Si hace unos días comentamos lo importante que era para madre y bebé que al nacer estuvieran juntos, piel con piel, sin ser separados, hoy vamos a comentar algo también muy importante para la salud del bebé que puede o no hacerse en ese momento (en el momento en que el bebé sale y es ubicado sobre el pecho de su madre) como es cortar el cordón umbilical.
Durante mucho tiempo se ha cortado el cordón con máxima premura (seguro que más de una podéis contarnos que en alguno de vuestros partos cortaron el cordón enseguida), pues se creía que de ese modo se reducía el riesgo de hemorragia postparto y de ictericia neonatal. Ahora, sin embargo, se sabe que esperar unos minutos es beneficioso para el bebé y por eso, ante esta disyuntiva, vamos a explicar hoy cuándo debe cortarse el cordón umbilical, según la ciencia.
Qué dicen los estudios científicos al respecto
Hace unos años la Cochrane realizó una revisión de los estudios que se habían hecho acerca del corte del cordón umbilical. Esta revisión se actualizó en el año 2009 y para entonces se incluyeron 11 estudios, que contaban con 2989 madres y sus bebés.
En cinco de ellos se investigaron las diferencias entre el corte prematuro y corte tardío a la hora de valorar el riesgo de hemorragia postparto y se observó que no había diferencias significativas entre ambos grupos, es decir, que una de las razones por las que se cortaba rápido rapidito no está, a día de hoy, demostrada.
En lo que respecta a los niveles de hemoglobina y el hierro, dos de las grandes preocupaciones en la infancia, se demostró que los niños cuyo cordón era cortado más tarde tenían unos niveles de hemoglobina significativamente mayores, aunque esta diferencia no existía a los seis meses de edad, y vieron que estos mismos niños tenían unos niveles de ferritina también más altos, cifras que seguían siendo mayores a los seis meses.
No hubo diferencias entre los niños de uno u otro grupo en los resultados del test de Apgar a los 5 minutos de nacer, en el número de ingresos en las unidades de neonatos, en los casos de distrés respiratorio, policitemia ni ictericia. La ictericia, precisamente, era una de las “patologías” que se querían prevenir con el corte temprano del cordón, y como vemos parece no haber más niños con el corte tardío, aunque con una matización: en uno de los estudios decidieron cortar el cordón cuando dejara de latir, o cuando hubieran pasado al menos 5 minutos. Pues bien, estos niños requirieron fototerapia en más ocasiones que los niños con corte prematuro, considerándose una diferencia estadísticamente significativa.
Conclusiones
Por todo lo comentado se recomienda que no se corte el cordón umbilical que une a madre y bebé hasta que deje de latir o hasta que no hayan pasado 2-3 minutos.
Durante el primer minuto después de nacer pasan 80 ml de sangre de la madre al bebé, llegando a ser 100 ml cuando han pasado 3 minutos. Este volumen extra hace que de los 75 mg de hierro por kilo de peso con el que nace un bebé pase a tener unos 115-125 mg/kg. Este aumento es una maravillosa herramienta para prevenir la anemia en el primer año de vida. Como hay muchos niños que, por la razón que sea, tardan en aceptar la alimentación complementaria, saber que el niño tiene unas reservas adecuadas de hierro puede aportar algo de tranquilidad mientras el niño va aceptando nuevos alimentos.
Pasados los 3 minutos el volumen transferido es menor y el riesgo de ictericia (y de tener que hacer fototerapia) aumenta. Por ello es por lo que a los 2-3 minutos, si el cordón aún está latiendo, se recomienda cortarlo.
Foto | Philms en Flickr
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