Un nuevo informe del Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos (NTP) sugiere que la contaminación del aire relacionada con el tráfico aumenta el riesgo de que una mujer embarazada sufra hipertensión.
Se trata de un trastorno importante que puede provocar un parto prematuro o incluso poner en riesgo la vida del bebé si termina desarrollándose preeclampsia o eclampsia. de ahí la importancia de evitar la contaminación.
Los peligros de la contaminación
La doctora Brandy Beverly, autora principal e investigadora del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, señala:
"Cuando estas mujeres están expuestas a la contaminación del tráfico durante todo el embarazo, la probabilidad de desarrollar preeclampsia aumenta aproximadamente un 50 por ciento".
Examinaron los componentes de la contaminación, como el óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, carbono negro y carbono elemental, y también parámetros como la densidad del tráfico y la proximidad de las madres a las carreteras principales.
Los resultados sugieren que las mujeres que viven a menos de medio kilómetro de una carretera principal o en zonas de alta densidad de tráfico pueden tener un mayor riesgo de desarrollar hipertensión del embarazo.
La contaminación atmosférica relacionada con el tráfico (TRAP) proviene de la combustión de combustibles fósiles por parte de los vehículos de motor. Estas emisiones de los vehículos son mezclas de gases y partículas que se inhalan fácilmente y que tienen efectos adversos para la salud. Se sabe que es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares, incluyendo la hipertensión.
Cómo afecta la hipertensión en el embarazo
Se considera hipertensión si los valores son superiores a 140/90 (tensión arterial asistólica o máxima/tensión diabólica o mínima).
Estos desórdenes son bastante comunes y aunque la mayoría son leves, otros pueden constituir un serio riesgo para la salud de la madre y del bebé. Por esa razón, se controla la tensión en el embarazo durante las revisiones.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre todos los estados hipertensivos del embarazo, la preeclampsia, al igual que la eclampsia, sobresale como una de las principales causas de morbilidad y mortalidad maternas y perinatales.
La preeclampsia, o presión arterial alta con proteína en la orina o deterioro de la función hepática o renal, en la segunda mitad del embarazo.
Si la preeclampsia empeora y provoca convulsiones, se convierte en eclampsia, una afección grave para la madre y el niño que puede ser mortal.
Este estudio surgió a petición de pediatras y especialistas que querían saber hasta qué punto la contaminación del aire afecta a la salud de los niños.
Vía | National Institute of Environmental Health Sciences
Fotos | iStock
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