Repelentes antimosquitos para bebés y niños: cuáles elegir para protegerlos de las picaduras

Será por su piel tersa, será porque no notan su presencia ni pueden esquivarlos, sea por la razón que sea, los bebés son una de las presas favoritas de los mosquitos y es normal que nos preocupe cómo protegerlos de las picaduras de estos indeseables insectos. Y más en verano, ya que la combinación de humedad y calor favorece la proliferación de mosquitos en esta estación. ¿Qué es más efectivo? ¿Qué productos puedo usar y cuáles no?

Las de mosquito son las picaduras más frecuentes en verano y todos estamos expuestos a ellas, sufriéndolas más de lo que desearíamos. Pero así como para nosotros mismos, para los adultos, tenemos más o menos claros los sistemas de protección, en el caso de los repelentes de mosquitos para bebés no todos son adecuados.

En primer lugar, debemos señalar que los repelentes de insectos previenen las picaduras de los insectos que pican (mosquitos, garrapatas, pulgas y moscas) pero no de los insectos con aguijón (abejas, avispones y avispas). Entonces, los repelentes son adecuados para los mosquitos, pero si acudimos a cualquier establecimiento veremos a la venta todo un abanico de posibles repelentes.

Y es que los repelentes de insectos se comercializan en formas muy diversas: aerosoles, atomizadores, líquidos, cremas y barras... Además, algunos repelentes están fabricados con productos químicos, otros contienen ingredientes naturales... Vista esta diversidad, ¿qué antimosquitos puedo utilizar para el bebé? ¿A partir de qué edad?

Tipos de repelentes de insectos para niños

Los repelentes son unas sustancias que, aplicadas sobre la piel y/o la ropa u otros tejidos (tiendas de campaña...), interfieren con los receptores químicos de los insectos impidiendo que fijen la localización exacta de la piel donde van a realizar la picadura. Digamos que el mosquito ya no detecta correctamente "el olor" a humano ni sabe dónde está el lugar donde tienen que posarse para picar. Estos productos solo actúan cuando el mosquito se encuentra a corta distancia de su objetivo.

Podemos diferenciar los siguientes tipos de repelentes de insectos, para mosquitos, moscas, pulgas y garrapatas, según su componente principal o principio activo:

  • Repelentes químicos con DEET. La N,N-Dietil-meta-toluamida, conocida como DEET, es el ingrediente más habitual de los repelentes de insectos. Están disponibles en lociones, cremas y rociadores. No obstante, hay que tener precauciones cuando se aplique a los niños. Se considera la mejor defensa contra los insectos que pican. Se aplica sobre la piel o la ropa. Su protección abarca de dos a cinco horas, según la concentración del ingrediente DEET en el producto (dos horas un 10% de concentración, cinco horas un 24%; una concentración mayor del 30% no ofrece mayor eficacia ni protección). La AAP recomienda que los repelentes que se usan en niños no deben contener más de un 30% de DEET. Tampoco se recomiendan estos repelentes de insectos para los niños menores de dos meses de edad. Así mismo, la Asociación Española de Pediatría indica que el DEET se evitará en lo posible en niños menores de dos años, priorizando el uso de mosquiteras y otros métodos no químicos. Sí se puede aplicar en asientos de coche y cochecitos de paseo. Algunas marcas: Relec, Goibi, Aután...

  • Icaridina o picaridina. KBR 3023 (hidroxietil isobutil piperidina carboxilato). Este compuesto se ha demostrado tan eficaz como el DEET y sin la irritación asociada con este último. La protección abarca de las tres a las ocho horas, según su concentración. Se considera un producto seguro si se siguen las recomendaciones de uso. No se recomienda para los bebés menores de dos meses. Según la Asociación Española de Pediatría, al no haberse evaluado en menores de seis meses, la icaridina tampoco es recomendada por algunos organismos para niños menores de esa edad. Algunas marcas: Aután.

  • Repelentes con aceites esenciales de plantas (citronela, cedro, eucalipto, soja). Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades ha señalado que estos aceites son tan eficaces como el DEET o la icaridina en repelentes que contienen aceites de eucalipto, de limón o de soja al 2%. Eso sí, el tiempo de protección es inferior a las dos horas: hay que reponerlos con mucha frecuencia. Reacciones alérgicas poco comunes. No se recomienda para bebés menores de dos meses. El citriodiol o eucaliptus citriodora no se recomienda en menores de dos años (puede producir irritación ocular, contiene alcohol...). Para bebés a partir entre dos meses y un año y con riesgo bajo de picadura se suele recomendar la citronela, teniendo en cuenta que hay que reponerla a menudo según indiquen las instrucciones de uso si es necesario, porque su tiempo de acción es menos elevado que en otros productos (también se combina con otros repelentes más eficaces). Algunas marcas e repelentes con aceites esenciales: Chicco, Mustela, Mosiguard, Repel, Arkorespira, Relec.

  • Repelentes químicos con permetrina. La permetrina o piretrina es una sustancia química sintética que se utiliza mundialmente como insecticida y acaricida, así como repelente de insectos, mosquitos, piojos... No deben aplicarse en la piel, solo sobre la ropa (y el producto permanece incluso después de los lavados). A diferencia de la icaridina y de los aceites de plantas, se ha demostrado la eficacia para matar las garrapatas al contacto. No se recomienda para niños menores de dos meses de edad. Algunas marcas: Alvitia, Goibi, Halley.

  • IR3535 (3-N-butil-n-acetil aminopropionato de etilo), un repelente de insectos sintético activo contra los mosquitos, las garrapatas y las moscas que pican. Los estudios han demostrado una protección muy variable según la concentración del producto y la especie de mosquito contra la que actúa (de una a seis horas). Contra el mosquito común, su eficacia es de unas seis horas. La toxicidad de este repelente es mínima, aunque es un irritante ocular y no se debe usar en niños menores de un año. A partir de los doce meses el producto con concentración menor del 20% se puede aplicar en niños. Algunas marcas: Acofar, Alvita, Aután, Bloom, Cusitrín infantil, Goibi infantil, ISDIN, Mitodermo, Relec, Repel.

En los Estados Unidos la Academia Americana de Pediatría (AAP), siguiendo indicaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, recomiendan utilizar repelentes basados ​​en Icaridina, DEET, o aceite de eucalipto de limón.

La Academia Española de Pediatría indica que en lugares con mucha concentración de insectos se puede rociar la ropa con insecticidas que lleven permetrina, además de utilizar repelentes en las zonas descubiertas.

A partir de los dos años se pueden aplicar los repelentes anteriores (siguiendo las instrucciones de uso específicas). La OMS recomienda aquellos repelentes con DEET con concentraciones "familiares" no superior al 20%.

Y el sentido común también tiene que marcar nuestra actuación con los repelentes. ¿No has visto mosquitos ni sufrido ninguna picadura en vuestra ciudad o lugar de vacaciones? ¿No hay ningún riesgo especial? ¿Por qué embadurnar al bebé o niño con productos? Otra cosa es si nos vamos al trópico, o si salimos de excursión o si ya hemos visto mosquitos rondando. Pero muchas veces medidas protectoras de barrera pueden ser suficientes.

Resumiendo: no se recomienda ningún producto para repeler los mosquitos en bebés menores de dos meses de edad. Según el tipo de repelente, se pueden usar a partir de los dos o seis meses, del año o de los dos años, pero en concentraciones apropiadas (formato familiar o infantil) y siempre siguiendo indicaciones de uso.

Repelentes vs insecticidas

Por otro lado, existen distintos tipos de insecticidas, destinados a matar los insectos y no a interferir en el comportamiento de los insectos, para repelerlos, alejarlos o evitarlos como los repelentes.

La mayoría de insecticidas utilizan como principio activo los piretroides, compuestos sintéticos que imitan a las piretrinas naturales y que actúan sobre el sistema nervioso de los insectos provocando su muerte.

No se recomienda utilizar insecticida en aerosol o spray en estancias cerradas con niños o cerca de ellos. Los insecticidas con difusor van difundiendo de forma continua insecticida y no tienen toxicidad a corto plazo. Se han encontrado algo más eficaces los difusores con líquido respecto a las pastillas. Eso sí, mejor en habitaciones abiertas si en ella duerme un bebé.

Repelentes de insectos no eficaces

La Academia Americana de Pediatría señala como repelentes ineficaces los siguientes:

  • Brazaletes que contienen repelentes químicos como el DEET o esencias naturales como citronela, geraniol, lavanda. Estas pulseras antimosquitos también pueden contener mezclas de ambos. En cualquier caso, su eficacia real contra los mosquitos es muy baja, ya que los repelentes hay que aplicarlos sobre toda la superficie de la piel para que sean eficaces. Según la evidencia científica, los repelentes no funcionan a más de cuatro centímetros del punto en el que se aplican. En este mismo apartado y por las mismas razones podríamos situar los parches antimosquitos.

  • El ajo o la vitamina B1 tomados por boca.

  • Los dispositivos ultrasónicos que emiten ondas sonoras diseñados para alejar a los insectos. Los aparatos antimosquitos por ultrasonido han sido objeto de investigación en diversas ocasiones y no ha habido conclusiones que demuestren sus efectos positivos.

  • Las casas para pájaros o murciélagos.

  • Dispositivos para el jardín que "electrocutan" insectos (de hecho, pueden atraer insectos al jardín).

  • Según la OCU, los dispositivos basados en luces para atraer a los mosquitos también son ineficaces. La luz ultravioltea atrae a moscas y polillas, pero no a los mosquitos. Las bombillas amarillas tienen efecto en algunos insectos voladores, pero no sobre los mosquitos.

Frente a cualquier "remedio casero" o "truco mágico" contra estos insectos, hay que tener en cuenta que los mosquitos se sienten atraídos por el calor y las sustancias liberadas por la piel y el CO2 de la respiración.

Recomendaciones para el uso seguro de los repelentes

  • Leer atentamente y seguir las instrucciones de uso, el prospecto o ficha técnica del producto repelente.

  • Nunca aplicar repelente de insectos a niños menores de dos meses.

  • Aplicar el repelente de insectos solo en la parte exterior de la ropa de su hijo y en la piel que queda expuesta.

  • Los productos que contienen permetrina no deben aplicarse en la piel.

  • No inhalar los repelentes (si van en atomizador o aerosol, deben usarse al aire libre). No dirigirlos a la cara: aplicarlos en las manos y luego extenderlo por el rostro.

  • Evitar ojos y mucosas, como la boca de los niños y utilizarlo con moderación alrededor de los oídos.

  • No poner en las manos de los bebés, ya que se las llevan frecuentemente a la boca.

  • Usar la cantidad de repelente justa para cubrir la ropa de su hijo y la piel que queda expuesta. Una mayor cantidad de repelente no conlleva mayor efectividad. No poner repelente debajo de la ropa del niño.

  • Evitar volver a aplicar el repelente a menos que sea necesario.

  • Conviene ayudar a los niños pequeños a aplicarse el repelente de insectos, no dejar nunca que lo hagan solos y supervisar a los niños mayores cuando usan estos productos.

  • Lavar la piel del niño con agua y jabón para quitarle el repelente que le haya quedado cuando se regrese al interior de la casa, y lavar su ropa antes de que la vuelva a usar.

  • No es recomendable que en un mismo producto esté el protector solar y el repelente, ya que los repelentes, en general, no precisan ser aplicados con tanta frecuencia como los protectores. Entonces, se aplicaría un exceso de componentes repelentes al niño. Además, el DEET puede hacer que el factor de protección solar (SPF) sea menos eficaz.

  • Sí se puede utilizar un protector solar y un repelente de insectos a la vez, en productos separados, siguiendo las instrucciones de aplicación de cada producto. En general, se debe utilizar primero el protector solar y a continuación el repelente, ya que el protector solar puede tener sustancias que atraigan a determinados insectos.

  • No rociar repelente de insectos en cortes, heridas o en la piel irritada.

  • Aplicar un poco de producto en un área pequeña de la piel para ver si no produce reacción. Si existen sospechas de que el niño está teniendo una reacción, como una erupción, a un repelente de insectos, hay que suspender el uso del producto y lavar la piel de su hijo con agua y jabón. Llamar a emergencias si es necesario, al médico o acudir al centro médico llevando el envase del repelente.

  • No utilizar colonias que desprendan olores dulces ni jabones con perfumes o aerosoles para el pelo, ya que podrían atraer a los insectos.

  • Si viajas a lugares de riesgo, a un país tropical o a una zona con muchos mosquitos, es indispensable el repelente y consultar las recomendaciones oficiales al respecto (hay que tener en cuenta las zonas de transmisión de enfermedades por insectos). No es lo mismo ir a Benidorm que a la selva amazónica.

Otras medidas antimosquitos

Podemos tomar otras precauciones para proteger a los niños de las picaduras de mosquitos:

  • Llevar una ropa adecuada que cubra al bebé (algodón, colores claros...), de manga larga, pantalón largo. Atención a los pies: puede llevar calcetines finos.

  • Utilizar mosquiteras en las ventanas de casa a la hora de dormir, mosquiteras pequeñas de cuna o en el cochecito (redes protectoras) para dormir o pasear.

  • Como hemos señalado anteriormente, los antimosquitos eléctricos son eficaces para utilizar en casa, por la noche y con las puertas de la habitación abiertas. Atención a desenchufar estos dispositivos, ya que se calientan y el bebé podría llegar a ellos gateando.

  • El aire acondicionado suele evitar que se acerquen los mosquitos, así como el aire de los ventiladores, pero no son medidas totalmente efectivas.

  • Mantener una correcta higiene corporal ayudará a no atraer más aún a los mosquitos porque también la sudoración y los olores fuertes pueden seducirles.

  • Evita dejar zonas o recipientes con agua estancada (o que se puedan llenar de agua) en casa, en el jardín...

  • Mantén la piscina tapada en invierno y convenientemente clorada.

  • Mantén las fuentes o estanques limpios. Si hay peces, además, no proliferarán las larvas de mosquitos.

Fotos | iStock
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