Cuando el bebé rechaza el pecho (V)

Hay medicamentos que contribuyen a aumentar la oferta disponible de leche, aumentando la producción, pero es importante destacar que deben ser prescritos por un especialista y tomarse de manera temporal y en las dosis indicadas.

Suelen usarse para inducir la lactancia en casos de adopción y también son útiles para las mamás que tienen el niño hospitalizado o sufren una bajada brusca de la producción por el rechazo del bebé al amamantamiento. Por supuesto, como decía, debemos acudir al médico para que nos los indique y nos ajuste la dosis, por lo que no es adecuado tomarlos sin el consejo del especialista.

Es indispensable saber que cualquier producto herbal o médicamentoso que produzca un efecto galactogogo no será efectivo si no se combina con una extracción o succión efectiva. Si ese mecanismo, que es el que produce la leche, no está correctamente instaurado, ningún producto va a mejorar la situación.

Galactogogos naturales

Se recomiendan hierbas que tradicionalmente se han considerado buenas para la lactancia como galactogogos naturales: alfalfa, hinojo, ortiga, cardo mariano, alcarabea, fenogreco, frambuesas, eneldo o cilantro son algunas de ellas. Su verdadero efecto solamente podría ser constatado por medio de estudios médicos serios y no son tan efectivos como la domperidona.

Hay otros productos que se comercializan con promesas sobre el aumento de la producción o la calidad de la leche, algunos recomendados en las consultas. Sin embargo pueden confundir a las madres, tanto si su lactancia es correcta como si no lo es. Si nos los mandan porque el niño va justo de peso o para mejorar la calidad de la leche, desconfiemos, pues la leche materna no mejora su calidad con ninguna medicina y para aumentar la ingesta de leche materna lo que funciona es una colocación correcta, una revisión de posibles problemas de succión y aumentar las tomas para que aumente la producción.

Promil

La idea de que estos preparados, como uno llamado Promil, del que podemos leer ampliamente en el blog de la Asociación SINA , van a evitar supuestas deficiencias en la calidad de la leche.

Sin embargo no he encontrado datos claros ni recomendaciones de organismos oficiales que consideren demostrada la efectividad del Promil y lo que conocemos científicamente sobre el mecanismo de producción de leche materna nos hace recomendar no usarlo hasta que estos se consideren ciertos por las autoridades médicas y nunca si no hay problemas reales. Ninguna mujer necesita preparados para aumentar su producción o calidad de la leche sin una razón muy clara y una vez estudiados todos los factores.

¿Cuando hace falta el galactogogo?

Solamente si la madre de verdad está en una situación especial que provoque una baja producción lo que necesita es ayuda para recuperar la correcta succión, mantenimiento de la producción con extracción y, en último caso, un galactogogo demostradamente efectivo; la domperidona habitualmente. Una relacctación o una lactancia inducida pueden hacer recomendable el uso de un galactogogo, pero siempre será bajo estricta supervisión facultativa.

Antes de utilizar cualquier substancia para aumentar el suministro de leche se requiere de una exhaustiva evaluación del suministro de leche materna actual y de la eficacia de la transferencia de leche. Solamente deberían tomarlos las madres adoptivas y, una vez evaluada la posible conveniencia del medicamento, usarlo.

Los casos en los que se debería evaluar el uso de un galactogogo son, además de la lactancia inducida para adopciones, el caso de una relactación una vez se decide relactar un niño ya destetado o un problema médico que ha supuesto la separación de madre y bebé. El médico tendría la obligación de informar exahustivamente de la eficacia del galactogogo recetado y también de sus efectos y seguridad, como bien indica la Asociación Española de Pediatría.

Varios medicamentos actúan estimulando la producción de leche, se les llama galactogogos. Los más utilizados son: el Sulpiride, la Metoclopramida y la Domperidona. Cualquiera es efectivo, pero no deben usarse más que cuando los métodos fisiológicos se han agotado: puestas al pecho frecuentes, con niño bien agarrado en una postura correcta, asegurando un correcto descanso de la madre así como la ausencia de algunas enfermedades de la madre (como anemia o alteraciones del tiroides), y que bebe lo que la sed le pide. No deben tampoco usarse demasiado tiempo ni sin supervisión médica pues tienen efectos secundarios, aunque utilizados juiciosamente hay amplia y buena experiencia con cualquiera de ellos. Si piensa que puede necesitarlos debe consultar con el pediatra o algún médico y con un experto en lactancia materna para que le asesore.

Una vez explicadas las contraindicaciones el médico debería realizar un seguimiento de la madre y el lactante pues aunque a corto plazo si se conocen los efectos, a medio y largo plazo no hay estudios sobre su efecto en la mujer y el niño.

Medicamentos galactogogos efectivos

Estos medicamentos se usan pues se ha reconocido que aumentan la prolactina. Los conocidos y reconocidos por sus efectos son la domperidona y la metoclopramida, además de algunas hormonas, cuyo uso, en principio, se suele descartar por sus contraindicaciones.

La Metoclopramida (Reglan ) se usa en Estados Unidos, de donde proceden los datos más completos sobre su eficacia y efectos adversos. En dosis terapeúticas no arroja índices que superen los que se consideran terapeúticos para los lactantes ni ha habido efectos adversos constatados en ellos. Sin embargo, en las madres si puede haber insomnio, cefalea, confusión, malestar, depresión o sentimientos de ansiedad o agitación.

La Domperidona (Motilium) se usa más frecuentemente, pues, teniendo el mismo efecto, no atraviesa la barrera hematoencefálica, ocasionando menos efectos secundarios en la madre y, aunque aumenta la prolactina, no llega en tanta cantidad a la leche materna. Es el único galactagogo evaluado en un ensayo controlado aleatorio que ha demostrado ser seguro y eficaz a la hora de incrementar la producción de leche materna. Obviamente se desaconseja a personas que sean sensibles a su principio activo y a aquellas que no deban tomr medicamentos que estimulen la función gastrointestinal.

Sus resultados son constatables rápidamente en algunos casos, siendo necesario en otros un uso de dos o tres semanas para percibir un efecto evidente.

Las hormonas tiroideas y de crecimiento no se usan prácticamente y en general, no se aconsejan excepto en casos muy específicos.

Conclusión

El uso de galatogogos, cuando el bebé rechaza el pecho, debe realizarse bajo estricta supervisión médica y unicamente cuando son indispensables.

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