Hace ya tiempo que en el blog venimos habando de las bondades del método canguro para el cuidado y el tratamiento de los bebés prematuros. No es una novedad que es tan beneficioso para los bebés como para las madres, quienes aseguran vivir una maravillosa experiencia al tener a su hijo pegado al pecho cuando antes apenas podían tocarlo cada tres horas a través de la incubadora.
Uno de los efectos mágicos que genera la práctica del método canguro es que las madres que en un principio son reacias a practicarlo, al ver la felicidad de otras madres al estar en contacto piel con piel con sus bebés sienten también la necesidad de probarlo. Y las embriaga la misma sensación, la cual sin lugar a dudas, repercute en beneficio del bebé.
Es lo que está sucediendo, por ejemplo en el Hospital Miguel Servet y en el Hospital de Barbastro de Aragón, donde han comenzado a implementar el método canguro que se va extendiendo entre las madres cuyos bebés se encuentran ingresados. Cuentan que "si tú lo haces y ven lo bien que estás, otras te imitan y poco a poco, lo haremos todas".
Los padres de los prematuros pueden sentirse protagonistas de la recuperación de sus bebés, alimentarlos con lactancia materna y cumplir la función de una incubadora humana, que se alterna con la incubadora tradicional.
Los orígenes del método son muy curiosos. Ha nacido en un pueblo de Colombia, donde debido a la escasez de incubadoras, a un par de médicos se les ocurrió que el calor de la madre podría ser beneficioso para regular la temperatura corporal de los bebés. Y no se equivocaron.
A través de los años, las investigaciones han demostrado que el método canguro disminuye las apneas y las infecciones, favorece el desarrollo motor, el bebé gana peso, regula mejor la temperatura y ayuda a aliviar el dolor de las intervenciones médicas. Gracias a todo ello, también se acorta la estancia en el hospital pues la recuperación del bebé es más rápida.
Sus ventajas han hecho que el método madre canguro comience a extenderse por muchísimas maternidades del mundo entero en las que ahora podemos ver “puestos de neonatos" en los que junto a la incubadora hay un cómodo sillón (a veces no tan cómodoa) en el que la madre (también el padre, pero más la madre por lo de la lactancia) puede permanecer el tiempo que quiera “cangureando" con el bebé.
Vía | Aragón Digital En Bebés y más | Método Canguro: el calor de la madre para el bebé prematuro, Guía práctica sobre el Método Madre Canguro