Si comparamos los pies de un bebé con los de un adulto comprobaremos que son distintos, los pies del bebé poseen una especie de almohadilla grasa que se encuentra en la planta de sus pies, por eso son mucho más regordetes y “redondos". Esta grasa suele desaparecer paulatinamente conforme el bebé comienza a dar sus primeros pasos, pero mientras esto todavía no ha ocurrido, podemos realizar unos juegos para los pies del bebé ideales para su desarrollo.
La verdad es que cuando vemos como patalean nos producen un gran regocijo y mucha felicidad, quien se resiste a realizarle al bebé una pedorreta en su piececito. Pero volviendo al tema, un juego ideal para sus pies sería fabricarle un pequeño escalador con una mullida y suave esterilla o mantita que colocaremos a los pies de su cuna y dispondremos al pequeño de manera que toque esta superficie con sus pies, verás como al tocar el tejido experimentará nuevas sensaciones y potenciará su sentido del tacto, además adquirirá más flexibilidad en sus pies.
Realizarle un masaje también es muy beneficioso y gratificante para el bebé, sujetando el pie con una mano y con la otra cerrada, deslizarle el puño por la planta de abajo a arriba, de forma suave y rítmica.
Todos estos juegos y caricias potencian diversas facetas en el desarrollo de tu hijo, no cuesta nada y es muy gratificante para ti y para tu bebé. Recomendamos un libro muy especial titulado masaje para bebés con el que aprenderás mil y un masajes ideales para el bebé.
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