Si la búsqueda de conciliación entre la vida familiar y laboral siempre ha sido una de las principales preocupaciones de los padres, este curso escolar el problema se ha multiplicado. Y es que la pandemia de COVID ha cambiado por completo nuestras vidas, afectándonos en diferentes parcelas de nuestro día a día, siendo el trabajo una de ellas.
Ya sea porque seguimos teletrabajando o porque hemos comenzado el proceso paulatino de vuelta a las oficinas, a la incertidumbre de cómo se desarrollará el curso escolar se suma la inquietud por el retorno al trabajo y la preocupación sobre cómo podremos compaginar el cuidado de nuestros hijos en el caso de que tengan que quedarse en casa como medida de precaución ante la COVID-19.
Según un estudio realizado por la consultora Kantar, todas estas situaciones están generando un gran estrés a los padres españoles, que afrontan el nuevo curso con gran preocupación y ansiedad.
Problemas de conciliación y estrés, un binomio inseparable
A parte de los estragos físicos que está causando el coronavirus, la pandemia también nos está afectando psicológicamente, y los padres somos uno de los colectivos que más lo está sufriendo. Durante el confinamiento tuvimos que combinar el teletrabajo con la crianza de los hijos y su educación en casa, una carga demasiado exigente que a muchos ha acabado pasando factura.
Actualmente, todavía hay padres y madres que continúan teletrabajando con sus hijos en casa, aunque con el inicio del nuevo curso escolar también son muchos los que han ido regresando de forma presencial a sus trabajos.
Estos datos vendrían a reforzar otros similares como los presentados por el grupo Aegon en su III Estudio Salud y Vida, en el que se pone de manifiesto cómo ha crecido este año el estrés con respecto al 2019, siendo el trabajo la segunda causa de estrés para los españoles encuestados.
Así mismo, según otra encuesta realizada en el mes de julio por el Club de Malasmadres y DKV, los problemas de estrés y ansiedad entre las madres españolas aumentaron después del confinamiento, por lo que lejos de decrecer, este sentimiento o estado comienza a ser un verdadero problema en muchos hogares.
Recordemos que el estrés es una respuesta natural del organismo, que reacciona ante una situación que requiere un esfuerzo importante o que percibimos como una amenaza. Su aparición genera una serie de síntomas como sensación de intranquilidad, dificultad de concentración y mal descanso, así como desórdenes en el apetito, irritabilidad y nerviosismo, que puede afectar a nuestra vida tanto personal como profesional.
Tiene también representación física, con tensión generalizada, dolores de cabeza, cuello, espalda o pecho, hipertensión, sensación de ahogo, aumento de la sudoración, molestias en el estómago o enfermedades en la piel.
Diez consejos para ayudarte a reducir el estrés
Lógicamente, si elimináramos el problema que nos está generando estrés probablemente nuestro estado anímico mejoraría. Pero lamentablemente, sabemos que en la mayoría de las ocasiones no siempre es posible ni fácil hacerlo, por lo que es necesario desarrollar estrategias para hacerle frente y o bien compensar ese estrés con actividades que nos ayuden a relajarnos.
En este sentido, los especialistas de EnRelax nos ofrecen los siguientes consejos para hacer frente a situaciones que nos generen estrés:
Si la conciliación es uno de los problemas que más estrés te está provocando, piensa desde la calma cómo te organizarías en caso de necesidad; es decir, elabora un plan de acción. Tener una hoja de ruta diseñada te permitirá sentirte más tranquilo y con la situación controlada, en caso de que se produzca.
A veces, un problema puede hacerse una 'bola' muy grande difícil de digerir, por lo que fraccionar esa situación en partes más pequeñas nos puede ayudar a resolverlo de forma más sencilla y rebajar en cierto modo nuestro nivel de estrés.
Encuentra actividades que te gusten y te ayuden a calmar el estrés, como la lectura, el yoga, pasear, pintar... Practicar estas actividades te ayudará a aumentar tus hormonas de la felicidad, ayudándote a contrarrestar tus niveles de estrés.
Con independencia de este tipo de actividades, es necesario encontrar pequeños momentos al día para parar, respirar y tranquilizarte. Esta oxigenación y desconexión te ayudará a retomar tus obligaciones con energías renovadas.
Recuerda que la respiración es una de las mejores técnicas para relajarse. Pero es importante respirar correctamente, pues una respiración agitada o superficial aumentará nuestros niveles de estrés y ansiedad, mientras que la respiración diafragmática será nuestra mejor aliada.
Evita dar vueltas a las cosas. En ocasiones entramos en un “runrún” que no nos aporta ningún beneficio y solo nos genera más estrés. Pensar demasiado los problemas y adelantar posibles escenarios nos aleja de una actitud relajada y tranquila ante la vida.
Busca la compañía de familiares y amigos en los que apoyarte. Ya sea charlar de asuntos sin importancia o compartir tus inquietudes y preocupaciones, la conversación con otras personas te permitirá desahogarte, recibir consejos y te ayudará a relajarte.
Come saludable, duerme suficiente y realiza ejercicio físico. Seguir hábitos de vida saludables te ayudará a sentirte positivo, relajado y con una buena actitud ante la vida. Una alimentación basada en la dieta mediterránea, un buen descanso y la práctica de ejercicio físico regular contribuirán a tu salud física y mental, a ver las situaciones de forma más calmada y objetiva, y a tomar mejores decisiones.
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