Ayer expliqué en una entrada por qué la homeopatía que se suele indicar para dilatar y tener un parto más rápido no tiene ningún fundamento lógico ni científico detrás. A raíz de esta entrada una mamá me ha preguntado (en mi página de Facebook) acerca del Chamodent para el dolor de dientes, pues lleva tiempo viendo que son muchos los padres que lo utilizan para sus bebés.
Tengo que confesar que no sabía muy bien qué contenía el Chamodent, así que pese a que se considera homeopatía no he respondido inmediatamente: hay productos homeopáticos que no lo son en realidad, porque no cumplen con los principios de la homeopatía y sí presentan sustancias en concentración suficiente como para hacer algún efecto.
Así que antes de responder (porque de haber visto que existían esas sustancias le habría dicho que sí podría ayudar) he mirado en la web de DHU para saber qué contiene. Ahora ya puedo decir sin miedo a equivocarme cuáles son las cinco razones por las que si a tu hijo le duelen los dientes no deberías darle Chamodent.
1. Porque no ha sido regulado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos sanitarios
En España, todos los medicamentos tienen que estar regulados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que es quien revisa la documentación y los acepta para el consumo humano, o bien los rechaza. Chamodent está indicado para bebés a partir de 0 meses, es decir, pueden tomarlo los recién nacidos. Precisamente por esta razón, debería haber pasado unos controles aún más exhaustivos si cabe que cualquier medicamento, porque se supone que un producto que calma el dolor a un bebé debe tener algún tipo de sustancia que puede tener efectos secundarios.
Vamos, el Paracetamol también sirve para el dolor de los dientes y se puede dar desde que un bebé nace, pero su prospecto es bastante completo: explica cómo se dosifica, cuáles son los posibles riesgos e interacciones con otros medicamentos y explica cuáles son los posibles efectos secundarios. Ah, y está aprobado en la AEMPS.
Haced la prueba si queréis: entráis en el buscador de la AEMPS, ponéis Chamodent y veréis como no hay nada que leer. No es un medicamento de verdad. Y si no es un medicamento no hay pruebas de que tenga efectos primarios (que calme el dolor) ni hay pruebas de que tenga efectos secundarios. Simplemente, no se sabe si es bueno o malo.
2. Porque los principios activos están en dosis prácticamente inapreciables
Según podéis leer en la página de DHU, Chamodent contiene, por cada comprimido:
Belladona D6 15mg, Chamomilla D6 15 mg, Ferrum phosphoricum D6 15 mg, Hepar sulfuris D12 15 mg, Pulsatilla D6 15 mg. Los demás componentes son lactosa, celulosa microcristalina, talco y estearato de magnesio.
Los principios activos están diluidos hasta D6, y en el caso del Hepar sulfuris, hasta D12. Para conseguir que una sutancia esté en D6, por ejemplo la Chamomilla (manzanilla), se coge 1 ml de manzanilla y se mezcla con 10 ml de excipiente (agua o alcohol). Así consigues una solución D1. De esa coges 1 ml y la mezclas de nuevo con 10 ml de excipiente. Así obtienes D2. Esto lo haces 4 veces más, de modo que al final obtienes una disolución de 10 elevado a la 6, o lo que es lo mismo, una parte por millón.
Es decir, un ml de manzanilla disuelto en un millón de mililitros de agua o alcohol (1 ml de manzanilla en 1.000 litros de agua o alcohol) y de ahí coges 15 mg y los metes en un comprimido.
Pensad por un momento que juntáis 1.000 litros de agua. Echad un mililitro de manzanilla y mezcladlo. ¿Diríais que dar un sorbito diminuto a eso os servirá de algo? Sí, vale... según la sustancia, podría no ser del todo imposible; todos pensamos en algún potente veneno, pero no hablamos de eso. Hablamos de una sustancia que tiene que darse a un bebé, y que tiene que aliviar el dolor.
El ibuprofeno tiene la misma función y se presenta en una concentración del 2% (20 mg de ibuprofeno por 1 ml, que son 2 gramos por cada 100 ml). Imaginad qué efecto tendría si en vez de 2 gramos por cada 100 ml estuviera disuelto a 1 gramo por cada millón de mililitros. Y que de esa disolución cogieras 15 mg.
Pues lo mismo sucede con el resto de sustancias que hay en un comprimido, excepto en el caso del Hepar sulfuris, que está diluido en D12 (mucho más diluido).
3. Porque los productos homeopáticos tienen que ser inocuos
Si aún estáis alucinando con el punto 1, al ver que Chamodent no está registrado por la AEMPS, podéis estar tranquilos. Los productos homeopáticos están regulados por el REAL DECRETO 1344/2007, y en su sección 5 determina cómo deben ser los "medicamentos homeopáticos":
Que su grado de dilución garantice la inocuidad del medicamento, en particular, el preparado no deberá contener más de una parte por 10.000 de tintura madre ni más de una centésima parte de la dosis mas baja que eventualmente se emplee en medicina alopática de aquellos principios activos cuya presencia en un medicamento alopático implique la obligatoriedad de presentar receta médica.
Del texto se deduce que la ley establece que una dilución de 1 por 10.000 de cualquier sustancia se considera inocua, que no tiene efectos secundarios en ningún caso. Chamodent tiene las sustancias en 1 parte por 1.000.000, así que es completamente inocuo, pero en tal dilución, como os acabo de explicar, completamente inútil.
Dice también la ley que en caso de que la sustancia del medicamento homeopático exista en un medicamento real sólo podrá llevar 100 veces menos cantidad que el medicamento con la dosis más baja de la misma. Es decir, si por un casual a un laboratorio le da por poner amoxicilina (antibiótico) en una de estas disoluciones tendrá que poner la centésima parte del medicamento que contiene menos amoxicilina del mercado. Esto, en cristiano, viene a decir “que se trata de un medicamento que no hace nada”.
4. Porque los principios activos no convencen
Los principios activos son:
- Belladona: se utiliza para el dolor de cabeza, síntomas menstruales, úlcera péptica, inflamación... podríamos pensar que sirve para calmar el dolor, pero la belladona es una planta de las más tóxicas que existe, y en dosis terapéutica debería estar regulada y con un prospecto que explicara los posibles efectos adversos. Si no lo hay, y si no está regulada, señal de que no hay cantidad suficiente para hacer nada.
- Chamomilla (manzanilla): Va muy bien para muchas cosas, pero para aliviar el dolor de un niño que llora por los dientes no lo veo... en cualquier caso, si así fuera, es más fácil hacer una manzanilla y dársela al niño, que acabas antes y recibe más cantidad.
- Ferrum phosphoricum (fosfato de hierro): se utiliza para recubrir piezas metálicas, sobre todo de acero, con el fin de prevenir la corrosión y mejorar la lubricación de dichas piezas para su uso en la creación de nuevas piezas de plástico.
No tengo ni idea de qué beneficios puede ocasionar el consumo de esta sustancia en una persona... si alguien lo sabe, que me lo indique, por favor. Pero ya avanzo que si fuera útil para el dolor, seguramente existirían pastillas de fosfato de hierro para los adultos, y no las hay. - Hepar sulfuris (sulfuro de calcio): se utiliza en invierno como fungicida, bactericida e insecticida.
- Pulsatilla: Es una planta con efectos sedantes y analgésicos. Se recomienda administrar de 1 a 2ml de tintura, 3 veces al día. La dosis para niños será inferior. Para un niño de 6 meses debe rondar los 0,3 a 0,6 ml por toma. Pero en la disolución de cada comprimido de Chamodent, 1 ml se mete en 1.000 litros de agua y de ahí se cogen 15mg que es lo que al final recibe el niño. Imposible que sirva de algo.
5. "Pues yo se lo di a mi hijo, y se calmó"
En la composición de Chamodent podemos leer:
Los demás componentes son lactosa, celulosa microcristalina, talco y estearato de magnesio.
La lactosa es el azúcar de la leche, la sustancia que le aporta el sabor dulce a la leche de los mamíferos. No nos dicen cuánta cantidad de lactosa hay en cada comprimido, pero probablemente sea bastante alta, si tenemos en cuenta que los preparados homeopáticos son básicamente azúcar.
Si a un bebé que está irritable o tiene dolor le das algo dulce, se calma un ratito. Es un sabor que les gusta y les alivia un poco el dolor (de hecho, a muchos bebés se les da sacarosa cuando se les va a hacer pruebas, porque se ha visto que lloran menos).
La indicación de Chamodent es:
Fase aguda: 1 comprimido cada 1 ó 2 horas (máximo 6 comprimidos al día).
A partir de instauración de la mejoría: 1 a 3 comprimidos al día, mientras persistan los síntomas.
Si cada hora le das a un niño de 6 meses un poco de azúcar está claro que lo vas a tener más tranquilo. Pero entonces no le des Chamodent, dale azúcar directamente. Pero aquí hay un problema: ¿Alguien le recomendaría poner azúcar en las encías de su hijo para calmarlo, o darle un poco de azúcar en agua? No, nadie haría algo así. Primero porque no se recomienda que los niños empiecen a probar el azúcar hasta el año de vida, para no entorpecer la asimilación de otros sabores (y porque el azúcar no es una sustancia muy saludable por sí sola), y por el riesgo evidente de caries.
Así que sí, el Chamodent puede calmar el dolor de dientes de un bebé, pero porque le estás dando azúcar. Decide tú si es ese el tratamiento que consideras más adecuado (yo antes le doy un poco de paracetamol y al menos sé que le va calmar de verdad).
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