Al parecer, en el Reino Unido están escasos de comadronas, y las soluciones que en su día tomaron pueden no ser las más correctas. Inicialmente se formó personal para ayudar al colectivo de comadronas, librándoles de las tareas burocráticas y ayudando en las tareas de control prenatal. Estas deberían haber sido las únicas funciones desempeñadas, sin embargo, indican que la confianza que cada comadrona depositaba en su ayudante hacía que la comadrona le proporcionara más tareas, a pesar de que estas tareas debían ser ejecutadas por la comadrona, ya que para ello se había preparado. Las ayudantes han realizado todo tipo de pruebas, controles fetales, monitorizaciones del corazón de los bebés, exámenes vaginales, etc.
Sin menospreciar la labor de los ayudantes, entendemos que la escasa formación que presentan no permite que elaboren pruebas como las antes mencionadas, pero la culpa la tienen las propias comadronas, quienes han delegado sus tareas siendo totalmente irresponsables y colocando en manos inexpertas la vida del futuro bebé o de la mamá.
La conclusión es que las comadronas tienen saturación de trabajo y delegan por necesidad, pero también hay comadronas que pasan un poco del trabajo y delegan de forma irresponsable. La solución podría pasar por formar nuevo personal que estuviera capacitado plenamente para esta labor y así descongestionar un poco la situación.
Vía | BBC Más información | Kings College London