La solidaridad es un valor muy importante en nuestro desarrollo como personas que pertenecen a una sociedad, y obviamente la mejor manera de entender su significado -especialmente cuando somos niños- es poniéndola en práctica. Esta época es fantástica precisamente para eso: la llegada de Papá Noél y de los Reyes Magos por lo general implica la llegada de nuevos juguetes a casa, así que es una oportunidad fantástica para donar a niños en situación de vulnerabilidad. Si además implicamos a nuestros hijos, les estamos enseñando a relacionarse con empatía, humildad y respeto.
1. Aprenderán el significado de la solidaridad
Entender el concepto de que "yo tengo cosas que no utilizo y que otros necesitan" cuesta (incluso a muchos adultos), así que si les enseñamos a través de la experiencia, les será más comprensible.
En mi caso, les muestro imágenes de pueblos lejanos de mi país, y les cuento que los padres de esos niños trabajan mucho, pero que están tan lejos que allí no hay jugueterías ni llega Papá Noél, así que hay adultos que se organizan y se encargan de que esos niños también reciban juguetes por Navidad. Son muy pequeñas para entender el significado de pobreza y riqueza, pero como recurso me viene muy bien para que comprendan que existen niños que no reciben juguetes en estas fechas y que es importante compartir, más si lo hacemos con personas que no conocemos.
2. Entenderán de una forma más práctica el valor de las cosas
Hoy en día los niños reciben tantas cosas (y no solo durante la Navidad), que estamos destruyendo su capacidad de asombro y de valorar lo que tienen. Al charlar sobre el acto que vamos a hacer y lo importante que es para los niños que recibirán esos juguetes, estamos enseñando que las cosas pueden seguir siendo muy útiles a pesar de que no las usemos, y que cuando las tenemos sin esfuerzo, terminamos por no ser conscientes de ello.
3. Valorarán más los juguetes que tienen
Este ejercicio también da pie para dialogar sobre el cuidado que debemos darle a los juguetes, porque puede que más adelante ellas ya no lo quieran, pero habrá otra niña o niño que lo puede adoptar y seguir jugando con él. Yo suelo decirles que ese juguete va a ser muy feliz haciendo feliz a otro niño que lo necesita.
Por eso es importante que los juguetes que donemos estén en perfecto estado, así que podemos limpiarlos entre todos, verificar que no falte ninguna pieza y si son peluches se deben lavar antes.
Se dice que la solidaridad tiene un efecto terapéutico porque el saber que estás haciendo algo por otra persona, te proporciona bienestar. Brindémosles también esa herramienta a nuestros hijos, mostrémosles que son afortunados y que con pequeños gestos, podemos hacer cosas buenas por los demás y ser útiles para las personas que más lo necesitan.
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