Con la colaboración de la Sociedad Española de Neonatología y la Asociación Española de Pediatría nace la Federación Nacional de Asociaciones de Prematuros, con el objetivo de que los niños prematuros y sus familias puedan contar con los derechos oportunos para prevenir y resolver de manera óptima este problema y sus consecuencias.
María Emilia, presidenta de esta Federación creada por padres, fue una bebé prematura y también es mamá de un bebé prematuro que hoy día tiene ya 18 años.
La Federación Nacional de Asociaciones de Prematuros en España tratará de dar visibilidad a la prematuridad y reivindicar los derechos de los niños y sus familias, pues requieren más esfuerzos y recursos debido a los problemas de salud que algunos padecen y dificultades en el aprendizaje.
Además de elaborar un "mapa de recursos", uno de sus primeros objetivos es incidir en la complejidad que representa la prematuridad de un hijo no sólo en cuanto a cuidados y seguimiento de su salud sino también por la necesidad emocional de acompañamiento y asesoramiento que tienen las familias, especialmente vulnerables y a veces olvidadas en algunos entornos hospitalarios.
"La educación emocional que reciban los padres repercute en la forma de abordar los conflictos que se van presentando, por ello hay que ofrecerles un entorno amable, con unas rutinas y pautas de crianza adecuadas" apunta María Emilia.
Por su parte, la Asociación Española de Pediatría apuesta por el reconocimiento de las especialidades implicadas en la prematuridad y quiere llamar la atención de la población sobre lo mucho que inciden en la salud del prematuro y las secuelas que puedan derivar de su nacimiento antes de tiempo, más allá de mejorar simplemente su supervivencia.
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