Fibromialgia y embarazo: ¿son compatibles?
Una enfermedad de la que afortunadamente tiene cada vez más visibilidad es la fibromialgia, una afección crónica que parece invisible a los ojos y a las analíticas tradicionales, pero que deteriora de una forma impresionante la calidad de vida de quien la padece (que en su mayoría suelen ser mujeres). Por eso es importante investigar y divulgar acerca de este tipo de patologías y la incidencia que puede tener en un momento en el que el cuerpo experimenta tantos cambios como es el embarazo.
¿Qué es la fibromialgia?
Según la definición del Ministerio de Sanidad Español, "se trata de una nefermedad crónica de etiología desconocida, caracterizada por la presencia de dolor crónico musculoesquelético generalizado, que suele coexistir con otros síntomas, fundamentalmente fatiga y problemas de sueño, pero también pueden estar presentes parestesias, rigidez articular, cefaleas, sensación de tumefacción en manos, ansiedad y depresión, problemas de concentración y memoria.". Generalmente el estado de la persona puede tener fluctuaciones en la intensidad a lo largo del tiempo y siempre se diagnostica de forma clínica (es decir, sin pruebas analíticas porque estas no son capaces de determinarla).
¿Puedo quedarme embarazada si tengo fibromialgia?
Cualquier mujer que padezca fibromialgia puede quedarse embarazada, ya que la enfermedad afecta directamente al sistema nervioso pero no al reproductivo de ninguna forma.
Sin embargo un aspecto importante a tener en cuenta que la mayoría de la medicación para esta enfermedad es incompatible con el embarazo, así que se debe consultar con el médico antes (si es posible), y durante todo el periodo de gestación acerca de los cambios necesarios en las terapias que llevan a cabo las pacientes.
¿La fibromialgia puede producir complicaciones diferentes a las que puede sufrir cualquier mujer?
Los estudios que se han hecho al respecto apuntan a que la fibromialgia solo puede producir complicaciones respecto de la misma enfermedad, pero no en cuanto al período de la gestación ni al parto, ya que los embarazos suelen llegar a término.
Una de esas investigaciones, realizada por Temple University, afirma que los síntomas de la enfermedad pueden aumentar, especialmente el dolor, la sensación de cansancio y el entumecimiento de las extremidades, debido a los cambios que experimenta el cuerpo durante el embarazo.
Es importante recalcar que la fibromialgia es una enfermedad cuya investigación aún es incipiente y a la que le queda mucho camino por recorrer. Por eso es importante tener en cuenta que cada cuerpo es un mundo y estas afirmaciones no son la regla general, ya que se han presentado casos en los que madres gestantes han experimentado una disminución de su sintomatología, probablemente producida por un aumento de la relaxina, una hormona cuya producción aumenta en momentos puntuales durante el embarazo y el parto gracias a la presencia de la placenta.
¿Qué recomendaciones se deben tener en cuenta ante el embarazo de una mujer con fibromialgia?
Cada persona suele conocer muy bien su cuerpo, y si hablamos de una persona que padece fibromialgia, seguramente esto sea una regla. Teniendo en cuenta que el embarazo puede convertirse en un dura prueba para quien la padece, lo más importante a tener en cuenta es que debemos anticiparnos a cualquier escenario que se pueda presentar:
- Contar con ayuda en cualquier momento que lo necesitemos.
- Acudir a un fisioterapeuta experto que nos pueda indicar las mejores posturas para descansar o las terapias no farmacológicas que podemos poner en práctica para reducir el dolor.
- Mantener a raya el estrés.
- Informarte sobre experiencias de otras madres que padezcan la enfermedad.
- Contar con un equipo médico que pueda comunicarse entre sí y que esté coordinado ante cualquier eventualidad.
En Bebés y Más | "Mingabe", cuentos para entender la fibromialgia