Como suele ser habitual en esta época, es frecuente encontrar garrapatas en el campo, aunque los expertos alertan de que este año han proliferado debido a las abundantes lluvias primaverales y a la altura que ha alcanzado la vegetación, al no haber sido pisada mientras duró el confinamiento.
Con la llegada del verano y el fin del estado de alarma serán muchas las familias que aprovechen para viajar y hacer excursiones al aire libre, siendo especialmente importante extremar las medidas para evitar la mordedura de este desagradable parásito, responsable de varias enfermedades, entre ellas la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
Las garrapatas no solo "pican" a los perros
Aunque coloquialmente hablamos de 'picadura' de garrapata, lo cierto es que estos parásitos externos de la familia de los arácnidos no pican como tal, sino que muerden y se adhieren a la piel del huésped y permanecen así durante semanas, succionando la sangre para alimentarse.
Las garrapatas pueden vivir en diferentes medios, si bien son más abundantes en zonas en donde habitan animales silvestres o en explotaciones ganaderas. También es habitual encontrarlas en la hierba de bosques, prados y campos, donde entran en contacto accidental con el ser humano, adhiriéndose a su piel.
Por eso, si tienes pensado hacer con tus hijos alguna excursión al campo, rutas de senderismo por la naturaleza o visitar granjas o establos, es muy importante extremar las medidas para evitar su mordedura.
¿Cómo es una garrapata?
Si teneis perro en casa probablemente hayais encontrado garrapatas en alguna ocasión, pues es fácil que se adhieran a su pelaje tras un paseo por el campo. Pero si no es el caso, quizá os pregunteis qué aspecto tiene este parásito.
Se han descrito alrededor de 850 especies de garrapatas en todo el mundo, y en nuestro medio podemos hablar especialmente de dos grandes familias:
Las Ixodidae o “garrapatas duras”: se caracterizan por tener un escudo o caparazón duro localizado anterior y dorsalmente. Son las más peligrosas, y en la actualidad se han convertido en los principales vectores de enfermedades infecciosas en el mundo. Se encuentran especialmente en zonas de abundante vegetación o explotaciones ganaderas.
Las Argasidae o “garrapatas blandas”: poseen una cabeza ubicada en la sección ventral bajo el cuerpo, y a diferencia de las anteriores no tienen un escudo duro en su cuerpo. Se encuentran especialmente en zonas rurales, y en España se han descrito casos en el sur y el oeste de la península.
¿Cuáles son los síntomas de la mordedura de una garrapata?
Por lo general, la picadura de la garrapata suele pasar desapercibida en el momento, pues no produce dolor, salvo un ligero enrojecimiento en la zona afectada. Con el paso de los días se puede ir experimentando cierto picor e hinchazón de la piel que rodea la zona donde está adherida la garrapata, que irá siendo cada vez mayor a medida que esta va chupando sangre de su huésped.
Como consecuencia del picor el niño se rasca, pudiéndose hacer heridas o incluso infectar la zona de la picadura. En los casos más graves pueden aparecer enfermedades asociadas.
¿Qué enfermedades provocan?
Según podemos leer en este documento elaborado por el Grupo de Patología Infecciosa de la AEPap, las principales enfermedades que transmiten las garrapatas son:
Fiebre recurrente endémica: en nuestro país se han encontrado casos en Andalucía, Castilla y León y Extremadura. Esta enfermedad está producida por la picadura de las garrapatas blandas y consiste en la aparición de episodios febriles, escalofríos, cefaleas, mialgias, fotofobia, tos y vómitos.
Fiebre botonosa: esta enfermedad está provocada por la picadura de garrapatas duras, y se manifiesta entre una y dos semanas después de que esta se haya adherido a la piel.
Entre sus síntomas está la aparición de una escara o mancha negra en el lugar de la mordedura, así como cefaleas, mialgias, conjuntivitis, inflamación de los ganglios y síntomas digestivos. También aparece fiebre y un exantema en el cuerpo, plantas de los piel y palmas de las manos. Las complicaciones en niños son muy poco frecuentes.
- La enfermedad de Lyme: se trata de una enfermedad muy compleja provocada por la infección de la mordedura de una garrapata dura. Se da en zonas boscosas y de abundante vegetación, y aunque en nuestro país es poco frecuente, los casos registrados se localizan en la mitad norte.
La enfermedad se manifiesta en tres fases: en la primera aparece un eritema con un aspecto característico al de una diana; en la segunda se presentan manifestaciones a otros niveles como el sistema nervioso, corazón y articulaciones; y en la fase tercera puede aparecer, además, atrofia y adelgazamiento.
Aunque es una enfermedad complicada y a menudo difícil de diagnosticar si no se sospecha, los niños suelen responder bien al tratamiento, aun en aquellos casos en los que la enfermedad se diagnostica en las fases más tardías.
¿Qué hacer si localizo una garrapata en la piel del niño?
Si tenemos dudas de cómo retirarla o tras intentarlo creemos que parte de la garrapata ha podido quedar dentro, es importante consultar con el pediatra.
Si localizamos una garrapata, no hay que tratar de desprenderla tirando de ella, ya que sus mandíbulas podrían quedar dentro de la piel y arrancar tan sólo el cuerpo, lo que provocaría una infección. Tampoco debemos presionarla, aplastarla, tocarla con la mano o tratar de quemarla o ahogarla con productos como alcohol, aceite o vaselina.
La mejor forma de retirarla es utilizando unas pinzas de depilar y sujetando a la garrapata por la zona de su boca, lo más cerca posible de la piel, evitando aplastar el cuerpo.
Iremos tirando de ella muy poco a poco y lentamente, ejerciendo una tracción continua, suave y siempre en perpendicular a la piel.
A la hora de tratar la zona afectada por la picadura de una garrapata debemos:
- Lavarla con agua y jabón
- No rascarse
- Aplicar frío local
- Si el pediatra lo recomienda podemos aplicar una pomada para aliviar el picor y las molestias
Si a tu hijo le ha picado una garrapata, tras su retirada es importante vigilar la evolución del niño durante los siguientes 30 días. Si aparece fiebre, manchas en el cuerpo o la zona de la picadura no mejora, se debe consultar con el pediatra.
¿Cómo prevenir las picaduras de garrapatas?
Si vas a salir al campo o a zonas donde es común la presencia de estos parásitos, es recomendable vestir al niño con pantalón y manga larga y con calzado deportivo.
El uso de determinados repelentes como la permetrina o la dietilmetatoluamida (DEET) pueden ayudar a prevenir la mordedura. Estos repelentes debemos aplicarlos en la ropa, aunque también pueden echarse en la piel del niño siempre atendiendo a su edad y a las recomendaciones del pediatra.
Tras llegar a casa de una excursión al aire libre y zonas boscosas, lavaremos toda la ropa con agua caliente y a continuación ducharemos al niño, pues en el caso de que tuviera alguna garrapata que aún no se hubiera enganchado, se eliminirá fácilmente.
Revisaremos minuciosamente la piel del niño, prestando especial atención a los lugares preferidos por las garrapatas, como la ingle, la axila, la parte posterior de la rodilla o detrás de las orejas. También podrían localizarse en la cabeza o incluso dentro del ombligo.
En caso de localizar una garrapata procederemos a retirarla según las indicaciones del punto anterior.
Fotos | iStock
Vía | En Familia - AEP
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