Como comentamos hace unos días el parto de Penélope Cruz se ha llevado casi en secreto, tratando de ofrecer los menos detalles posibles a la prensa. Sin embargo han trascendido algunos datos, de entre los que destacamos que Penélope parece haber decidido no dar el pecho a su bebé por motivos estéticos.
Según se comenta llegó a engordar 12 kilos durante el embarazo y no quiere engordar más durante la lactancia. Además se comenta que la actriz podría tener miedo a que, amamantando, se le “cayeran” los pechos.
Uno puede pensar que hacía ya tiempo que estos mitos estaban superados y desmentidos y que la sociedad (y las madres que se informan un poco antes de tomar una decisión) tienen claro que dar el pecho no engorda y que los pechos no se caen por amamantar. Sin embargo, al ver noticias como ésta, nos damos cuenta de que esto no es así y por ello vamos a volver a hablar de estos temas:
Anteponer la imagen de una misma a la salud de tu bebé
Cuando una madre decide, con información fidedigna en la mano, no amamantar a su hijo, por la razón que sea, debemos (todos) respetar dicha decisión, aunque confieso que hay (algunas) razones que me generan un “no lo entiendo”.
Si una madre decide no dar el pecho a su hijo por anteponer su imagen, al “no lo entiendo” se une un “¿nadie le ha explicado que esto no es así?”.
Dar el pecho no engorda
Lo que engorda es el embarazo, por una razón evidente: estás gestando a un bebé en tu interior. Una vez que el bebé ha nacido no hay razón alguna para engordar, a menos que la madre lleve unos hábitos poco adecuados como una alimentación desequilibrada y poco ejercicio físico, siendo esto último complicado cuando eres madre.
Pasados 6 meses tras la lactancia las mujeres empiezan a recuperar su peso habitual y alrededor de los 12 meses es cuando una mujer recupera su cintura. Para ello no hace falta hacer dietas especiales, sino simplemente tener unos hábitos adecuados (comer bien y moverse un poco).
La lactancia es el único momento de la vida de una mujer en que se movilizan con facilidad las grasas acumuladas en las caderas. Por eso es el mejor momento para hacer un poco de ejercicio suave de manera rutinaria si la mujer quiere perder un poco de cadera.
Si comparamos a las mujeres que dan el pecho con las que dan biberón, en las mismas condiciones, adelgaza antes la que da el pecho, sobretodo si lo hace más de seis meses, que es cuando empieza a perderse más peso. Dicho de otro modo, la lactancia no solo no engorda, sino que adelgaza más que dar leche artificial.
Doce kilos no es para nada excesivo
He podido leer noticias para escribir esta entrada en que justifican la decisión de Penélope al decir que ha engordado doce kilos y que “es un aumento de volumen muy superior a lo recomendado a las embarazadas; que es de un kilo por mes de gestación“.
La realidad es que si una mujer tiene un peso normal antes del embarazo, como parece que tenía nuestra protagonista, se aconseja que gane un mínimo de 11,5 Kg (concretamente entre 11,5 Kg y 16 Kg). Ella ganó doce, por lo que está dentro de lo esperado y de lo deseado y, de hecho, más cerca del valor bajo que del alto.
El pecho no se cae por la lactancia materna
Otro de los mitos del que ya hemos hablado en alguna ocasión es el que dice que amamantando el pecho se cae. Se han hecho estudios al respecto y se ha evidenciado que lo que hace que el pecho “caiga” son los embarazos y el paso del tiempo, sin que el dar pecho sea un factor agravante.
Resumiendo
Penélope Cruz y todas aquellas madres que deciden no amamantar por motivos de estética podrían hacerlo perfectamente, ya que dar el pecho no sólo no engorda ni hace que los pechos se caigan, sino que ayuda a recuperar el peso de antes de estar embarazada, quemando incluso grasas de la zona de las caderas.
Si aún así no quieren dar el pecho, que no lo hagan (faltaría más), pero al menos tomarán una decisión con toda la información en la mano.
Vía | El Semanal digital
Foto | GuitarBrother en Flickr
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