La endometriosis es una dolencia crónica, benigna e invasiva que se produce en el endometrio, que es la capa de tejido que recubre el interior del útero y permite la implantación del embrión, en caso de embarazo, o bien se expulsa en forma de regla si éste no se produce.
Esta enfermedad hace que el sangrado, en lugar de dirigirse hacia la vagina se dirija a las trompas de Falopio o se filtre fuera de la cavidad uterina a través de los vasos sanguíneos y linfáticos hacia los ovarios, el intestino u otras zonas del abdomen, provocando lesiones inflamatorias, problemas de fertilidad y alteraciones o fuertes dolores menstruales, en la mayoría de los casos.
Se calcula que la endometriosis afecta al 15% de las mujeres españolas en edad fértil, y sus síntomas empiezan a manifestarse ya en la adolescencia, con la aparición de las primeras reglas dolorosas.
Con motivo del Día Mundial de la Endometriosis hemos hablado con la doctora Juana Crespo, especialista en reproducción asistida y directora del centro de fertilidad Equipo Juana Crespo, para saber más acerca de los síntomas de endometriosis y el impacto que supone para la calidad de vida de las adolescentes que la sufren.
Un dolor de regla que no cede con analgésicos debería hacernos sospechar
Se calcula que un tercio de las mujeres en edad reproductiva sufren fuertes dolores menstruales, caracterizados por calambres, cólicos, dolor en la parte baja del vientre que se irradia a las piernas y zona lumbar, e incluso náuseas e hinchazón abdominal. A estos dolores -que llegan a ser incapacitantes en muchos casos- se los conoce con el nombre de 'dismenorrea'.
Durante mucho tiempo la sociedad ha normalizado los dolores de regla, haciendo creer a la mujer que la menstruación es un proceso doloroso que mejora tras el embarazo y parto. Incluso la propia doctora Crespo afirma que entre el colectivo de ginecólogos tampoco se daba la debida importancia a los dolores de regla hasta hace un tiempo:
"Muchos ginecólogos teníamos la idea, hace 30 años, de que el dolor de regla no tenía ninguna repercusión, porque la solución que les recomendábamos a las mujeres era que se quedaran embarazadas y el dolor pasaría. Pero lo que no conocíamos en ese momento es que si una mujer se queda embarazada tarde, ese dolor no va a pasar. Además, es muy probable que no pueda quedarse embarazada ya que la endometriosis es una de las principales causas de infertilidad"
"Los médicos debemos empezar a planear cómo tratar la enfermedad cuando esta comienza en la adolescencia. Porque no es normal que una niña que presenta dolor de regla, se tome un antiinflamatorio y el dolor no cese. No es normal que no pueda hacer sus actividades, estar con sus amigos o ir al colegio o al instituto porque le duele la regla" - insiste la doctora Crespo.
¿Cómo se diagnostica la endometriosis en la adolescencia?
Aunque, como acabamos de ver, la endometriosis empieza a desarrollarse en la adolescencia, con el inicio de la menstruación regular, suele diagnosticarse entre los 25 y los 35 años, cuando la enfermedad ya ha alterado la calidad de vida de la mujer, afectando a sus relaciones de pareja, familiares, laborales e incluso a su reproducción.
Este retraso en su diagnóstico hace que a la endometriosis se la conozca como 'la enfermedad silenciosa': "El problema es que no existe un marcador definitivo de endometriosis sí o no. Por eso, el diagnóstico en la adolescencia es muy complicado, si bien existen unos parámetros que deberían hacer sospechar al médico" - nos explica la doctora Juana Crespo.
En este sentido, además del dolor menstrual que mencionábamos más arriba, el médico puede sospechar de endometriosis cuando:
- Existen antecedentes familiares de mujeres con endometriosis o reglas muy dolorosas
- La ecografía ginecológica puede mostrar alteraciones en el útero o en su posición, implante endometriósico pélvico o la presencia de quistes endometriósicos
- Existen alteraciones digestivas, molestias abdominales y/o evacuaciones intestinales dolorosas
¿Cómo se trata la endometriosis?
En este sentido es importante hacer un diagnóstico preciso de los órganos afectados y su nivel de afectación, revisar los hábitos de vida de la paciente y el tipo de alimentación que lleva (a veces, incluir ciertos cambios ayuda a mejorar los síntomas), evaluar el mejor tratamiento a seguir -incluida la posibilidad de realizar cirugías específicas para mejorar la anatomía y funcionalidad uterina- y realizar un seguimiento de la paciente durante toda su vida fértil.
Este último punto es especialmente importante pues la endometriosis es una de las principales causas de infertilidad femenina, llegando a afectar hasta un 30-50% de mujeres, según datos de la Asociación Endometriosis España (AEE):
"Es sabido que la endometriosis genera adherencias y lesiones que dificultan las funciones de los órganos reproductivos como los ovarios, las trompas y el útero. Pero además, los implantes afectan a la ovulación y a la fecundación. De hecho muchas mujeres con quistes endométricos tienen disminuida su reserva y calidad ovocitaria, lo que dificulta enormemente lograr un embarazo"
Por todo ello es fundamental acudir al ginecólogo si nuestra hija adolescente presenta dolores menstruales fuertes o hay antecedentes de endometriosis en la familia. El abordaje temprano desde una unidad especializada en esta enfermedad no solo ayudaría a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de la paciente, sino a evitar problemas futuros de fertilidad.
Foto | iStock, Pixabay
Agradecimientos | Doctora Juana Crespo, especialista en reproducción asistida y directora del centro de fertilidad Equipo Juana Crespo
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