Las urgencias odontológicas en tiempos de coronavirus: cuándo llevar a mi hijo al dentista durante el estado de alarma

Debido al estado de alarma en el que nos encontramos por la pandemia generada por el coronavirus, la mayoría de clínicas dentales de nuestro país ha cerrado sus consultas generales siguiendo las recomendaciones de colegios odontológicos y sociedades ortodóncicas. Esto se debe a que la proximidad con los pacientes a la hora de tratarlos, así como las herramientas utilizadas, podrían facilitar el contagio, por lo que la atención debe reducirse a casos realmente urgentes.

Si hace unos días os compartíamos qué consultas pediátricas urgentes no debemos dejar pasar con nuestros hijos, hoy queremos hacer lo propio con las consultas dentales: ¿qué es una urgencia odontológica en estos momentos de pandemia y qué otra dolencia puede esperar?

Urgencias odontológicas que deben ser atendidas

Hemos hablado con la Sociedad Española de Ortodoncia sobre aquellas urgencias bucodentales que debemos atender de inmediato con los niños, si bien las recomendaciones que nos han dado son extensibles a toda la población en general, incluidas las embarazadas.

En este sentido, si se nos presenta alguna de estas situaciones es importante llamar de inmediato a nuestro odontopediatra de confianza, o bien llevar al niño a un hospital que cuente con servicio odontológico de urgencia

1) Rotura de diente o sangrado abundante

Ya lo han advertido los pediatras: en este tiempo de confinamiento están aumentando las caídas, golpes y lesiones en niños, y como consecuencia de ello es frecuente que sufran traumatismos bucondentales.

Debemos acudir a un servicio odontológico de urgencia si ante una caída o golpe se produce una herida y sangrado abundante en la boca, que no cesa al cabo de dos horas mediante la aplicación de las siguientes medidas:

  • Presionar la zona con una gasa de manera ininterrumpida durante 30 minutos.
  • No levantar la gasa para comprobar si se ha cortado la hemorragia hasta pasado ese tiempo. Si la hemorragia continua, cambiaremos la gasa a los 30 minutos y seguiremos presionando.
  • Repetiremos la operación hasta que deje de sangrar (en un plazo máximo de dos horas).

Lo mismo ocurriría si como consecuencia de esa caída el niño se rompe un diente (de manera total o parcial). En este caso, los odontólogos recomiendan guardar el diente o el trozo roto en un recipiente con saliva o leche, tocarlo lo menos posible y contactar con un servicio de urgencia que nos dirá cómo proceder.

2) Dolores de dientes o muelas

El dolor de dientes o muelas puede estar provocado por diversas causas; desde una mayor sensibilidad al frío o al calor, hasta la presión derivada del bruxismo (tan habitual en la infancia), las caries o la enfermedad periodontal.

Ante un dolor agudo en los dientes o las muelas, debemos llevar a cabo las siguientes indicaciones:

  • Le daremos al niño un analgésico habitual para este tipo de dolencias (el pediatra u odontopediatra nos puede recomendar por vía teléfonica el más adecuado)
  • Le ofreceremos alimentos blandos y tibios
  • Procuraremos que al tumbarse, su cabeza se encuentre en una posición más elevada que el resto del cuerpo. Para ello, nos ayudaremos de almohadas o cojines.

Si a pesar de estas medidas el dolor no remitiera, sería conveniente acudir a un servicio de urgencia para valoración, pues podría tratarse de una infección.

3) Aparición de un flemón o inflamación en la cara

La presencia de un flemón o un bulto en la encía, nos está indicando que existe una infección dental que debe ser tratada con urgencia. Lo mismo ocurriría si el dolor en la boca se acompaña de inflamación en una zona de la cara, o fiebre por encima de los 38,5 grados.

¿Cómo tratar el resto de molestias odontológicas?

Para el resto de molestias odontológicas que pueden surgir en cualquier momento, tanto en niños como en adultos, desde la SEDO nos aconsejan adoptar las siguientes medidas:

1) Sangrado de encías

El sangrado de encías puede aparecer a cualquier edad, y la causa más frecuente es una deficiente higiene bucodental (aunque durante el embarazo, la inflamación de las encías también puede producirse por efecto de las hormonas)

Si tu hijo presenta sangrado de encías debemos asegurarnos de que se cepilla entre dos y tres veces al día por todos los rincones de la boca, aunque la encía sangre y duela durante este proceso. Y es que la única forma de controlar este problema es mediante una cuidadosa higiene, que solo lograremos con el cepillado.

También podemos preguntar en la farmacia por un colutorio apto para niños con el que pueda enjuagarse tras el cepillado.

2) Llagas en la boca

Las llagas en la boca son muy frecuentes durante la infancia y pueden estar provocadas por varios motivos. Aunque resultan muy molestas y latosas (pues algunas pueden tardar hasta dos semanas en curar), en la mayor parte de las ocasiones no revisten ninguna gravedad, y pueden aliviarse con ayuda de un colutorio sin alcohol a base de clorhexidina.

3) Aparición del diente definitivo sin caerse el de leche

Aunque puede resultar desconcertante ver que al niño le está creciendo un diente definitivo sin haberse caído el de leche (a veces incluso sin que este se mueva), no se trata de algo que deba alarmarnos, pues la situación se acaba resolviendo por sí sola en un breve espacio de tiempo.

Podemos acelerar el proceso de caída moviendo suavemente el diente con las manos limpias o ayudándonos de una gasa, y ofreciendo al niño fruta para que se la coma a mordiscos, como la manzana.

3) Precaución con los tratamientos de ortodoncia

Si nuestro hijo lleva aparato en los dientes hemos de prestar mucha atención a su higiene bucondental, así como a los cuidados específicos que requiere la ortodoncia.

En este sentido, es preciso poner el foco en las llagas o rozaduras que puedan aparecer, completar el cepillado diario con cepillos especiales para brackets y enjuagues bucales, y no ofrecerle alimentos duros ni pegajosos, así como evitar que el niño mordisquee objetos como lápices o bolígrafos.

En caso de que aparezca algún problema relacionado con el aparato dental, es recomendable ponerse en contacto teléfonico con el ortodoncista y manifestarle nuestras dudas para que nos indique cómo proceder al respecto.

Ahora y siempre, la prevención es clave

Y ya por último, los expertos nos recuerdan la importancia de continuar manteniendo los hábitos diarios de higiene bucondental, supervisar a nuestros hijos cuando se cepillen los dientes (por lo menos hasta los siete u ocho años), y cuidar mucho la alimentación que les ofrecemos en estos días.

Y es que el confinamiento está sacando nuestra vena repostera, y aunque no hay problema en degustar de vez en cuando un rico bizcocho o unas galletas caseras, es importante que este consumo elevado de azúcar no se convierta en algo habitual, y adoptemos después las medidas de higiene bucodental necesarias para evitar la aparición de caries.

Cuando todo vuelva a la normalidad es conveniente llevar al niño a una revisión odontológica rutinaria, especialmente si esa revisión quedó pospuesta como consecuencia de la crisis sanitaria. También es conveniente hacerlo si el estado de alarma nos dejó a la mitad de un tratamiento odontológico, o si nuestro hijo presenta algún problema bucodental no urgente, que no haya podido ser tratado por un profesional durante la cuarentena.

Foto | iStock

Vía | Sociedad Española de Ortodoncia

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