Hace unas semanas saltaban todas las alarmas tras conocerse la noticia de que la Generalitat había aprobado la venta de leche sin pasteurizar ni uperizar en Cataluña, respondiendo así a las demandas de algunos grupos de consumidores que afirman que "la leche cruda sabe mejor".
El consumo de este tipo de leche es habitual en otros países como Italia, Francia o Estados Unidos, desde donde precisamente nos llega la noticia de un niño de dos años con una severa lesión cerebral provocada tras consumir leche cruda. Las autoridades sanitarias no se cansan de advertir sobre los graves riesgos para la salud que tiene esta práctica, especialmente entre los más pequeños.
Afectado por el síndrome urémico hemolítico
William tiene dos años y contrajo la bacteria E. Coli el pasado mes de junio tras ingerir leche cruda. Según podemos leer en la cadena de televisión local WVLT 8, los padres habían seguido los consejos de un nutricionista, quien les aseguró que este tipo de leche le ayudaría a combatir sus problemas de alergia.
Pero la bacteria le provocó el síndrome urémico hemolítico, ocasionándole graves daños en riñones, pulmones, intestino y cerebro, necesitando ocho transfusiones sanguíneas y casi dos docenas de diálisis.
"La bacteria le colapsó los riñones y le afectó a los intestinos, ya que no puede digerir alimentos. Y también ha acabo afectado a su cerebro, provocándole una lesión importante. No puede hablar ni hacer lo mismo que hacía antes de enfermar" - expresaba su padre a la televisión.
"Ha pasado un mes desde que William contrajo E. Coli y como consecuencia de ello, el síndrome urémico hemolítico. En este tiempo ha tenido diarrea, vómitos, fiebre alta, dos convulsiones, ha necesitado de un respirador y de numerosas terapias respiratorias. Ha tenido también hipertensión, neumonía, virus, colitis, fallo renal, encefalopatía, edema, cirugía para la colocación del catéter vascular, urticarias por culpa de una reacción alérgica al contraste oral, antibióticos, sedantes, analgésicos, medicamentos anti-ansiedad, alucinaciones, terrores nocturnos, incontables radiografías, ecografías, tomografías... 21 tratamientos de diálisis que duran aproximadamente cuatro horas cada uno, siete transfusiones de sangre... Y podría seguir enumerando" - explicaba el hombre de forma desgarradora en una publicación que compartió en su cuenta de Facebook, cuando su hijo llevaba un mes ingresado.
En total, el pequeño William ha permanecido casi dos meses hospitalizado en el East Tennessee Children's Hospital (Estados Unidos), y en todo este tiempo su padre ha ido compartiendo sus avances en redes sociales. Recientemente, el niño ha sido dado de alta, pero continúa necesitando cuidados especiales en casa y revisiones periódicas con diferentes especialistas.
No es un caso aislado
Pero la historia de William no es un hecho aislado (aunque parece que ha sido el más grave), pues los medios locales informaron durante el pasado mes de junio de un brote de E. Coli en la zona, que ha afectado a 15 niños de corta edad.
Entre ellos destaca el caso de dos hermanos, que según han explicado sus padres, enfermaron después de tomar un vaso de leche cruda que les ofrecieron antes de acostarse, sin conocer la gravedad de los riesgos asociados.
Los pequeños, presentaron daños en el 50 por ciento de sus riñones y tuvieron que ser ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del East Tennessee Children's Hospital, desde donde se han atendido a todos los afectados por este brote de E.Coli.
Según una investigación llevada a cabo por el Departamento de Salud, se cree que los menores implicados en el brote han enfermado por dos causas distintas: una parte de ellos lo ha hecho por la exposición a animales de granja tras una visita escolar, mientras que otros han enfermado tras consumir leche cruda proveniente de una granja francesa llamada Broad Farm.
Numerosos profesionales de nuestro país se han hecho eco de la noticia a través de Twitter, y han vuelto a alertar de los peligros para la salud que tiene esta práctica:
Infección por E. Coli en niños
La E. coli es una bacteria que se encuentra en el medio ambiente, en los alimentos y los intestinos de personas y animales. En principio es inofensiva para el organismo, pero hay una cepa que no es inocua y que puede provocar graves enfermedades.
La bacteria suele proceder de heces contaminadas, de aguas fecales de animales, o bien se pueden encontrar accidentalmente en el empaquetado de la carne si no se realiza adecuadamente. También puede alojarse en la ubre de la vaca (de ahí la recomendación de no beber leche directamente del animal), en productos lácteos no pasteurizados, y en vegetales contaminados.
Algunas de las medidas que debemos adoptar para prevenir el contagio por E.coli son:
- No consumir leche cruda, es decir, leche que no haya sido pasteurizada. Recordemos, además, que hervir la leche no es suficiente para que sea segura, tal y como creen algunas personas.
Pero la E.Coli no es la única bacteria presente en la leche cruda, también otras bacterias como la Salmonella o la Listeria pueden ocasionar graves daños para la salud, especialmente en el caso de las embarazadas, los niños y las personas con el sistema inmune debilitado.
Mucha precaución también con el consumo de productos lácteos no pasteurizados, como por ejemplo los quesos blandos elaborados con leche cruda.
Cocinar la carne a más de 70 grados; evitar la carne cruda o poco hecha.
Lavar con agua caliente y jabón las superficies que se usan para cocinar, platos y utensilios, después de haber estado en contacto con carne cruda y vegetales.
No consumir frutas, hortalizas y verduras crudas sin lavarlas muy bien previamente.
Lavarse muy bien las manos después de ir al cuarto de baño, manipular pañales y, sobre todo, antes de comer.
Si se está en contacto con animales de granja, es muy importante extremar después las medidas de higiene.
Beber agua de fuentes seguras, evitando beber de piscinas, lagos o ríos.
Falsos y peligrosos mitos sobre la pasteurización
El organismo oficial de alimentación estadounidense sobre Alimentación y Drogas, FDA (U.S. Food & Drug Administration)) informa sobre los peligrosos mitos que circulan en torno al proceso de pasteurización, y deja claro que pasteurizar la leche salva vidas.
- Pasteurizar la leche no causa intolerancia a la lactosa ni reacciones alérgicas. Ambas clases de leche pueden causar reacciones alérgicas en personas sensibles a las proteínas de la leche.
- Pasteurizar la leche no reduce su valor nutricional.
- Pasteurizar la leche mata las bacterias dañinas.
- Pasteurizar la leche salva vidas.
Vía WVLT 8
En Bebés y Más Cataluña aprueba vender leche cruda: los peligros para niños y embarazadas, ¿Qué es la E.Coli y cómo prevenir el contagio en niños?, Hervir la leche no es suficiente para que sea segura