Cada vez son más los adultos que tienen en cuenta el malestar de los niños cuando se les hacen procedimientos en los que sufren. Hace un mes os hablamos de unos profesionales que detuvieron una operación para calmar al niño, y hace tres semanas os contamos la historia de la enfermera que dio el pecho a un bebé para tranquilizarle por el dolor de la intervención.
La historia de hoy no es tan importante, porque lo que había que hacerle al niño era cortarle el pelo, pero el gesto es igualmente importante e inspirador. Mason es un niño con autismo que odia que le cortan el pelo, hasta el punto de huir cada vez que iba a la peluquería. Ante tal evento, el peluquero decidió ponerse al nivel del niño y acabó por tumbarse en el suelo para poder, por fin, cortarle el pelo.
Mason estaba en el suelo, jugando con un teléfono móvil, y cuando lo más habitual habría sido cogerlo y sentarlo para cortarle el pelo, el peluquero decidió no hacerlo y ser él quien se tumbara con el niño.
Según nos cuentan en BoredPanda su nombre es James Williams y tras cumplir con su pequeño cliente escribió esto en su página de Facebook:
Los dos nos tumbamos en el suelo en silencio y él me permitió cortarle y darle su primer corte de pelo en condiciones, otra vez logrando algo en un trabajo que adoro.
Al acabar, Mason y James se dieron un abrazo, en la primera ocasión que él no huyó de su peluquero y por fin salió con un peinado con un poco de sentido.
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