Este niño de la foto fue hallado hace cuatro días en el pesebre de una iglesia de New York, llorando y envuelto en toallas. Por esta razón, ha sido "bautizado" cariñosamente como "baby Jesús".
El padre Christopher Ryan Heanue estuvo preparando el belén de la iglesia durante la mañana y por la tarde, cuando volvió a la escena, escuchó llorar al "Niño Jesús", moviéndose entre toallas, aún con su cordón umbilical.
La iglesia, curiosamente, se llama "Iglesia del Santo Niño Jesús", y se encuentra en el barrio de Queens. Tras encontrarlo, le pusieron una toalla limpia envuelta mientras esperaban a que llegaran los servicios sanitarios.
Heanue fue preguntado por los hechos, y según leemos en ABC explicó que a pesar de que una madre había abandonado al bebé, le parecía bonito que hubiera encontrado en su iglesia una casa para su hijo. Además, dijo que ya había una pareja de jóvenes de la parroquia interesada en adoptar al niño y así tener dicho "regalo" en su comunidad y que de ese modo sería un gran milagro de Navidad.
El bebé fue trasladado a un hospital, donde verificaron que se encuentra en buen estado de salud, mientras la policía procedió a iniciar una investigación.
Aún así, aunque den con ella, poco podrán hacer a nivel legal si tenemos en cuenta que allí es legal abandonar a un bebé siempre y cuando se deje en un lugar donde esté a buen recaudo.
Si pensamos en años atrás, incluso décadas atrás, parece que las iglesias eran los lugares escogidos para dejar a los bebés que una pareja no quería y, sinceramente, ojalá se haga siempre de este modo si así se evitan situaciones mucho más violentas hacia los bebés. Al menos, que sea así mientras no haya soluciones mejores como los buzones para abandonar bebés, una solución totalmente válida y muy práctica que debería existir en todas las ciudades.
En Bebés y más | Un bebé abandonado salva la vida al ser amamantado por una policía, La historia de Carlota: la conocieron de casualidad y fueron sus padres hasta que se fue, Un perro encuentra a un bebé en la basura y le salva la vida