquier robot de cocina, porque sólo se trata de triturar todos los ingredientes y dejarlos enfriar un poco en el congelador.
Para una presentación más especial se pueden cortar unas tiras de piel de naranja en juliana o rallarla y esparcirla sobre el sorbete. Una manera excelente de que los niños coman fruta en verano.
Sorbete de plátano y fresas
El sorbete es una exquisita y refrescante forma de tomar fruta, y esta receta además muy sencilla de preparar, puesto que tan sólo vamos a necesitar un plátano maduro y cuatro o cinco fresas grandes.
Para que nuestro sorbete quede especialmente cremoso, el truco está en congelar la fruta limpia, pelada y cortada en trozos dos horas antes de su elaboración, y cuando la saquemos del congelador triturarla a velocidad máxima hasta obtener una crema densa y realmente apetecible.
Granizado de leche merengada
Esta receta de granizado de leche merengada con Thermomix puede degustarse inmediatamente, pero si tenemos tiempo y podemos guardarlo durante media hora en el congelador, cogerá más cuerpo y puede comerse con cuchara, queda un helado delicioso. Imprescindible servirlo con abundante canela molida.
Granizado de limón
No podía faltar este clásico del verano. Esta receta está realizada con Thermomix, aunque puede usarse incluso una batidora de vaso.
Las cantidades de azúcar y de limones pueden variarse al gusto, hasta encontrar la proporción correcta.