Mi hija de 21 meses está en el proceso de aprender a comer solita y hace un par de días que logra pinchar un trozo de comida con el tenedor y llevárselo a la boca mediante maniobras extrañas. Pero lo ha logrado.
Cada bocado que se mete a la boca es todo un acontecimiento y una gran victoria para ella, por lo que se festeja como se debe: por todo lo alto, con aplausos y canciones.
Aunque pueda parecer exagerado, reconocer sus logros es muy importante para su desarrollo. Al festejar sus logros les transmitimos seguridad y reforzamos su autoestima. De esa manera les motivamos para que sigan persiguiendo sus metas. Por más pequeños e insignificantes que puedan parecer son pequeños grandes logros hacia el camino de la autodependencia. De alguna manera, sus logros son también los nuestros.
Ojo! También es importante valorar y festejar sus esfuerzos aunque no lo hayan logrado. No apuntamos al perfeccionismo sino a la intención de que nuestros hijos aprendan a intentarlo y si lo logran, mejor.
Si bien los logros son importantes lo más importante es aumentar la confianza en sí mismos.
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