Un despido por embarazo es una situación discriminatoria que puede producir daños morales en la mujer que lo sufre, seguramente más de un lector estará de acuerdo con esta opinión. No hace mucho se ha producido una sentencia en el Tribunal Constitucional en la que se aceptan los daños morales y se obliga a la empresa que despidió a una mujer embarazada a indemnizarla. Sin embargo, esta pequeña victoria ha tenido un largo camino iniciado en el año 2001 por los diversos tribunales de nuestro país.
Como siempre ocurre, la empresa despidió a una trabajadora al saber que estaba embarazada, por lo que sin dudarlo, la trabajadora demandó a la empresa por este proceder ante el juzgado de lo Social solicitando una indemnización por daños morales. Se trataba de un primer paso en la que la despedida logró la nulidad del despido pero no la indemnización. No estando de acuerdo con la sentencia, la trabajadora se propuso lograr que se aceptaran los daños morales y por ello recurrió al Tribunal Supremo interponiendo un recurso a la sentencia anterior aunque fue desestimada. Su empeño le llevó a interponer entonces un nuevo recurso en el Tribunal Constitucional, el argumento para ello era muy claro, se había vulnerado el derecho a no sufrir discriminación al haber sufrido un despido que, según la trabajadora, estaba claramente vinculado con su embarazo y por tanto con su condición de mujer. Como veis, las andanzas entre juzgados han sido largas, este tribunal aceptó la nulidad del despido y volvió a enviar el caso al primer tribunal (juzgado de lo Social).
La nueva sentencia reconoció la discriminación y además aceptó una indemnización por daños morales, claro que la cantidad era significativamente inferior a la que solicitaba la demandante, 3.500 euros frente a los 16.527 que se solicitaban y aunque nuevamente la trabajadora quiso recurrir dicha sentencia para que se aumentara el importe, se quedó tal y como estaba.
Quizás la trabajadora no logró que se aumentara la indemnización, pero ha sentado un precedente muy útil para próximos casos. Las empresas deberán pensárselo bien antes de despedir a una futura mamá, sin duda, este es un hecho totalmente discriminatorio que debe ser sancionado. El Gobierno español debería tomar medidas en este tipo de cuestiones, potenciar la natalidad desde el punto de vista laboral y evitar este tipo de situaciones que perjudican seriamente al sexo femenino.
Ya son varios los casos de despidos improcedentes que son noticia, esperamos que el mobbing maternal termine por remitir en pro de los derechos de la mujer y de la maternidad.
Vía | El País En Bebés y más | El Servicio Valenciano de Empleo despidió a una trabajadora por estar embarazada En Bebés y más | Noticias relacionadas con el despido por embarazo