¿Sabéis la vacuna del tétanos que, junto a otras en una misma inyección, se administra cuando el bebé tiene más de un año? Pues el Ministerio de Sanidad ha decidido hacer caso a las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que ya en su calendario de vacunas de enero decía de quitarla, y ha anunciado recientemente que se dejará de administrar. Hablo de la vacuna pentavalente que protegía contra el tétanos, difteria, tos ferina, Haemophilus influenzae b y poliomielitis.
La cuarta dosis que la AEP eliminó en enero
Como hemos comentado, a principios de este año la AEP optó por eliminar esta dosis de vacuna pentavalente para así modificar la pauta de la hexavalente y pentavalente que se le pone a los bebés (habitualmente a los 2, 4 y 6 meses y la pentavalente a los 18), y pasar de cuatro a tres dosis.
No son exactamente la misma vacuna, pero se habla de cuatro dosis porque antiguamente se administraba la pentavalente cuatro veces y aparte la de la hepatitis B en tres dosis, y desde hace unos años esta última se unió a las tres primeras pentavalentes para conformar la vacuna hexavalente. Entonces, la pauta habitual era 2,4,6 y 18 meses, siendo las tres primeras hexavalentes y la última pentavalente, por no llevar la hepatitis B.
Pues bien, el Ministerio de Sanidad ha decidido adoptar la pauta que sugería la AEP para el año 2017 y la vacuna pasará a administrarse a los 2, 4 y 11 meses, tal y como leemos en el comunicado que han hecho al respecto:
El calendario de vacunación infantil, que por primera vez fue común para todas las CC.AA. en la pasada legislatura y se actualiza en función de la situación epidemiológica y de las innovaciones que se producen, se ha modificado para introducir una nueva pauta para la vacuna hexavalente.En base a la evidencia científica y con el acuerdo de todas las CC.AA., esta nueva pauta es de 2 dosis administradas a los 2 meses y 4 meses y una dosis de recuerdo a los 11 meses. Estos niños recibirán otra dosis de recuerdo frente a difteria, tétanos, tosferina y poliomelitis a los 6 años. La modificación se incorporará en todas las Comunidades Autónomas a partir de enero de 2017.
Esta modificación en la administración de la vacuna hexavalente, que asegura la protección frente a las enfermedades para las que inmuniza (difteria, tétanos, tosferina, poliomielitis, Haemophilus influenzae tipo b y hepatitis B), se suma a la vacunación frente a neumococo y varicela en la edad infantil aprobada en 2015.
¿Por qué la quitan?
Supongo que os habréis hecho la misma pregunta que me hice yo al enterarme. Si ponían cuatro, ¿por qué ahora tres? ¿Quedarán los bebés bien vacunados? ¿Será para ahorrar? Y la respuesta definitiva no la tengo, pero supongo que la cosa va un poco por ahí, y un poco porque desde hace varios meses hay problemas con la disponibilidad de algunas vacunas que incluyen la de la tos ferina.
Según los datos que se conocen por ficha técnica, la vacuna puede administrarse tanto en pauta de 4 dosis como en pauta de 3 dosis, y al parecer es prácticamente igual de efectiva en la segunda situación que en la primera, como observamos en el siguiente cuadro de la mencionada ficha:
De hecho, son varios los países (como Francia y Dinamarca), que llevan a cabo esta pauta desde hace tiempo. ¿Por qué entonces se ponían cuatro? Pues imagino que porque la protección no deja de ser, a nivel estadístico, un poquito mejor. Pero si ese poquito es tan bajo como vemos en el gráfico, muchas de las enfermedades están muy controladas y el ahorro que supone poner una vacuna menos hace posible que pueda administrarse la del neumococo, la de la varicela, y quién sabe si en un futuro la de la meningitis B, pues adelante.
¿Y la protección ante la tos ferina?
Estamos en una situación un poco convulsa en lo que a la vacuna de la tos ferina se refiere. Apenas hay dosis de la vacuna DTPa que se administra a los 4-6 años y muchos niños no están vacunándose por ello. Además, hay pocas dosis de la mencionada pentavalente (en muchos casos se administra una cuarta hexavalente, a lo que esta nueva pauta daría solución), pero en un momento en el que varios bebés han muerto por esta enfermedad (ayer mismo murió una niña en Jaén que por su edad aún no había recibido la primera vacuna), parece poco inteligente quitar una dosis.
Sin embargo, en un documento del Ministerio de Sanidad en el que se evalúa la efectividad y los datos clínicos de la vacuna hexavalente de dos fabricantes diferentes leemos que:
Con una pauta de vacunación de dos dosis (3, 5 meses) y una dosis recuerdo a los 12 meses, los resultados de seguimiento a largo plazo llevado a cabo en Suecia demostraron que las vacunas que contienen Pa son eficaces. Sin embargo, se observó que la protección frente a la tos ferina sería de unos 7-8 años. Por ello se consideró incluir en la ficha técnica la necesidad de administrar una segunda dosis de recuerdo frente a tos ferina a los 5-7 años en niños previamente vacunados siguiendo la pauta 3, 5 y 12 meses.
Y esa vacuna de los 5-7 años es la que desde hace años forma parte del calendario pero ahora mismo no está disponible (deberá estarlo cuando los niños con tres dosis, y no cuatro, lleguen a esa edad, pues no tendrán tanto margen de maniobra).
En resumidas cuentas, podríamos decir que han visto que una de las vacunas que le ponían a los niños no es tan necesaria en el momento actual y han optado por modificar la pauta y retirarla, del mismo modo que ahora, en vez de poner tres vacunas para la meningitis C en los primeros dos años de vida se ponen dos en muchas CC.AA. porque gracias a la vacunación desde hace más de 15 años los casos de meningitis C se han reducido drásticamente.
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