El verano es una época en la que los ojos sufren especialmente. El cloro de la piscinas, la sal, la arena de la playa y el aire acondicionado, pueden irritarlos y hacerlos más propensos a sufrir infecciones u otras patologías.
Por eso, es recomendable que aprovechemos el fin de las vacaciones para llevar a nuestros peques al oftalmólogo. Una completa revisión de su vista y de sus ojitos nos asesgurará, además, un feliz inicio de curso.
La importancia de las revisiones periódicas
Quizá este verano vuestros hijos se hayan quejado de los ojos: picor, irritación o sequedad son síntomas muy comunes durante las vacaciones estivales debido a la cantidad de agentes externos que pueden propiciar la aparición de molestias o problemas oculares.
Con el inicio del curso a la vuelta de la esquina, es fundamental asegurarnos de que sus ojos y su vista están bien y si hubiera existido algún pequeño problema durante el verano, éste haya quedado correctamente solucionado.
Pero aunque el inicio del cole puede ser un buen momento para revisar sus ojos, no debemos olvidarnos de hacerlo de manera rutinaria como medida de prevención y salud para que, en caso de existir algún problema, éste pueda ser atajado a tiempo y con mayores garantías.
"Se estima que el 5% de la población menor de 6 años puede tener dificultades visuales importantes, y cuando presentan síntomas (estrabismo, guiños, torticolis visual etc...) ya han perdido calidades de su visión a veces irrecuperables" - alerta la doctora Ines García-Ormaechea, oftalmóloga pediátrica y Secretaria General de la Sociedad Española de Oftalmologia (SEDOP).
"Por eso, es importante hacer revisiones clínicas precoces tanto en los niños con antecedentes familiares de personas con gafas como en aquellos sin antecedentes"
Una de las cosas que más incertidumbre genera a los padres cuando se plantean llevar a sus hijo a revisión es el momento idóneo para hacerlo. ¿Es necesario que sepa leer números o letras? ¿Podemos llevarle siendo bebé si consideramos que puede existir un problema? ¿Bastará con llevarle a una óptica para un chequeo rápido?
Aunque sin duda el pediatra del niño es quien nos dará todas las indicaciones, la doctora Ines García-Ormaechea nos recuerda:
"Las revisiones clínicas sobre el estado ocular y sobre el nivel de desarrollo visual de un menor tienen que hacerlas los oftalmologos pediátricos, porque tienen la preparación y el aparataje necesario".
"Nunca una revisión debe hacerla un óptico o un optometrista, porque no tienen formación clínica neuroftalmologica. En España hay pocos pero excelentes oftalmologos pediatricos, y hemos aprendido a empatizar con los bebes, y a estudiar su comportamiento visual. Por tanto, no hay límite en la edad de consulta de un niño, si su familia o pediatra están preocupados con su vista"
En el caso de los niños que llevan gafas, la doctora insiste en la importancia de revisiones periódicas, tanto durante su etapa académica como en determinados momentos de su vida social y emocional.
"Para que el niño acepte las gafas, es importante que éstas sean las correctas. Una gafa correcta es aquella que está bien graduada, bien elegida, y bien confeccionada. Pequeña, centrada en la órbita y con apoyo nasal completo. Las lentes orgánicas no se parten y disminuyen el riesgo en una rotura" - aconseja.
Fotos iStock
Agradecimientos Doctora Ines García-Ormaechea, Oftalmóloga Pediátrica y Secretaria General de la Sociedad Española de Oftalmologia (SEDOP).
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