Breve diccionario de la salud visual infantil

La salud también está en los ojos y hoy para comprender mejor los síntomas de los problemas más comunes de visión en los niños traemos un breve diccionario de la salud visual infantil. Astigmatismo, estrabismo, miopía, ojo vago... Nos acercamos a todos estos trastornos que afectan a la vista de los más pequeños para comprenderlos mejor.

  • Astigmatismo. Es un tipo de error de refracción del ojo, que provoca visión borrosa. Con el astigmatismo, la córnea está anormalmente curvada, lo cual provoca que la visión esté desenfocada. Se desconoce la causa del astigmatismo, aunque se sabe que normalmente está presente desde el nacimiento. Con frecuencia, el astigmatismo sucede junto con miopía o hipermetropía, que tratamos más adelante. En los niños, el astigmatismo que no se corrige en solo un ojo puede causar ambliopía u ojo vago.

  • Cataratas congénitas. Consiste en la opacidad del cristalino del ojo (normalmente transparente) que está presente al nacer. Las cataratas pediátricas no son muy frecuentes pero han de ser tratadas lo más precozmente posible, ya que son una causa importante de ceguera. Las cataratas que aparecen al nacimiento o en los primeros años de la vida constituyen un serio obstáculo en el desarrollo del sistema visual de los niños.

  • Estrabismo. Es la desviación del alineamiento de un ojo en relación al otro, impidiendo la fijación de los dos ojos en la misma dirección, en el mismo punto del espacio, lo que comúnmente se conoce como "ojo bizco". El estrabismo ocasiona una visión binocular incorrecta que puede afectar adversamente a la percepción de la profundidad. Cuando el estrabismo es congénito o se desarrolla durante la infancia, puede causar ambliopía u ojo vago. El estrabismo es normal en los primeros meses del bebé, pero si perdura hay que consultar al oftalmólogo.

  • Glaucoma congénito. Consiste en una enfermedad de los ojos que se caracteriza generalmente por el aumento patológico de la presión intraocular, por falta de drenaje del humor acuoso y tiene como consecuencia la pérdida progresiva de las fibras nerviosas del nervio óptico y cambios en su aspecto. El glaucoma no es muy frecuente en la edad pediátrica (afecta a 1 de cada 30000 recién nacidos vivos) pero en los niños que lo padecen puede provocar una pérdida visual severa e irreversible si no se detecta y se trata a tiempo.

  • Hipermetropía. Es un defecto ocular de refracción, debido casi siempre a que el ojo es muy corto en su eje antero-posterior. Es un defecto muy frecuente, aunque no es progresivo ni tiene repercusiones graves. La personas con hipermetropía tiene problemas de visión a distancias cortas, pudiendo ver con mayor claridad a distancias lejanas. El ojo no puede enfocar objetos situados más cerca de una determinada distancia.

  • Miopía. Es otro tipo de error de refracción del ojo y provoca visión borrosa. Una persona con miopía tiene dificultades para enfocar bien los objetos lejanos, lo que provoca déficit de agudeza visual y en ocasiones dolores de cabeza, estrabismo, incomodidad visual e irritación del ojo. La hipermetropía, la miopía y el astigmatismo son los principales defectos de refracción o ametropías, se pueden corregir con lentes y en algunas ocasiones con cirugía.

  • Oftalmólogo pediátrico. Son los oftalmólogos (doctores en medicina) especialistas que diagnostican, hacen seguimiento y tratan los problemas oculares de los niños. Si sospechamos que el niño tiene algún problema en la vista lo ideal es acudir a este tipo de especialista. En ocasiones es el pediatra el que recomendará la visita al detectar algún trastorno en las revisiones.

  • Ojo vago o ambliopía. Consiste en la pérdida de la capacidad de un ojo para ver los detalles y la causa más común es el estrabismo y también hipermetropía, miopía o astigmatismo, sobre todo si es mayor en un ojo. Es fundamental detectar la ambliopía antes de los cinco años porque los niños tratados antes recuperan casi completamente la visión normal, aunque pueden seguir teniendo problemas con la percepción de la profundidad.

  • Retinoblastoma. Es un tumor maligno que suele aparecer durante los tres primeros años de vida. El ojo o los ojos afectados pueden tener pérdidas visuales y las pupilas se vuelven de color blanco. La forma heredada puede presentarse en uno o ambos ojos y, generalmente, afecta a los niños más pequeños. El retinoblastoma presente solo en un ojo es no hereditario y afecta prevalentemente a niños mayores.

Recuerda llevar a las revisiones habituales a tu hijo y si detectas algún problema en la visión de tu hijo, o dolores de cabeza frecuentes, un oftalmólogo debe hacerle un examen completo. No lo dejes pasar, podría tratarse de uno de estos problemas de salud visual infantil y han de detectarse cuanto antes.

Fotos | iStock
En Bebés y más | Síntomas que pueden indicar problemas visuales en los niños

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