Insomnio en la infancia: niños que no duermen bien, y cómo ayudarles

Dormir bien es algo básico, de hecho es indispensable para que un niño pueda desarrollarse adecuadamente, y los padres somos quienes debemos proporcionar a nuestros hijos la rutina para que no tengan problemas de sueño.

El sueño es un proceso evolutivo, y si bien es normal que los niños pequeños se despierten con frecuencia por la noche, cuando crecen van madurando y a medida que se establecen sus rutinas de sueño, disminuyen los despertares nocturnos. Pero, ¿cuándo hablamos de insomnio en los niños?


¿Qué es el insomnio infantil?

Se habla de insomnio cuando un niño tiene problemas para quedarse dormido o para mantener el sueño, lo que conlleva que se despierte muchas veces a lo largo de la noche. En general se tiene la sensación de que el sueño no ha sido reparador.

El dormir alguna noche mal es normal. Pero si la dificultad de dormirse o mantener el sueño perdura en el tiempo y produce malestar, nerviosismo y somnolencia por el día, se considera que se trata de un insomnio.

Según un documento de consenso de la AEP, el insomnio afecta al 30 por ciento de los niños entre seis meses y cinco años. En nuestro medio, el 27 por ciento de los niños de 5-12 años presentan resistencia para ir a dormir, el 11 por ciento latencia de sueño prolongada, el seis por ciento despertares frecuentes y el 17% dificultades para levantarse por la mañana. En adolescentes, el 38,5 por ciento presenta mala calidad subjetiva del sueño y el 23,1 por ciento latencia mayor de 30 minutos.

La importancia de los buenos hábitos a la hora de dormir

El 90 por ciento de los casos de insomnio infantil se debe a la adquisición por parte del niño de hábitos incorrectos durante las primeras etapas de su infancia, como por ejemplo la flexibilidad de horarios o la falta de un clima adecuado para irse a la cama.

Estos niños tienen una alteración en sus ritmos biológicos por no haber adquirido un hábito correcto. A menudo se muestran más nerviosos durante el día y con falta de concentración, pero si el problema se corrige a tiempo, el niño volverá a tener un comportamiento normal.

Cómo podemos ayudarles a dormir mejor

Los casos leves se pueden remediar con modificaciones en las actividades del niño antes de dormirse. Pero si el problema persiste, o la falta de sueño impide al niño llevar una vida normal, es necesario acudir a un especialista.

Buenos hábitos para un sueño saludable:

  • Tener una rutina para irse a la cama. Es importante que el niño tenga interiorizada una rutina al final del día que le prepare para la hora de dormir.
  • Respetar el horario de irse a la cama. No es necesario que pongamos una alarma, pero sí es esencial que la rutina que tengamos sea a la misma hora, un horario que permita a los niños dormir las horas necesarias para su edad.
  • Crear un ambiente relajante. La habitación tiene que ser un espacio de calma y relajación que invite al niño a dormir. Podemos usar luces tenues y música tranquila.
  • Leer un cuento antes de dormir. Leer juntos cada noche es un bonito hábito que los niños agradecen que contribuye a fomentar la imaginación, el desarrollo del lenguaje, a crear un vínculo muy bonito con los hijos, y que a la vez da lugar a grandes reflexiones.
  • Evitar las pantallas antes de dormir. Las pantallas son enemigas del buen sueño infantil. Tablets, videojuegos o ver dibujos no se encuentra entre esas buenas costumbres que ayudan a los pequeños a dormir bien.

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En Bebés y más | Cuento, pis, agua, beso… cuando tu hijo da vueltas para irse a dormir (y qué puedes hacer para ayudarle), El sueño infantil cambia drásticamente a los dos años de edad

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