Las mujeres que hacen un parón en su carrera profesional para criar a sus hijos suelen estar discriminadas. No solo parece que tuviesen que disculparse con media humanidad por hacerlo (ojo, que si vuelven al trabajo tras la baja correspondiente, también), sino que en el momento en el que quieren reincorporarse a la vida laboral, ese periodo suele verse como un espacio de tiempo muerto, en el que han dejado de ser personas que conocen sobre un oficio, a ser "una simple mamá"... como si tener un bebé no te aportara enseñanzas que puedes trasladar perfectamente al campo laboral.
Las mujeres: penalizadas por ser madres, y más durante la pandemia
En Bebés y Más, hace algunos años, documentamos un caso que apareció en todos los medios de comunicación del país por lo extraño del suceso: un padre renunció a su carrera profesional por criar a sus hijos. Salió en todas las webs, las redes sociales y hasta en las noticias. ¿Alguna vez habéis visto lo propio cuando se ha tratado de una mujer? Yo tampoco.
Los números no mienten: según un estudio publicado recientemente por la Fundación Iseak, tener un hijo disminuye la probabilidad en un 22% de que las mujeres que viven en pareja consigan un trabajo. Sin embargo, para los hombres, tener un hijo no provoca ningún impacto en su situación frente al empleo.
No hay que ir muy atrás en el tiempo para comprobarlo: según Mariano Ruipérez, autor del informe ¿Cuánto tiempo tienes para tus hijos?, "los resultados han constatado, una vez más, que las mujeres siguen siendo las que mayor tiempo dedican a los cuidados y a las tareas domésticas, en perjuicio de su desarrollo profesional, situación que se ha intensificado durante la pandemia".
¿Qué puede aportar la experiencia como madre al campo laboral?
Eres más productiva
Cuando pienso en las veces que decía que le faltaban horas al día cuando no tenia hijos, me entra la risa. Nunca en mi vida pensé que era posible optimizar tanto el tiempo como lo hago hoy en día -ya me gustaría a mi ver a muchos preparando la cena, atendiendo a una niña pequeña que está empezando a utilizar las tijeras, a otra mayor que te pide ayuda con el verbo to be y haciendo la compra con el móvil, mientras piensas en qué curso apuntarte para actualizar tu CV.
No, criar niños no es un tiempo muerto. No te quedas hibernando y mirando al techo mientras ver el tiempo pasar: es una experiencia vital que te hace madurar más, que te muestra facetas que no conocías de ti misma y sobre todo, que saca a flote toda la fortaleza que puedes llegar a tener. Tal vez no sea un máster en innovación, pero te da otras herramientas que antes no tenías.
Valoras más la oportunidad de reincorporarte al mundo laboral
Cuando has parado para criar a tus hijos sabes que reengancharte puede ser difícil. Ese momento de tu vida es tan decisivo para ti y puede generar tantos temores (y me refiero especialmente al miedo al rechazo), que quieres demostrar -y demostrarte-, que puedes hacerlo y que aún no tienes por qué dar por finalizada la lista de logros profesionales en tu vida.
Ese es el principal motivo por el cual la persona -o empresa- que te da la oportunidad de hacerlo, puede estar segura que tiene asegurado un nivel de compromiso mayor a la media. Así como te has dejado la piel para emprender la mayor empresa de tu vida y hacerlo bien, seguramente te la dejarás recuperando esa parte de tu vida que habías dejado aparcada.
Eres más empática
Las personas no somos máquinas de producir. La mayor fuerza de una empresa recae sobre las personas que la conforman, y en muchos casos, una persona que ha sido madre (y muy especialmente en rangos altos), puede marcar la diferencia en el ambiente laboral y en la respuesta por parte d elos trabajadores.
Está claro que el panorama laboral se hace más complicado cuando nos convertimos en madres, ya no solo cuando hacemos un parón en nuestra carrera, sino por el simple hecho de tener que hacer malabares para conciliar.
Por eso creo que es necesario visibilizar este tipo de cuestiones, dejar de normalizar que por el hecho de tener un bebé y por la responsabilidad que esto conlleva, tu currículum debe ir directo al montón de "descartados", sin tener ni siquiera la oportunidad de ser tenidas en cuenta. En esto debemos estar juntos hombres y mujeres, porque si la maternidad o la paternidad nos penaliza, ¿tenemos que terminar eligiendo entre ser padres o ser profesionales?
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