Los niños han vuelto a las aulas y sabemos que al convivir muchos niños en espacios cerrados durante varias horas, inevitablemente vendrán los contagios y las enfermedades.
Los pediatras advierten de un incremento significativo de las visitas a las consultas pediátricas al comenzar el nuevo curso escolar y aconsejan seguir unas adecuadas medidas de prevención para evitar el contagio de infecciones frecuentes durante la infancia, especialmente entre los más pequeños.
Al llegar el otoño, los cambios bruscos de temperatura, sumado a una mayor humedad propicia la proliferación de virus y bacterias, aumentando las probabilidades de contagio.
Las enfermedades más frecuentes que tu hijo puede contagiarse con la vuelta al cole son:
Otitis
El 90 por ciento de los niños sufre otitis antes de los cinco años, así que es muy probable que en algún momento toque.
La otitis media aguda (OMA) es un proceso inflamatorio infeccioso que afecta al oído medio, el cual se acompaña frecuentemente de una infección de la vía respiratoria superior, y viene indefectiblemente ligada a los procesos catarrales.
El hecho de que sea más frecuente en la infancia se debe a que en los niños, la Trompa de Eustaquio es más ancha, más corta y más horizontal, por lo que tiene un mecanismo de apertura menos eficiente favoreciendo así la llegada de gérmenes desde la nariz, y el cuadro de la otitis media aguda.
Esto favorece la acumulación de líquido en el oído medio, constituyendo el cuadro de otitis secretora, también conocida como otitis media con efusión.
Dos de cada tres niños presentan al menos un episodio antes de cumplir el año, según datos de la SEORL. El pico máximo se sitúa entre los 6 y los 11 meses de edad y después entre los 4 y los 5 años.
Catarros
El catarro o resfriado común es una infección vírica de las vías superiores. Es el cuadro más común en niños en edad preescolar. Es una enfermedad muy contagiosa que se transmite al toser o estornudar.
El catarro se cura solo, sin necesidad de medicinas, salvo que presente señales de alarma como fiebre durante más de tres días, decaimiento generalizado, dificultad para respirar o dolor en el pecho, ante los cuales habrá que acudir al pediatra.
Lo único que podemos hacer es seguir ciertas recomendaciones generales para aliviar los síntomas del catarro como mantener al niño hidratado, hacer lavados nasales con suero fisiológico, darle miel antes de acostarle (nunca en niños menores de un año), intentar que el niño duerma un poco incorporado, utilizar un humidificador, y en caso de fiebre, un antitérmico.
Faringits
La faringitis es la inflamación de la faringe ocasionada por la infección de un virus, más frecuentemente, o una bacteria. Puede iniciarse después de un proceso infeccioso como la gripe, resfriado o amigdalitis en cuyo caso recibe el nombre de faringoamigdalitis.
Durante la época invernal son más frecuentes las faringitis de origen viral, mientras que las de tipo bacteriana suelen incrementarse en el cambio de estaciones, sobre todo en la primavera.
Las más frecuentes son las faringitis producidas por la bacteria del estreptococo, que producen una rápida irritación de garganta y dolor muy agudo acompañado de fiebre.
Se inflaman las amígdalas y la faringe, con presencia de llagas, acompañado de congestión nasal, y ocasionalmente diarrea y erupciones cutáneas.
La faringitis de origen vírico, no se cura con medicinas y las recomendaciones son similares a las del tratamiento del catarro, en cambio si es de orígen bacteriano se administran antibióticos que deben ser recetados por el médico.
Gastroenteritis
La mayoría de las gastroenteritis son ocasionadas por virus (fundamentalmente Rotavirus, y con menor frecuencia, Adenovirus, Calicivirus, Astrovirus...) y suele durar aproximadamente una semana, dependiendo del tipo y de la gravedad.
Los síntomas principales de la gastroenteritis en niños son diarrea, vómitos, dolor abdominal y calambres. El tratamiento consiste en hidratar al niño con suero oral hiposódico sin modificar la dieta. En caso de no tolerar alimento, consultar con el médico.
El tratamiento que suele realizarse es sobre todo preventivo, ya que el exceso de vómitos y diarrea puede deshidratar al pequeño, de ahí que por medio de una solución compuesta por agua y sales minerales, ya que suelen perderse por los excesivos vómitos y diarreas, sea uno de los tratamientos preventivos que más se utilizan.
Amigdalitis
La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas producida por un virus o una bacteria. La infección también puede estar presente en la garganta y áreas circundantes, causando inflamación de la faringe (faringitis).
Se puede observar enrojecimiento y aumento de las amígdalas, en ocasiones acompañado de manchas blancas y dolor en los ganglios submaxilares. Hay dificultad para comer, fiebre, ardor o dolor de cabeza, de garganta, y en ocasiones pérdida de la voz.
Como en el caso de la faringitis, la bacteria más frecuente causante de la amigdalitis es el estreptococo, aunque también las hay virales.
Gripe o influenza
La gripe en los niños es una infección vírica provocada por el virus de la influenza que afecta principalmente a las vías respiratorias y se contagia fácilmente, siendo los niños pequeños principales transmisores del virus.
Es una de las enfermedades más frecuentes y pueden padecerla varias veces durante el año. Los síntomas son fiebre alta (más de 38,5 grados), dolor de cabeza, tos y mocos (al principio tos seca y congestión que luego evoluciona en tos productiva), en algunos casos pitidos al respirar (sibilancias), malestar general, dolor muscular y a veces también dolor abdominal acompañado o no de vómitos. Es frecuente en los niños que haya pérdida de apetito e irritabilidad.
Requiere de muchos cuidados ya que puede complicarse y convertirse en una enfermedad más grave como la neumonía. Se la suele confundir con el resfriado o catarro, pero a diferencia de la gripe, éstos no presenta fiebre o es muy baja.
Conjuntivitis
La conjuntivitis es la infección ocular más frecuente en los niños. A pesar de que la mayoría de las conjuntivitis son contagiosas (por ellos se producen brotes epidémicos de conjuntivitis en las guarderías o escuelas), normalmente no causan daño ni al ojo ni a la visión.
La mayoría (un 80%) de las conjuntivitis infecciosas son causadas por bacterias que normalmente viven en la nariz o en la piel. Los casos restantes de conjuntivitis infecciosas son virales.
Ante la sospecha de que el niño tenga una infección o cualquier problema ocular hay que acudir al especialista para que haga el diagnóstico correcto y determine cuál es el tratamiento idóneo.
Cómo prevenir enfermedades en niños
Seguir una dieta sana y equilibrada rica en frutas y verduras, que aporte los nutrientes necesarios (especialmente alimentos ricos en vitamina A y C) para que el sistema inmune funcione adecuadamente.
Mantener una correcta hidratación. Mantener las vías respiratorias hidratadas ayuda a protegerlas frente a la acción de agentes infecciosos y favorece la fluidez de las secreciones corporales, evitando su espesamiento.
Hacer que se laven las manos con frecuencia y de forma adecuada a lo largo del día, especialmente antes de comer, al entrar a casa y si ha estado en contacto con otros niños.
Mantener la higiene de los objetos que los niños comparten como juguetes y otros elementos del aula.
Evitar que los niños compartan chupetes, biberones, vasos, cubiertos y otros utensilios.
Ventilar a diario las habitaciones, al menos diez minutos al día.
Mantener la casa con un adecuado nivel de humedad, el ambiente seco agrava las enfermedades respiratorias
Practicar ejercicio de forma regular.
Tener un adecuado descanso.
Mantener las vacunas al día. Y por último recordar que las vacunas son la forma más eficaz de prevenir enfermedades evitables y muy contagiosas como la varicela, el sarampión, y las paperas, entre otras.
No ir al cole con síntomas
Es importante remarcar que los niños enfermos no deberían ir al colegio hasta que desaparezcan los síntomas. Los niños de seis o más años con síntomas catarrales leves pueden usar mascarilla facial durante unos días, hasta que sus síntomas mejoren, tanto en el colegio como en otros ámbitos, para proteger a abuelos y otras personas especialmente vulnerables.