Mientras que en Europa, los movimientos antivacunas constituyen una de las principales amenazas para la salud de sus ciudadanos, en otros lugares del mundo celebran con gran alegría la llegada de las primeras vacunas entregadas por un drone.
Ha ocurrido en una isla de Vanuatu, en el Pacífico Sur, donde uno de cada cinco niños no pueden vacunarse debido a las complicadas condiciones del terreno que impiden el transporte seguro de las vacunas. Pero gracias a la tecnología, se abre una nueva esperanza para que niños y embarazadas puedan mejorar sus condiciones de vida y salud.
Un bebé de un mes, el primero de la historia en recibir una vacuna entregada por un drone
Su nombre es Joy Nowai y solo tiene un mes de vida. Nació en una remota isla del archipiélado de Vanuatu, un país del Pacífico Sur constituido por 83 islas volcánicas con caminos de muy difícil acceso, que impiden que las vacunas puedan llegar al 20 por ciento de los niños.
Joy hubiera podido ser uno de esos bebés al que no pueden vacunar por este motivo, pero gracias a un acuerdo alcanzado por Unicef y el Ministerio de Salud de Vanuatu, la suerte ha cambiado para él y para muchos otros niños de estas islas.
El drone encargado de llevar las vacunas hasta la recóndita aldea de Cook, en Vanuatu, sobrevoló casi 40 km de zonas montañosas y escarpadas con unas cajas de espuma de poliestireno con placas frías y sensores electrónicos, que monitorizaban la temperatura de las vacunas. Al llegar a su destino, la caja con las vacunas fue recepcionada por enfermeras certificadas, quienes se encargaron de suministrárselas a los niños y las embarazadas.
El uso de la tecnología para mejorar la asistencia humanitaria
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia ve una gran oportunidad en el uso de la tecnología drone para mejorar la asistencia humanitaria en sitios donde las dificultades del terreno impiden que las vacunas puedan ser transportadas con total seguridad.
Así lo explicaba Miriam Nampil, enfermera de Unicef en Vanuatu, y responsable de suministrar las vacunas entregadas por este drone:
"Es muy difícil llevar las neveras que conservan la cadena de frío de las vacunas, a través de ríos, montañas, bajo la lluvia, o con multitud de salientes rocosos. En ocasiones he tenido que depender de los pequeños barcos locales, pero muchas veces se cancelaban los viajes por culpa del mal tiempo"
"Además, como el viaje suele ser largo y difícil, solo puedo ir allí una vez al mes para vacunar a los niños. Pero ahora, con estos drones, esperamos llegar a muchos más niños en las áreas más remotas de la isla"
Ante el éxito que ha tenido el primer vuelo de esta pequeña aeronave no tripulada, el Gobierno de las islas ya se ha mostrado interesado en integrar este modelo de reparto en su programa nacional de salud, para transportar medicinas y otros suministros.
Por su parte, Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de Unicef ha puesto de manifiesto que lo ocurrido tiene un "enorme potencial", no solo para Vanuatu, sino para los miles de niños en todo el mundo que no tienen acceso a las vacunas: "El pequeño vuelo de hoy en avión no tripulado es un gran salto para la salud mundial"
Vía UNICEF