Las lentillas o lentes de contacto son un tipo de lente pequeña, curvada, transparente y muy fina que se coloca sobre la película del lagrimal cubriendo toda la superficie del ojo. Se utilizan en combinación con las gafas para corregir ciertos problemas visuales.
Aunque tendemos a asociar su uso a la etapa adulta o adolescente, lo cierto es que también es posible utilizarlas en niños. Pero, ¿en qué casos están indicadas? ¿A partir de que edad pueden los niños utilizar lentillas? ¿Qué cuidados y precauciones hay que tomar?
Para aclarar todas las dudas sobre el uso de lentillas en niños hemos hablado con Marina Martín Pérez, Director Técnico Optometrista de Óptica Bajo Aragón y miembro del comité de expertos de Cecop España.
¿A partir de qué edad puede un niño utilizar lentillas?
Una de las dudas más frecuentes entre los padres de niños con gafas es a partir de qué edad se puede comenzar a utilizar lentillas.
Aunque Marina Martín insiste en que no hay una edad específica -pues todo dependerá de las características que tenga el ojo y de la graduación-, los especialistas indican los cuatro años como la edad mínima para empezar a utilizar lentillas, siempre que el niño y los padres estén completamente implicados en el proceso.
No obstante, la experta explica que puede haber casos en los que el uso de lentillas esté recomendado incluso en bebés, especialmente en el tratamiento de determinadas disfunciones visuales como en pacientes afáquicos, con astigmatismo, estrabismo, hipermetropías altas, miopía y ambliopía (ojo vago).
"En estos casos, la idea es que el bebe tenga una visión lo más óptima posible para que el desarrollo de su sistema visual durante los primeros años sea normalizado".
"Pero es importante encontrar un optometrista especializado en bebés. Para ello, recomiendo consultar la web del Colegio Nacional de Ópticos Optometristas y buscar en los listados profesionales de tu localidad".
¿Qué tipo de lentillas son las más recomendadas para los niños?
En cuanto a qué tipo de lentillas utilizar, Marina recomienda optar preferentemente por lentillas diarias desechables, lo que permitirá al niño olvidarse de líquidos de limpieza y estrenar lentillas nuevas cada día.
Este tipo de lentes resulta perfecta para niños pequeños o niños que comienzan a utilizar lentillas por primera vez. Destaca su cómodo uso, ya que se ponen por la mañana y se retiran y desechan al finalizar el día.
Pero cuando no es posible utilizar este tipo de lentillas, se puede recurrir a las lentillas de uso continuado. Estas lentillas no tienen que retirarse todos los días, sino que se adaptan para ser utilizadas durante una semana, un mes o incluso más, aunque es necesario mantener un control continuo con el optometrista.
¿Cómo se si mi hijo está preparado para llevar lentillas?
Para saber si el niño está preparado para comenzar a llevar lentillas, la optometrista recomienda a los padres fijarse en el nivel de autonomía y responsabilidad del niño sobre su propia higiene personal, pues este aspecto resultará clave para evitar infecciones oculares.
¿Qué cuidados debe seguir el niño que utiliza lentillas?
Si tu hijo va a comenzar a utilizar lentillas, la experta ofrece las siguientes recomendaciones para un uso seguro:
- Al principio serán los padres quienes manipulen las lentillas del niño, enseñándole cómo ponérselas, cómo conservarlas correctamente y cómo cuidarlas (en caso de que no sean lentillas desechables).
- Antes de manipular las lentillas, tanto los padres como el niño deberán lavarse correctamente las manos con agua y jabón. Las uñas también deben estar perfectamente recortadas y limpias.
- No pondremos lentillas si vemos que el ojo presenta legaña, rojeces o irritaciones. En estos casos es necesario consultar con el especialista por si existiera un problema de conjuntivitis.
- No exceder en el uso de lentillas el número de horas recomendadas por el especialista. En este sentido, la optometrista recuerda que las lentillas nunca van a reemplazar el uso de gafas, que deberán seguir utilizándose para descansar los ojos.
- Por último, Marina Martín aconseja a los padres seguir en todo momento las indicaciones del especialista y consultar cualquier duda o problema que pueda presentarse, así como acudir a revisiones periódicas con el optometrista y el oftalmólogo.
Situaciones de riesgo que hay que evitar con el uso de las lentillas
Además de la falta de higiene en la manipulación de las lentillas, existen tres situaciones de riesgo que podrían acarrear importantes problemas en la salud ocular del niño:
- Llevar las lentillas más horas de las recomendadas por el especialista.
- Dormirse con las lentillas puestas, a menos que así se indique.
- Hacer un mal uso de los líquidos de limpieza.
"Estas prácticas pueden ocasionar sequedad ocular, conjuntivitis a incluso una úlcera. Si aparece alguno de estos problemas, el uso de lentillas estará contraindicado durante un tiempo o incluso de manera definitiva" - advierte la experta.
No cabe duda de que las lentillas son una excelente opción también en el caso de los niños (e incluso bebés), pues son cómodas, permiten mayor libertad de movimiento y la posibilidad de hacer deporte, jugar o saltar sin la limitación de las gafas.
Pero para que su uso sea seguro debe estar recomendado y controlado por el especialista, y ser muy estrictos en la higiene y cuidados a la hora de manipularlas y mantenerlas.
Fotos | Portada (DepositPhotos); Foto 1 (Pixabay); Foto 2 y 4 (Pexels - Nataliya Vaitkevich); Foto 3 (Pexels)
Agradecimientos | Marina Martín Pérez, Director Técnico Optometrista de Óptica Bajo Aragón y miembro del comité de expertos de Cecop España.
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