17 recursos educativos para jugar desde casa y entretener a niños de 0 a 3 años

Los tres primeros años de vida del bebé son claves para su desarrollo, y los padres debemos potenciarlo con juegos y actividades educativas y adecuadas a su edad que ayuden a trabajar sus distintas áreas sensoriales y motoras.

A continuación, te ofrecemos algunas ideas que podemos poner en práctica desde casa y que no solo nos permitirán pasar un rato divertido con nuestro hijo, sino que además, el bebé estará aprendiendo y potenciando su desarrollo al tiempo que se divierte.

Cesto de los tesoros

Cesto de tesoros, vía ViviendoMontessori.com

Este juego con gran valor sensorial podemos elaborarlo nosotros mismos, pues no es más que un cesto o caja amplia y poco profunda que llenaremos de objetos cotidianos que todos tenemos en casa. Lo importante es que esos objetos no supongan ningún peligro para el niño, y que tengan diversas texturas, materiales y tamaños, para una experiencia sensorial más rica y diversa.

Se trata de un juego que podemos llevar a cabo con los niños a partir de los seis meses, o en el momento en que el bebé ya sea capaz de sentarse sin ayuda o pasar largos periodos boca abajo, ya que la exploración del contenido del cesto será más sencilla desde estas posiciones en lugar de tumbado.

No hay una edad límite para disfrutar de la experiencia sensorial que aporta el cesto de los tesoros, si bien en el momento en que el bebé comience a gatear o a desplazarse solito, comenzará a explorar el mundo que le rodea por sí mismo, sin necesidad de que los adultos se lo presentemos en un cesto.

Paneles sensoriales

Otra actividad clásica, sencilla y recomendable para que los niños más pequeños puedan apreciar las diferentes texturas a través del tacto, es crear paneles sensoriales. Para ello, necesitaremos diferentes objetos como botones, bolas de algodón, granos de arroz, garbanzos, chinitas pequeñas o cantos rodados...

Todo ello lo pegaremosen paneles de madera o fieltro con cola especial para manualidades, aunque es posible que algunos objetos también se puedan coser. A través del tacto de los diferentes paneles, el bebé o niño de corta edad aprenderá al tiempo que estimula sus sentidos.

También se pueden utilizar objetos que estimulen los sentidos de la vista y el oído, tales como pequeñas bombillas que se enciendan con interruptores (para trabajar también el concepto de acción-reacción y la motricidad), CD o lentejuelas que al girarlos reflejen la luz, cascabeles que suenen al agitarlos...

Os dejamos estos ejemplos que hemos encontrado en Instagram:

Mantas sensoriales

Y en la misma línea que los juegos propuestos anteriormente, se encontrarían las mantas sensoriales, especialmente indicadas para estimular la curiosidad de aquellos bebés que gatean, se arrastran o están comenzando a dar sus primeros pasos.

La manta sensorial sigue el mismo concepto que los paneles o cesto de tesoros, pero colocados sobre el suelo. Es decir, se trata de poner al alcance del bebé de una forma cómoda y práctica, ciertos objetos con texturas curiosas.

Este ejemplo que hemos encontrado en Instagram nos ha gustado mucho:

Mesas sensoriales

Las mesas sensoriales son una excelente forma de estimular los sentidos del niño, además de animarle a experimentar con los distintos materiales que queramos incluir.

Fabricar una mesa sensorial es muy sencillo: tan solo vamos a necesitar diferentes bandejas de plástico en las que depositar cualquier material que se nos ocurra, y que permita ser manipulado fácilmente por el niño: arena, garbanzos, agua, harina, lentejas, arroz...

Se trata de que el niño aprenda a identificar texturas, haga trasvase de materiales de una bandeja a otra, los mezcle entre sí y observe qué ocurre al hacerlo. También podemos ofrecerle un cazo o cuchara y un recipiente vacío para que vaya llenándolo poco a poco con los diferentes ingredientes, entreteniéndose al tiempo que aprende conceptos como la capacidad u operaciones matemáticas sencillas.

Os compartimos estos ejemplos que hemos encontrado en Instagram:

Paneles de actividades y de motricidad

Y además de estimular los sentidos, con los paneles de actividades o de motricidad ayudaremos al niño a desarrollar otras cualidades como la coordinación óculo-manual, el fortalecimiento de la pinza, la lógica matemática y la resolución de problemas sencillos.

Podemos fabricar paneles de actividades con ayuda de cremalleras, cadenas para puertas, cerrojos, candados con llaves, ábacos... En definitiva, se trata de utilizar cualquier objeto cotidiano o juguete que tengamos en casa, y que podamos presentárselo al niño de forma cómoda y práctica, favoreciendo su entretenimiento y despertando su curiosidad.

Según los elementos que utilicemos para fabricarlo, se requerirá de cierta destreza y fuerza para su manipulación, por lo que vosotros mismos podéis adaptar el panel DIY a la edad de vuestro peque.

Hemos visto estas ideas que nos han gustado mucho, y que os compartimos:

Instrumentos musicales

Si tienen edad para ello, hacer unas maracas musicales es una actividad clásica que a todos los niños les apasiona y en la que trabajarán, además, diferentes texturas en función de los materiales utilizados.

Para ello no necesitaremos más que unas botellas de plástico vacías que rellenaremos con diferentes ingredientes como arroz, pasta seca (que tu peque también puede colorear con rotuladores para hacer el interior más vistoso), fideos, arena, clips de colores o cualquier otro objeto/ingrediente que se os ocurra y que al agitarlo suene.

Os compartimos este genial ejemplo que hemos encontrado en Instagram:

Juegos insertables

Los juegos insertables son fabulosos para estimular la concentración y la paciencia del niño, además de favorecer el desarrollo de su motricidad fina y de la coordinación ojo/mano.

Hay un gran número de juegos de este tipo en el mercado: desde cubos o cajas con aberturas de diferentes formas gemométricas para introducir las piezas, hasta otros que consisten en una cuerda gruesa en la que ir introduciendo cuentas o figuras geométricas a través de un pequeño orificio.

Si no tienes ningún juguete en casa de este estilo, puedes fabricarlo tú mismo con ayuda de una caja de cartón (por ejemplo, una caja de zapatos) con agujeros o ranuras de diferentes dimensiones, para que tu bebé pueda introducir en ellas objetos con formas y tamaños diversos.

Otra idea divertida es aprovechar el soporte de pie que habitualmente se utiliza para colocar el rollo de papel de cocina, y fabricar piezas en cartón de diferentes colores y tamaños para que los niños puedan introducirlos por orden a modo de pirámide.

Os compartimos estos ejemplos sencillos y prácticos:

Juegos para aprender los colores

Una forma muy práctica y divertida de aprender colores es mediante esta sencilla actividad que hemos visto en Instagram y que nos ha encantado. Consiste en elaborar un círculo de cartón y dividirlo en porciones de colores. A continuación, buscaremos pinzas de la ropa que tengan esos mismos colores (o en su defecto, pinzas de madera que podamos colorear), y pediremos al niño que coloque cada pinza en el fragmento de la ruleta correspondiente a su color.

Como veis se trata de una actividad tremendamente sencilla pero que aporta al niño grandes beneficios, como el aprendizaje de los colores, el concepto de clasificación, el desarrollo óculo-manual y el entrenamiento de la psicomotricidad fina y la pinza.

Juegos para aprender formas y tamaños

Otra forma de aprender jugando es con estos ejemplos que a continuación os compartimos y que hemos visto en Instragam.

El primero de ellos consiste en un mural con las siluetas dibujadas de diversos objetos caseros (por ejemplo, llave inglesa, tijeras, pinzas de la ropa, cubiertos...) o incluso también podemos utilizar juguetes como peluches, piezas de puzzle, cochecitos.... El niño deberá ir colocando cada uno de estos objetos sobre su silueta correspondiente.

También podemos hacerlo con ladrillos de construcciones de diferentes longitudes y colores, para que además de las formas, los peques trabajen otros conceptos como los colores y las dimensiones.

Plastilina

Algo tan sencillo como la plastilina es uno de los mejores recursos educativos que podemos ofrecer a un niño, con independencia de su edad, aunque lógicamente en el caso de los más pequeñitos hemos de estar muy pendientes de que no se la metan en la boca.

La plastilina es mucho más que un simple juego de entretenimiento, y entre sus muchos beneficios educativos destaca;

  • ayuda a desarrollar su creatividad e imaginación
  • estimula los sentidos de la vista, el olfato y el tacto
  • le permite trabajar la motricidad fina, la fuerza en los deditos y la pinza
  • favorece su concentración y atención
  • mientras juega, aprende conceptos matemáticos sencillos como formas, tamaños, volúmenes y proporciones.

Puzzles y construcciones

Lo mismo ocurre con los puzzles y construcciones; un juego muy divertido que todos tenemos en casa, pero del que no siempre somos conscientes del importante valor educativo que aporta.

Ambos son juegos de lógica que ayudan al niño a estimular su imaginación, brindándoles la oportunidad de crear composiciones, inventar y pensar. Lo bueno de estos juegos es que se adaptan a niños de todas las edades, incluida la franja de edad que nos ocupa.

En el caso particular de las construcciones (ya sean bloques de plástico o madera) permite a los niños averiguar qué sucede (acción-reacción) cuando emplean determinadas piezas para la construcción de una infraestructura (por ejemplo: si uso piezas con base pequeña para la construcción de una torre alta, esta se caerá), así como poner a prueba su ingenio para incluir elementos como puertas, ventanas, escaleras, árboles...

En mi casa siempre ha sido nuestro juguete estrella, y por ello no he querido dejar de recomendarlo en este repaso.

Pintar

Una genial idea que os proponemos es utilizar papel de carrocero (el que se emplea para cubrir el suelo cuando vamos a pintar la pared o hacer alguna obra de albañilería menor), o en su defecto decenas de folios/cartulinas que pegaremos al suelo con ayuda de celo. De este modo, nuestro hijo podrá pintar sobre una superficie mucho más amplia y de manera diferente a la convencional.

Ofrécele ceras, acuarelas, témperas, pintura de dedos infantil... y permite que experimente libremente, mezcle colores y estampe sus deditos en su gran obra maestra. Eso sí, siempre con supervisión y tomando las medidas oportunas para evitar disgustos.

Juegos con adornos de Navidad

¿Quien dijo que los adornos de Navidad solo sirven para decorar nuestra casa durante el mes de diciembre? Lo cierto es que cualquier recurso que nos ayude a entretener a nuestros peques es siempre bien recibido, y en este sentido, los adornos navideños pueden ser además una gran fuente de aprendizaje.

Así pues, saca la caja de adornos, supervisa que no haya ninguno roto o que pueda suponer un riesgo, y juega con tu niño a clasificarlos por colores, formas o tamaños, favoreciendo con ello la concentración, la agrupación de conceptos y las operaciones matemáticas sencillas.

Uso de pantallas

La Asociación Americana de Pediatría no recomienda el uso de pantallas en menores de 18 meses, y durante la edad preescolar aconseja su uso siempre que no sea superior a una hora al día, los contenidos sean educativos y de calidad, y estén supervisados por los padres.

En este sentido, hay múltiples aplicaciones y recursos educativos a los que podemos recurrir para entretener a los peques un ratito al tiempo que aprenden. Algunos ejemplos son los cuentacuentos en línea, aplicaciones de puzzles y actividades para fomentar su creatividad, aplicaciones que estimulan el juego simbólico o juegos con operaciones matemáticas sencillas e iniciación a la lectoescritura.

Juegos con ayuda de tarjetas

Otra actividad que podemos idear de manera muy sencilla y que tiene un gran valor educativo son los bits o tarjetas de memoria. Para ello elegiremos la temática que más nos guste (animales, plantas, objetos cotidianos, objetos relacionados con el circo, formas geométricas, números...) e imprimiremos diversos dibujos relacionados con ella.

A continuación, pegaremos nuestras fotografías/dibujos en tarjetas de cartulina con las mismas dimensiones, y las plastificaremos para que duren más tiempo. La idea es enseñarles a los peques las tarjetas al tiempo que mencionamos lo que vemos en ellas, con el fin de que aprendan nuevos conceptos, aumenten su vocabulario y desarrollen su atención y memoria.

Os compartimos este ejemplo que os puede servir de inspiración a la hora de elaborar vuestros propios bits:

Cuentos

Y por supuesto, en nuestro repaso no pueden faltar los cuentos pues siempre son la apuesta segura que entretiene y educa por igual a niños de todas las edades.

En el caso de los bebés, los libros más recomendables son los de fieltro, tela o plástico, que puedan llevarse a la boca y morder sin ningún riesgo. Algunos incluso contienen sonidos o música que despertarán especialmente su interés.

En el caso de niños un poquito más mayores, los cuentos interactivos que requieren de su colaboración para continuar la historia son especialmente motivadores y entretenidos (por ejemplo, aquellos que contienen ventanas o solapadas que deben destapar para averiguar qué se esconde detrás), así como los fabulosos cuentos pop-up, que despiertan su curiosidad e imaginación.

Foto | Pixabay, iStock

En Bebés y Más | Los 37 mejores libros para niños, clasificados por edades, 23 libros para estimular y educar a los niños, clasificados por edades, recomendados por una experta en Montessori

También te puede gustar

Portada de Bebés y más

Ver todos los comentarios en https://www.bebesymas.com

VER 0 Comentario