Clara sufría beta talasemia mayor, una enfermedad hereditaria en la que la médula no produce la proteína que se encarga de transportar el oxígeno a los tejidos y la única curación era repoblar la médula dañada.
El trasplante fue llevado a cabo el pasado mes de septiembre en el hospital Sant Pau de Barcelona, y tras un durísimo tratamiento y tres meses de hospitalización, Clara ya está en su casa terminando de recuperarse y haciéndose a la idea del vuelco que ha dado su vida gracias a su hermanita, ya no tendrá que someterse a las constantes transfusiones de sangre entre otros tratamientos y lo mejor de todo, podrá vivir. Todavía hay que esperar unos meses para estar seguros de que no haya rechazo, pero el avance de su recuperación sugiere que María ha curado a su hermana Clara.
Los nombres son ficticios por deseo expreso de los padres, puedes leer este interesante artículo al completo en El País.
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