Uno de los gastos de la economía familiar donde más podemos ahorrar es el de los platos precocinados. Es sencillísimo preparar un montón de recetas idóneas para los peques y sin embargo las compramos en lugar de hacerlas nosotros. Tal es el caso de los fingers de pollo caseros que ahora vamos a preparar.
Además, la diferencia cuando los hacemos caseros es que sabemos exactamente qué ingredientes llevan y estaremos seguros de que son sanos de verdad. No tenéis más que mirar la etiqueta de algunos de estos nuggets, fingers y otros similares para que os decidáis a hacerlos en casa.
Ingredientes
- 2 pechugas de pollo enteras, 1 huevo, pan rallado, copos de maíz y sal
- Opcionalmente, pimentón dulce, polvos de curry o hierbas aromáticas para condimentar
Cómo hacer fingers de pollo caseros
Comenzamos preparando las pechugas de pollo cortándolas en tiras de un cm de ancho. Es mejor utilizar pechugas de pollo enteras que cortadas en filetes para que así los fingers sean más bien gruesos como si fueran dedos, de donde les viene el nombre.
Como queremos hacer estos fingers de pollo para los más pequeños de la casa, no vamos a condimentar el pollo nada más que con un poco de sal. Si los niños de la casa fueran mayores o si queremos hacer unos pocos fingers para nosotros, podemos hacer dos mitades y condimentar cada una al gusto.
La de los pequeños irá solamente con un poco de sal y para los niños mayores y adultos podemos dejar algunos trozos marinando durante una hora con un poco de pimentón dulce, curry, ajo picado, o algunas hierbas aromáticas, consiguiendo un sabor más interesante.
Una vez tenemos los trozos de pollo sazonados al gusto y según nuestras necesidades, tenemos que proceder a su empanado. Para ello trituramos en un mortero los copos de maíz y los mezclamos a partes iguales con pan rallado dejando la mezcla en un plato. Si podéis conseguir panko, -- el pan rallado japonés, -- mucho mejor porque los fingers quedarán más crujientes.
Para empanar, batimos un huevo duro, pasamos por él los fingers y seguidamente los dejamos sobre el plato de pan mezclado con los copos de maíz, apretando un poco para que la cobertura se pegue bien. Freímos los trozos de pollo en aceite de oliva bien caliente hasta que estén dorados y los escurrimos en papel absorbente.
Tened cuidado con los niños porque los fingers de pollo caseros mantienen mucho tiempo la temperatura por lo que al comerlos podrían quemarse. Sevid aparte un pequeño cuenco con salsa de tomate frito, mayonesa o ketchup para que los que quieran puedan mojar en ella los fingers antes de llevárselos a la boca.
Tiempo de elaboración | 30 minutos Dificultad | Fácil
Degustación
Nuestra receta de verano para los peques de fingers de pollo caseros gusta tanto a los peques como a los mayores. No tenéis más que preparar una salsa de acompañamiento y disfrutar de los trocitos de pollo recién hechos. Son excelentes para una cena improvisada, con un poco de ensalada como guarnición.
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