Uno de los temas que aún a día de hoy siguen siendo tabú es el dolor que podemos sentir las mujeres durante las relaciones sexuales. Hasta hace algunos años se había normalizado que se trataba de una de las consecuencias naturales de ser madre y que era algo con lo que debíamos convivir. Sin embargo no hay nada más lejos de la realidad: cualquier tipo de dolor se puede tratar, independientemente del tiempo que haya pasado después del (los) parto(s). De este tema hablamos con la doctora Alicia Romo, ginecóloga en Hospital Viamed Santa Elena de Madrid.
Según la doctora Romo, "es importante tener en cuenta que el dolor en las relaciones sexuales o dispareunia es frecuente en determinados momentos de la vida de la mujer, por ejemplo después de un parto (especialmente si ha habido desgarros o episiotomías y no se han tratado las correspondientes cicatrices).
Debemos tener claro que el parto natural no nos hace mas proclives a tener dolores durante las relaciones sexuales: "si el parto ha sido mas complicado, durante los primeros meses si puede haber dolor pero lo normal es que este desaparezca tras la cicatrización. Si pasados de 3 a 6 meses, continúa el dolor en las relaciones, debemos consultar al ginecólogo para que realiza una exploración y valoración".
El dolor también puede aparecer por otras causas como infecciones, cicatrices de otro tipo de cirugías, malformaciones, radioterapia, endometriosis , toma de medicamentos como anticonceptivos o psicotrópicos, en la menopausia por la falta de estrógenos que llevan a sequedad vaginal en la mayoría de las mujeres, y por supuesto por problemas psicológicos como depresión, psicosis o problemas en la relación con la pareja.
La salud sexual es muy importante en la relación de pareja pero también en la salud física y mental de la mujer. Por es tan importante acudir siempre a un profesional de la salud que identifique la causa del dolor y nos guíe hacia el tratamiento más adecuado para tratarlo.
La doctora recomienda visitar en primer lugar a un ginecólogo: "este realizará una anamnesis o estudio minucioso de los síntomas y después una completa revisión ginecológica para descartar causas físicas. Las más frecuentes son infecciones o sequedad vaginal, pero hay muchas mas que se deben descartar".
¿Qué puede causar dolor durante las relaciones sexuales y cuál es el tratamiento a seguir?
Las causas del dolor en las relaciones sexuales son muy variadas y también los tratamientos recomendados:
- Cuando el problema es orgánico (malformaciones, tabiques, endometriosis, etc.), la solución más frecuente es la quirúrgica.
- Si las causas son infecciones (como vaginitis, cistitis o herpes), la solución será tratamiento medico oral o vaginal.
- Cuando la dolor se cronifica puede acabar convirtiéndose en vaginismo. En este caso la mujer evita la actividad sexual y su cuerpo acaba reaccionando ante cualquier intento de contacto, como si fuera una fobia que le impide disfrutar de las relaciones sexuales. En este caso es recomendable seguir un tratamiento multidisciplinar que haga un diagnóstico tanto a nivel psicológico como a nivel físico.
- Si la causa es por cicatrices causadas por el parto o por cualquier otro tipo de cirugía realizada en la zona, lo más conveniente es acudir a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para elaborar un plan de recuperación. En este caso se puede tratar con fisioterapia manual y/o con aparatología.
- Si la causa es por sequedad como sucede en la menopausia, postparto o por la toma de anticonceptivos, el tratamiento será mas local con lubricantes, hidratantes con acido hialurónico, aceites o en el caso de la menopausia tratamientos hormonales por vía oral o local (cremas u óvulos).
- Si la causa es psicológica por malas experiencias, complejos, miedo a un embarazo, o a las huellas físicas que ha dejado el tener un bebé, es importante consultar con un especialista en salud sexual, psicólogo o sexólogo.
Es fundamental entender que las mujeres debemos disfrutar en un sentido amplio de nuestra vida sexual sin dolor, y que si este aparece debemos acudir a un profesional que nos haga un buen diagnóstico en el que englobe todas los factores que influyen en nuestra vida sexual (tanto los físicos como los emocionales), y que identifique cuál es el mejor tratamiento para tratar nuestro caso.