Hay factores de riesgo cardiovascular que debemos evitar durante toda la vida para gozar de una buena salud. Entre ellos, la obesidad, la hipertensión o el tabaquismo. Un estudio realizado a más de 18 millones de embarazadas ha concluido también la necesidad de controlarlos antes del embarazo, ya que existe una relación estrecha y gradual entre la salud cardiaca de la madre y las complicaciones durante la gestación y el parto.
La investigación, publicada en el European Journal of Preventive Cardiology), habla de la posibilidad de ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI) materna, parto prematuro, bajo peso al nacer y muerte fetal.
"La salud cardiaca general antes del embarazo debe ser una prioridad"
La doctora Sadiya Khan, de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, en Chicago (Estados Unidos) y autora del estudio señala que "los factores de riesgo cardiovascular individuales, como la obesidad y la hipertensión, presentes antes del embarazo, se han asociado a malos resultados tanto para la madre como para el bebé".
"Nuestro estudio muestra ahora una relación dependiente de la dosis entre el número de factores de riesgo y varias complicaciones. Estos datos subrayan que mejorar la salud cardiaca general antes del embarazo debe ser una prioridad."
El estudio fue un análisis transversal de los datos maternos y fetales del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) de Estados Unidos, que recoge información sobre todos los nacimientos vivos y muertes fetales después de las 20 semanas de gestación. Los datos a nivel individual se agruparon a partir de los nacimientos de mujeres de entre 15 y 44 años de edad entre 2014 y 2018.
Una investigación exhaustiva
Los investigadores examinaron la presencia de cuatro factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en las mujeres antes del embarazo: peso corporal poco saludable, tabaquismo, hipertensión y diabetes. Calcularon los riesgos relativos de ingreso materno en la UCI, de parto prematuro (antes de las 37 semanas), de bajo peso al nacer (menos de 2.500 g) y de muerte fetal asociados a los factores de riesgo (1, 2, 3 o 4) en comparación con los que no tenían factores de riesgo (0).
Todos los análisis se ajustaron por edad materna en el momento del parto, raza/etnia, educación, recepción de atención prenatal, paridad y pluralidad de nacimientos.
Se incluyeron en el análisis un total de 18.646.512 embarazos. La edad materna media era de 28,6 años. Más del 60% de las mujeres tenían uno o más factores de riesgo cardiovascular antes del embarazo, y el 52,5%, el 7,3%, el 0,3% y el 0,02% tenían 1, 2, 3 y 4 factores de riesgo, respectivamente.
En comparación con las mujeres sin factores de riesgo previos al embarazo, las que presentaban los cuatro factores de riesgo (3.242 mujeres) tenían un riesgo aproximadamente 5,8 veces mayor de ingreso en la UCI, 3,9 veces mayor de parto prematuro, 2,8 veces mayor de bajo peso al nacer y 8,7 veces mayor de muerte fetal.
El análisis se repitió en mujeres que tenían su primer bebé, excluyendo a las que habían tenido embarazos anteriores, ya que según la doctora Khan "el aumento de peso durante la gestación puede dar lugar a un IMC más elevado en el siguiente embarazo".
Señala que entre uno y otro estudio vieron "resultados muy similares, lo que refuerza los hallazgos en la cohorte completa".
Aumento de los factores de riesgo a edades más tempranas
La autora del estudio asegura que "los niveles de obesidad e hipertensión antes del embarazo están aumentando y hay algunos indicios de que las mujeres están adquiriendo factores de riesgo cardiovascular a edades más tempranas que antes".
"Los embarazos se producen más tarde, lo que da más tiempo a los factores de riesgo para acumularse. En conjunto, esto ha creado una tormenta perfecta de más factores de riesgo, aparición más temprana y embarazos más tardíos".
A la vista de los resultados, la doctora apuesta por la necesidad de "realizar una evaluación cardiovascular más completa antes del embarazo, en lugar de centrarse en factores de riesgo individuales, como el IMC o la presión arterial, de forma aislada".
Para concluir, asegura que "tenemos que cambiar nuestro enfoque para priorizar y promover la salud de las mujeres como sociedad".
"En lugar de limitarnos a identificar la hipertensión, evitemos que la presión arterial se eleve".
Vía | Sociedad Europea de Cardiología
Fotos | iStock y Thinkstock
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