Los bebés son sometidos desde unas pocas horas después de nacer a técnicas que les causan dolor. Imaginaros estar tan calentitos dentro de la tripa de mamá y de repente empezar a ser pinchado en los talones, en las piernas o en el lóbulo de la oreja. No es una buena forma de ser recibido en este mundo, ¿verdad?
Se suele tener la falsa idea de que los bebés tan pequeños no sienten dolor, pero no es así. Incluso los prematuros son sensibles al dolor con todo lo que tiene que pasar, pobrecitos. Los recién nacidos sienten dolor como lo sentimos los adultos porque las vías nerviosas que perciben y transmiten el dolor al cerebro ya están maduras.
Me ha encantado leer en El Mundo Salud las palabras de un experto como Juan Casado, jefe de Servicio del Hospital Infantil del Niño Jesús y profesor de pediatría de la Universidad Autónoma de Madrid, pues muchos profesionales nos tachan a los padres de sobreprotectores subestimando el dolor que puedan sentir nuestros hijos.
Recomienda métodos que ayudan a disminuir el dolor en los bebés y en los niños pequeños. O sea, qué podemos hacer para que sufran menos cuando les aplican una vacuna, les sacan sangre o sufren alguna herida.
Lo increíble es que ante la cara de sufrimiento que traemos los padres, algunas enfermeras con tres jeringas en mano nos dicen “no siente nada", “se olvidan en un segundo" (me ha pasado) haciéndonos sentir como que molestamos cuando queremos estar junto al bebé.
Cuando el bebé es pequeño lo mejor es ponerlo al pecho o darle el biberón mientras le realizan el procedimiento que le causa dolor. Durante la succión el organismo libera endorfinas, sustancias naturales con alto poder analgésico que alivian el dolor. Por su parte, la percepción de dolor disminuye cuando el bebé se siente protegido, acariciado y arrullado al calor de su madre. El doctor también sugiere la aplicación de una crema anestésica en los sitios donde el bebé será pinchado (orejas, pierna o el punto de donde le sacarán sangre), creo que también existen parches anestésicos, pero en cualquier caso es mejor consultarlo con el pediatra.
Cuando los niños son más mayorcitos y sufren algún accidente como fractura, un corte que necesite puntos de sutura o tratamientos molestos lo mejor es el consuelo de los padres. En algunos hospitales se impide a los papás entrar a la sala de curas haciendo sufrir tanto al niño como a los padres, que pueden aliviar a su hijo con mimos y palabras. Ya me dirá algún profesional si es contraproducente que los padres estén presentes, pero creo que es más humano para el niño pequeño que encima ha sufrido un accidente estar junto a sus padres.
Por su parte, en casos de dolor más intenso existen fármacos analgésico y sedantes potentes que suprimen el dolor e incluso producen amnesia retrógrada, por lo que el niño no recordará la experiencia. Supongo que se dará en caso de sesiones de tratamiento muy dolorosas y siempre indicados por un profesional.
De cualquier forma el dolor no es bueno, según dice el doctor Casado “no tiene ninguna utilidad, no cura y por ello debe ser siempre evitado y no solo por motivos humanitarios, también porque dificulta muchas veces el proceso de curación". Nada más que agregar.
Vía | El Mundo Salud En Bebés y más | Gas analgésico para aliviar el dolor en intervenciones médicas cortas, Una cucharada de azúcar antes de la vacuna para aliviar el dolor