Hace menos de un mes que concluyó el curso escolar; un curso completamente atípico, con clases a distancia, exámenes online y aprendizaje supervisado por los padres. Aunque sin duda alguna, los niños han hecho un gran esfuerzo para adaptarse a este nuevo escenario, lo cierto es que en muchos casos les ha resultado complicado asimilar conceptos desde el aislamiento en los hogares.
Por eso, este verano se convierte en una excelente oportunidad para reforzar contenidos, aunque es fundamental hacerlo explorando nuevas vías de aprendizaje y otras formas originales en las que se estimule la mente de los niños, sin que los libros y los apuntes estén presentes.
De la mano de Smartick, el método de aprendizaje online de matemáticas para niños de 4 a 14 años, conocemos maneras divertidas de practicar matemáticas jugando durante estas vacaciones.
"Escanear" lo que les rodea con ojos matemáticos
Buscando en su entorno descubrirán figuras geométricas: ¿qué forma tienen los edificios, la luna o las montañas? Fijándose bien, se darán cuenta de que todo a su alrededor es geometría.
Este ejercicio resulta muy entretenido para los niños, especialmente para los más pequeños, y es posible realizarlo en cualquier momento. Basta con echar un vistazo alrededor de la estancia en la que estemos o prestar atención a los objetos que nos encontremos en la calle. ¡Incluso puede ser una actividad muy socorrida para entretener a los niños cuando viajemos en coche!
Calcular magnitudes
Para los niños un poco más mayores, el cálculo de magnitudes es un excelente ejercicio para integrar en su vida cotidiana, que además les ayuda a estimular su agilidad mental.
Algunos ejemplos que podemos plantearles: "sabiendo que la piscina tiene 10 metros de largo, ¿cuánta distancia habrás recorrido nadando si haces dos largos?" "Si en un cubo cabe 1kg de arena, ¿cuántos kilos habrás empleado para realizar el castillo que has construido en la playa si has tenido que rellenar el cubo 15 veces?"
Comparar objetos
Comparar objetos es otra sencilla actividad que podemos practicar con los niños más pequeños a fin de afianzar conceptos como 'grande', 'pequeño', 'delgado', 'grueso', 'corto', 'largo'... Este tipo de comparativas no solo le ayudará a entender mejor las dimensiones de los objetos, sino también a ampliar su vocabulario.
Por ejemplo, si estamos en la playa podemos pedirles que nos señalen y describan aquellos objetos cercanos que están nuestro alrededor, identificando cuál es la toalla más larga o la más corta, qué sombrilla es la más alta o la más baja, o qué barca a pedales es la más ancha o la más estrecha.
Clasificar objetos por colores o formas
Otra manera de clasificar los objetos es atendiendo a sus colores y formas, que al igual que la actividad anterior, también les ayuda a ampliar su léxico.
Pueden contar cuántos coches amarillos, blancos o verdes encuentran en un aparcamiento o durante el trayecto al destino vacacional, o por ejemplo contar cuántas señales de tráfico de distintas formas (redondas, triangulares, cuadradas…) ven por la carretera.
Cocinar con niños
Son varios los artículos que hemos publicado en Bebés y Más sobre los beneficios de cocinar con los niños. Entre ellos destacaría el tiempo que pasamos en familia fortaleciendo vínculos y el aprendizaje que supone para nuestros hijos, no solo a nivel doméstico (aprender a desenvolverse en la cocina), sino también a nivel educativo en materias de matemáticas y ciencias (aprender medidas, capacidad, peso, conversión y cambios de estado de la materia...).
Calcular tiempos en la cocina
En este sentido, si los niños son pequeños se les puede pedir que estén pendientes de los tiempos de cocción de las recetas, o que realicen operaciones para calcular cuándo comenzar a cocinar para que la comida esté lista a una hora determinada.
Convertir cantidades
En el caso de los niños más mayores, podemos pedirles que preparen los ingredientes necesarios para realizar una receta, practicando la conversión de kilos a gramos o de litros a mililitros.
Memorizar los números de teléfono más importantes
Si tu hijo aún no se sabe vuestro número de teléfono, las vacaciones de verano son la excusa perfecta para memorizarlo. Este reto no solo les resultará divertido, sino que puede ser de gran utilidad en situación de emergencia.
En el caso de niños más mayores que ya conozcan los números de teléfono de sus padres o familiares, podemos jugar a hacer operaciones matemáticas sumando todas las cifras del teléfono, o por ejemplo, buscando relación entre un número y su siguiente (doble, mitad, mitad más uno, más cinco...).
Sumar los números de las matrículas de los coches
Algo similar pueden hacer con las matrículas de los coches, animándoles a retener los números y sumarlos mentalmente o incluso a sumar los números de una matrícula con otra. Este juego, que por lo general suele resultarles especialmente divertido, les ayudará a ejercitar la memoria y el cálculo mental.
Aprender el valor de las monedas
El momento de ir a comprar supone un escenario perfecto para que los niños practiquen matemáticas, pues desde que entramos al supermercado hasta que pagamos la compra, se dan diversas situaciones que pueden aprovechar para practicar cálculo mental.
Por ejemplo, podemos acompañarles a la panadería y animarles a que pidan el pan y lo paguen. De esta forma, se irán familiarizando con el dinero, el precio de las cosas, la devolución... "Si una barra de pan cuesta 60 céntimos y hemos pagado con una moneda de un euro, ¿cuánto deberían devolvernos?".
Otra idea es darles un monedero con billetes y monedas y dejarles que sean ellos quienes paguen la compra, indicándoles que la cantidad de dinero que deben dar tiene que estar lo más ajustada posible a la cuenta final. Cuantas más monedas y billetes diferentes tenga la cartera, más complicado será para el niño.
Contar sus pasos
Los paseos en familia a la caída de la tarde también pueden ser un excelente momento de practicar cálculo mental. De este modo, pidiéndoles que cronometren los pasos que dan durante un minuto caminando, podrán calcular cuántos pasos habrán dado durante un paseo completo, en función de su duración.
Juegos y cartas
Y a los consejos prácticos de Smartick queremos sumar también los juegos de mesa, pues ahora en verano son una de las actividades de ocio preferidas por las familias.
Algunos ejemplos que os proponemos son:
- Los ladrillo de Lego ofrecen una gran versatilidad a la hora de jugar con ellos, pues además de construcciones nos permiten realizar actividades muy divertidas para practicar conceptos matemáticos
- Bloques geométricos de construcción y bloques lógicos
- Juegos clásicos de mesa como el parchis, la oca o cualquier otro que implique tirar dados, contar, sumar o restar
- El ábaco o el juego del Bingo resultan perfectos para repasar los números con los más pequeños, así como su descomposición en unidades y decenas
- Muchos juegos de cartas con la baraja española tienen una dinámica divertida y ágil para los niños, e incluso algunos pueden adaptarse a los más pequeños de la casa
- Y si a tus hijos les gusta el fútbol, no hay excusa para no repasar contenidos matemáticos de la mano de la 'Liga Santander'
- Los jeroglíficos, acertijos, sudokus y otro tipo de pasatiempos favorecen también la agilidad mental del niño mientras se divierte
Fotos | iStock
Vía | Smartick
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