Cuando tenemos hijos, nuestra vida cambia por completo. Desde nuestra rutina y estilo de vida, hasta nuestra forma de pensar y el valor que le damos a las cosas, convertirnos en madres y padres es una transformación total, en la que ahora la mayoría de nuestro tiempo lo dedicamos a los hijos.
Por eso, no es raro que tanto padres como madres deseemos tener un tiempo a solas, sin embargo, de acuerdo con una encuesta reciente, a pesar de que la mayoría anhelamos tener más tiempo para nosotros, muchos se sienten culpables cuando esto finalmente sucede.
La encuesta fue realizada en Estados Unidos por la compañía Birchbox, para conocer cuánto tiempo dedicaban las personas (con y sin hijos) para ellas mismas, y entender cuáles eran los principales obstáculos o motivos por los cuales muchos de ellos no dedicaban suficiente tiempo para su autocuidado.
En el reporte presentado tras finalizar la encuesta, destacan las respuestas de quienes tenían hijos. Por ejemplo, se encontró que tal y como se esperaba, el 71% de los padres y madres encuestados respondió que desearía poder tener más tiempo para ellos, ya sea para hacer cosas de cuidado físico y personal o simplemente descansar.
Sin embargo, el 39% de las personas con hijos, respondió que cuando finalmente obtenían tiempo para ellos, se sentían culpables, y el 21% ni siquiera intentaba tenerlo porque la culpa se los impedía. Y es que de algún modo, se sigue viendo el desear tiempo para uno mismo, como algo egoísta, en lugar de entender que es algo muy necesario para todos.
El ritmo de vida cuando tienes hijos
Los resultados de esta encuesta en realidad no son sorprendentes: todos los padres y madres en algún momento deseamos tener más tiempo a solas o para nosotros mismos después de que tenemos hijos. Es simplemente algo natural, pues además de nuestro papel como responsables de nuestros hijos, también somos individuos con necesidades propias.
Pero cuando tenemos hijos, estas suelen pasar a un segundo plano. Comenzando por el descanso, ya que nuestras horas de sueño se ven drásticamente alteradas desde el momento en el que un bebé llega a nuestras vidas, reduciendo considerablemente la cantidad de descanso que tenemos.
Y si hablamos de la rutina diaria, te hago una pregunta: ¿recuerdas qué solías hacer antes de tener hijos con tanto tiempo libre? A mí me costó un poco de trabajo recordar que antes de ser mamá veía más a mis amigos o dedicaba más tiempo a cosas que me apasionaban y ayudaban a relajarme tras un largo día de trabajo, como leer o ver una película.
Ahora el concepto de "tiempo libre" prácticamente ha desaparecido y termino mis días tan agotada que no logro ver más allá de 10 o 15 minutos de una película sin quedarme dormida frente al televisor. Y no es de sorprendernos, pues según otro estudio, las madres trabajamos 98 horas a la semana, ¡aproximadamente dos jornadas laborales de tiempo completo!
Intentar encontrar tiempo para nosotros muchas veces representa tener que quedarnos despiertos hasta tarde, pero en el caso de las madres, cuando lo hacemos continuamos haciendo otras cosas en casa, pues la eterna carga mental que llevamos parece no tener fin. En resumen, ser padres absorbe la mayoría de nuestro tiempo y poco nos deja para hacer cosas para nosotros mismos.
Por qué no debes sentir culpa de tener tiempo a solas
Es verdad que ahora nuestros hijos son prioridad, sin embargo esto no significa que debemos olvidarnos hasta de nosotros mismos. Dedicar tiempo a solas para descansar o hacer cosas que nos gustan, es algo necesario para nuestro bienestar físico y emocional.
¿Entonces por qué nos sentimos culpables? Desde mi punto de vista, es porque se tiene la creencia de que padres y madres debemos dedicarnos completamente a nuestros hijos, y muchas veces se malinterpreta el deseo de querer estar a solas como algo egoísta o como si los hijos no fuesen tan importantes.
Sin embargo, pienso que esa creencia no podría estar más alejada de la realidad. Y es que desear tiempo a solas no solamente es algo que nos beneficie a nosotros, sino que también es bueno para nuestros hijos, pues nuestro estado emocional es algo que termina impactándolos a ellos.
Por ejemplo, ¿qué pasa si mamá o papá están agotados y no se dan un respiro para ellos mismo? El ambiente en casa se torna tenso, la convivencia puede no ser alegre y al final, quienes terminan absorbiendo todo eso son los niños. En cambio, si los papás están bien, los hijos también lo estarán.
Básicamente, tener tiempo para nosotros, solos o en pareja, nos ayuda también a ser mejores padres, pues nos sentiremos más relajados, optimistas y felices, y también, al estar menos tensos, seremos más pacientes y comprensivos con nuestros hijos.
Así que mamá y papá: no dejen que la culpa los detenga o les impida buscar esos espacios para desconectar de la rutina y tener momentos a solas para hacer cosas que les gustan y hagan felices. Recuerden que si bien sus hijos siempre deben ser prioridad, también deben serlo ustedes mismos.
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Vía | Scary Mommy