Hace tres años el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid hizo historia al convertirse en el primer hospital en realizar el primer trasplante de corazón infantil de un donante incompatible. Hoy vuelve a ser noticia tras compartir el éxito de una intervención pionera a nivel mundial: con solo dos meses de vida y 3,2 kilos, Naiara ha sido la primera bebé del mundo en recibir un trasplante de corazón en asistolia y de un donante con grupo sanguíneo incompatible.
Un caso único por tres motivos
A pesar de su corta vida, Naiara es toda una sobreviviente. Según explican desde el hospital Gregorio Marañón, su madre fue derivada desde su comunidad autónoma al centro hospitalario madrileño, como centro de referencia nacional para cardiopatías congénitas desde el feto. En el centro se hizo todo el seguimiento, pero la situación fue empeorando y hubo que adelantar el parto. Nació prematura, con menos de dos kilos de peso.
Los expertos lograron estabilizarla y consiguieron que el resto de sus órganos maduraran para poder recibir un nuevo corazón, única salida para sobrevivir. Algo realmente difícil por el pequeño tamaño de su corazón y el de su donante. Pero apareció. Y aún así, este es solo uno de los motivos que hacen que su caso sea único: el injerto cardiaco se implantó tras varias horas en parada en un centro alejado del hospital donante y, además, era un trasplante incompatible, lo que aumenta aún más su complejidad.
El doctor Juan Miguel Gil Jaurena, jefe de Cirugía Cardiaca Infantil del Hospital Gregorio Marañón, explica en este vídeo compartido por la Comunidad de Madrid, qué tiene de pionera esta intervención que ha salvado la vida a Naiara.
Tal y como comenta el cirujano, los médicos tenían un reto más: recuperar el latido de un corazón parado, lo que se conoce como asistolia:
"La diferencia en una donación en asistolia es que el cirujano se encuentra un corazón parado, lleva unos minutos sin latir, está en isquemia caliente. En ese momento lo que hay que hacer es recuperar el latido de ese corazón, y eso se realiza conectando el corazón a un sistema de circulación extracorpórea. Tras su recuperación, los pasos son igual a una extracción tradicional".
Todo salió bien y "tras la implantación el corazón comenzó a latir fuerte y estable”. Después de unas semanas en la UCI, Naiara ya ha sido trasladada a planta, donde se recupera y evoluciona favorablemente bajo los cuidados del Área del Corazón Infantil del Hospital Gregorio Marañón.
Sin duda alguna, la historia de Naiara abre ventanas a la esperanza para otros bebés, pues según explican desde el hospital Gregorio Marañón, la donación en asistolia de un donante en distinto centro para un bebé tan pequeño, puede convertirse en la única posibilidad de sobrevivir:
"Para estos niños tan pequeños no hay posibilidad de máquinas de asistencia ventricular que puedan servir de soporte hasta la llegada del trasplante, como sí ocurre en niños más mayores y los adultos que, además, tienen mayor posibilidad de conseguir donantes".
Vía e imágenes | Hospital General Universitario Gregorio Marañón
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