El embarazo es una etapa compleja, a nivel psicológico, físico y social. Además existen diferentes condicionantes personales o de salud (como la edad de la madre, el número de fetos o patologías previas) que hacen que un embarazo sea considerado de alto riesgo, lo que implica mayores posibilidades de que se presenten problemas antes, durante o después del parto, tanto para la madre y su bebé.
Por suerte los avances médicos hacen que, aparte de un mayor número de ecografías, pruebas de control y visitas al obstetra, el embarazo llegue a buen término, pero eso no evita que la mujer sienta una mayor intranquilidad que si fuera normal.
Un nuevo estudio viene a suavizar el diagnóstico al aportar una consecuencia positiva al embarazo de alto riesgo: investigadores de la Universidad de Granada (UGR), han comprobado que los bebés nacidos de embarazo de alto riesgo tienen un mayor desarrollo tanto cognitivo como motor.
Estudio de los bebés a los seis meses de edad
El epidemiólogo David Barker (1938-2013) propuso la Teoría de Programación Fetal, según la cual, los fetos están condicionados a la salud materna, y problemas durante el embarazo pueden relacionarse con el desarrollo de enfermedades adultas.
Siguiendo esta hipótesis, el equipo de investigación de la UGR quiso comprobar si los bebés nacidos de embarazos de alto riesgo por problemas médicos, ofrecían un neurodesarrollo diferente a los que se desarrollaron en una gestación de bajo riesgo.
Para lograrlo, evaluaron a un total de 91 bebés a los seis meses de edad, en tres ámbitos del desarrollo: cognitivo (o cómo los bebés piensan, reaccionan y aprenden acerca del mundo que le rodea); lenguaje (entendido en los intentos de comunicación), y desarrollo motor fino (dedos de las manos) y grueso (tronco y extremidades).
Los principales resultados de la investigación 'El desarrollo neurológico de los bebés con embarazos de alto y bajo riesgo a los 6 meses de edad' (Neurodevelopment of high and low-risk pregnancy babies at 6 months of age), publicada en la revista Midwifery, muestran que los bebés nacidos de embarazo de alto riesgo tienen un nivel de desarrollo mayor, tanto en desarrollo cognitivo como en desarrollo motor.
El autor principal de esta investigación, Borja Romero González, del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico y al Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) matiza que esto no implica que el resto de los bebés vayan a tener problemas:
“Es importante destacar que los bebés nacidos de mujeres embarazadas de bajo riesgo tenían un desarrollo normal para su edad, por lo que estos hallazgos no implican que no tomar dicha medicación tenga un impacto negativo para el desarrollo de los bebés”.
La heparina en los embarazos de alto riesgo
Borja Romero explica que este hecho puede deberse a la medicación que toman las mujeres durante el un embarazo de alto riesgo, que a menudo suelen ser anticoagulantes (como la heparina):
“Este tipo de medicación parece que puede contribuir a aumentar el flujo sanguíneo en la mujer embarazada, por lo que el feto recibiría más sangre de la madre, y eso podría contribuir a su vez a la mejora en su desarrollo”.
Según el autor principal del estudio, lo destacable de estos resultados es comprender cómo los cuidados durante el embarazo pueden contribuir al desarrollo fetal y “dar un mensaje de tranquilidad a las mujeres que tienen diversos problemas médicos o psicológicos. Es importante cuidar adecuadamente su salud durante el embarazo y consultar a los especialistas adecuados”.
Vía | Universidad de Granada
Fotos | iStock
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